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Política

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Reportan que 11 regiones de México se encuentran bajo estrés hídrico

Expertos consideran que la sobreexplotación, contaminación, aumento en la población y sequías ponen en riesgo el suministro y piden no apresurarse en adoptar prácticas sin el estudio y adaptación al contexto.

Los especialistas vieron con buenos ojos la creación de secretarías de agua en los gobiernos estatales. Foto Rosario Servin

Durante el cuarto Foro Nacional del Agua organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, diversos expertos advirtieron sobre los problemas hídricos que enfrenta el país, como el abastecimiento de agua potable, las sequías o el incremento de los habitantes en la República.  

Según Arturo Palma Carro, expresidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica Delegación Guerrero, la creciente demanda de agua en un país con más de 126 millones de habitantes, junto con la sobreexplotación y contaminación de los cuerpos de agua, ha colocado a México en una situación alarmante de estrés hídrico.

“El Sistema Nacional de Información del Agua señala que actualmente son ya 11 las regiones en situación de estrés hídrico alarmante, siendo la que tiene menor disponibilidad con una cantidad per cápita”, detalló Palma Carro.

El especialista destacó que, mientras en 1950 el promedio de agua disponible por habitante era de 18,000 metros cúbicos al año, hoy en día esa cifra ha caído drásticamente a poco más de 3,500. Algunas regiones, como la Ciudad de México, cuentan con apenas 140 metros cúbicos por habitante, una cifra muy por debajo del umbral de los 1,000 metros cúbicos que la ONU establece como mínimo para una vida digna.

El experto subrayó que más del 40% del agua utilizada en las ciudades proviene de fuentes superficiales, muchas de las cuales enfrentan altos niveles de contaminación debido a vertidos residuales de origen doméstico, industrial y agrícola. Además, el 50% del agua extraída de fuentes subterráneas también se ve afectada por la sobreexplotación de los acuíferos. De los 653 acuíferos en el país, 115 ya están sobreexplotados, lo que agrava aún más la situación.

Ante este escenario, Palma Carro enfatizó la necesidad de explorar y expandir alternativas para asegurar el abastecimiento de agua. La captación de agua de lluvia y la desalinización del agua de mar, aunque prometedoras, enfrentan desafíos importantes, desde los costos de operación hasta los impactos ambientales. No obstante, la reutilización de aguas residuales ha cobrado relevancia como una solución factible.

“La reutilización de aguas residuales es una alternativa que reduce la dependencia de otras fuentes de agua, promueve la conservación de los recursos hídricos y es viable económicamente”, señaló.

El experto puso de ejemplo iniciativas internacionales como las de la ciudad de San Diego, California. Según su explicación, esta ciudad ha proyectado que para 2035, el 50% del agua potable provendrá de fuentes recicladas.

“Cabe señalar que es fundamental contar con las políticas públicas adecuadas. Es muy importante también contar con un marco regulatorio que, de manera responsable, nos permita hacer esto, porque hoy en muchos lugares se viene haciendo de manera indirecta, pero sin ninguna regulación”, dijo durante su intervención en la mesa “Medidas para disminuir el desequilibrio hídrico mediante restauración del agua, recuperación de fugas, captación de agua superficial y otras acciones locales”.

Trabajar en acciones en el largo plazo

Por su parte, César Augusto Herrera, coordinador del Comité del Agua CICM, señaló que las sequías han puesto en riesgo el suministro de agua, y las inundaciones, como las sufridas en Chalco, han afectado gravemente a las comunidades.

También, durante la inauguración del foro, destacó la importancia de trabajar en una visión de largo plazo para aprovechar mejor los recursos disponibles y desarrollar resiliencia tanto en las ciudades como en el campo mexicano.

“Para la fortuna de todos, hay señales de que vienen cambios o que están dando algunos cambios interesantes, por ejemplo, la creación de la Secretaría de Gestión Integral del Agua en la Ciudad de México, la Secretaría del Agua en el Estado de México y otras secretarías del agua en Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas y otras más”, consideró durante su participación.

Mientras tanto, Jesús Campos, vicepresidente técnico del CICM, hizo énfasis en la necesidad de darle un valor económico al agua. Señaló que, aunque los datos del Inegi indican una amplia cobertura de agua potable y alcantarillado en el país, la realidad es que el agua no llega de manera continua ni es de calidad potable en muchos hogares.

“El campo que usa el 76% del agua (...) Tenemos que darle una mucho mayor importancia a qué vamos a hacer con el campo para tecnificar, el gobierno ahora dice que va a tecnificar las hectáreas, no sé si es este año, el que entra, o dentro del sexenio, pero me parece muy buena alternativa. Pero nos vamos a quedar cortos de todas maneras”, consideró.

Campos López también abordó el tema del reúso del agua, alertando sobre los riesgos de implementar tecnologías sin una adecuada planificación y regulación.

Si bien destacó ejemplos internacionales exitosos, como San Diego y Los Ángeles en Estados Unidos, advirtió que México no debe apresurarse en adoptar prácticas sin el estudio y adaptación necesarios a su contexto.

Gráfico EE

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