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INPI no se aturde y arranca su decenio de las lenguas

De inicio, el director general del instituto, Adelfo Regino, propuso destinar 100 millones de pesos, más de los que dispondrá el Inali este año, para acciones específicas de rescate, revitalización, fortalecimiento, desarrollo de cada una de las 68 lenguas indígenas.

“Para nosotros, como servidores públicos del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), ahora que inicia este Decenio Internacional debe ser la más alta prioridad. Vamos a colocar el tema de nuestras lenguas indígenas como la prioridad número uno en el quehacer institucional. Vamos a destinar todos nuestros esfuerzos institucionales y también nuestros programas y nuestros recursos”.

Fueron palabras del titular del INPI, Adelfo Regino Montes, al cierre de la semana pasada como parte del acompañamiento de la conferencia virtual “La situación de las lenguas indígenas en el marco del Decenio de las Lenguas Indígenas 2022-2032”, impartida por el lingüista ayuuk Juan Carlos Reyes Gómez, doctor en Lenguas y Culturas Mesoamericanas por la Universidad de Leiden, en Holanda, en una transmisión organizada por el INPI.

El funcionario anunció que gran parte de los recursos y esfuerzos se enfocarán en particular al Programa para el Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas (Probipi) y al Programa de Apoyo a la Educación Indígena, ambos, parte del instituto, y agregó:

“Para que podamos, a partir de ahora, generar los proyectos para la revitalización, el desarrollo y fortalecimiento de cada una de las 68 lenguas indígenas, estoy proponiendo que hagamos una bolsa en el instituto de alrededor de 100 millones de pesos y que este dinero pueda ser destinado para acciones específicas de rescate, revitalización, fortalecimiento, desarrollo de cada una de las lenguas indígenas, poniendo especial énfasis en aquellas lenguas que lamentablemente están en grave riesgo de extinción”.

Presupuestos distantes

A lo largo de toda la semana trascendió en las redes sociales el debate público sobre la iniciativa del titular del Ejecutivo para la posible incorporación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), cuyo presupuesto depende de la Secretaría de Cultura federal, en el INPI, que opera como una entidad no sectorizada.

Ambos institutos cuentan con bolsas presupuestales muy distantes entre sí. Mientras que para este año el Inali dispone de 71 millones de pesos, el INPI operará con poco más de 3,819 millones, de los cuales, de acuerdo con el PEF 2022, gastará 2,661 millones, un 70% de su presupuesto, en los dos programas mencionados por su titular: el de Apoyo a la Educación Indígena y el de Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas.

El domingo 3 de enero, a través de un comunicado público, la Secretaría de Cultura federal garantizaba que este año continuará con su trabajo “a favor de las lenguas indígenas” a través del Inali, puesto que el instituto cuenta con un presupuesto garantizado de 71 millones de pesos, pero defendió la viabilidad de la iniciativa del Ejecutivo para fusionarlo con el INPI: “la infraestructura comunitaria con la que cuenta el INPI permitiría un mayor alcance e impacto de las acciones de estudio, institucionalización y salvaguarda de las lenguas indígenas nacionales”.

Sin mencionar dicha discusión durante su participación, Regino Montes adelantó que el 21 de febrero dará detalles de los proyectos que impulsará el instituto que encabeza para el fortalecimiento de las lenguas indígenas en todo el país. Además, anunció: “este año vamos a poner en marcha este encargo que nos ha dado el señor presidente de la República, la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México”. Apuntó que dicho proyecto se echará a andar en Milpa Alta, al sur de la Ciudad de México, por indicaciones de la Presidencia de la República.

Esfuerzos conjuntos

Como parte de su conferencia virtual ante representantes de los Centros Coordinadores de Pueblos Indígenas (CCPI) y del Sistema de Radiodifusoras Culturales Indígenas (SRCI), el doctor Juan Carlos Reyes Gómez apuntó que entre las lenguas propensas a desaparecer se encuentran las subordinadas a una lengua “de mayor uso, poder y prestigio”, asociadas a “la marginación, pobreza y falta de oportunidades” y que el menosprecio y la discriminación generen problemas de identidad.

Asimismo, propuso algunas posibles estrategias a seguir para el mantenimiento y preservación para las lenguas indígenas en el país: “se deben establecer alianzas con otras instituciones académicas y del Estado, así como de organizaciones, iniciativas e instituciones comunitarias, también coordinar acciones de desarrollo y fortalecimiento o revitalización lingüística con otras instancias oficiales cuyo propósito sea brindar atención a los pueblos indígenas”. Enfatizó que hay instituciones que por sus tareas inmediatas resultarán esenciales, entre ellas el propio Inali y la Dirección General de Educación Indígena, de la SEP.

No obstante, dijo que las políticas públicas “no pueden seguir flotando en las instituciones del Estado y que nunca lleguen a los pueblos, a los hablantes. Lo anterior implica un proceso de planificación lingüística que debe considerar labores de estudio, registro y documentación lingüística, algo que llaman corpus. En seguida, se debe dar estatus, poder, presencia auditiva y visual a las lenguas, que las lenguas indígenas estén presentes en todos los medios, en todos los espacios bajo distintas modalidades. Y, finalmente, facilitar la transmisión, la enseñanza de estas lenguas en las comunidades”.

¿Un nuevo sondeo de lenguas?

Hasta el momento, México se encuentra entre los primeros 10 países del mundo con mayor diversidad lingüística. Según datos del Inali, en 2008 se identificaron 68 agrupaciones lingüísticas con 364 variantes de 11 familias diferentes en México. Para el doctor Juan Carlos Reyes Gómez, a prácticamente 14 años de dicho estudio, hace falta hacer más estudios dialectológicos para determinar con mayor precisión de cuántas lenguas estamos hablando. Ese tendría que ser un objetivo de muchos en el decenio que comienza.

Calendario del Decenio:

  • 2020-2021: Planificación y puesta en marcha de acciones pertinentes a las lenguas indígenas y movilización y consolidación de los recursos necesarios, entre otros.
  • 2022-2025: Todas las partes interesadas pertinentes participarán en la aplicación del plan de acción mundial mediante un mecanismo financiero.
  • 2025-2027: Examen a mitad de periodo. Se determinarán nuevas oportunidades y se abordarán los problemas existentes para la integración de las lenguas indígenas en un nuevo marco mundial para el desarrollo.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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