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Ventas de autos: amenaza latente

La comercialización de autos nuevos, a primera vista, parece que comienza a recuperarse. Si bien hay circunstancias que están mostrando números positivos también focos que podrían cambiar su tonalidad a rojo debido a los diversos factores macroeconómicos globales.

Las cadenas de suministro poco a poco retoman el ritmo pero siempre con amenazas latentes de disponibilidad de componentes por afectaciones como la guerra de Ucrania, las demoras en los procesos logísticos y los altos costos de distribución. Foto: Shutterstock.

Las cadenas de suministro poco a poco retoman el ritmo pero siempre con amenazas latentes de disponibilidad de componentes por afectaciones como la guerra de Ucrania, las demoras en los procesos logísticos y los altos costos de distribución. Foto: Shutterstock.

Para entender esta situación platiqué con 3 personas relacionadas directamente con el mercado. Por un lado Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores. De igual forma con Pablo Moreno, director de marca de las agencias pertenecientes al Grupo Volkswagen y al Grupo BMW en el Grupo Autofin. Y finalmente a Olivia Cortés, una persona que desde hace meses busca un vehículo nuevo para satisfacer las necesidades de movilidad de su familia.

A dos años

Para Guillermo Rosales quedó atrás el momento más crítico que vivió la venta de autos nuevos al recordar que en 2020, debido a la pandemia por el Covid-19, la comercialización disminuyó en poco más del 26%. Señaló que ese fue solo fue el principio.

“A partir de entonces lo que pensamos que sería una recuperación lenta pero continúa se vio interrumpida por la llegada de un choque en la producción de vehículos como consecuencia de la distorsión de las cadenas de proveeduría y de las redes logísticas lo que afectó de manera muy importante el segundo semestre de 2021 y el primero de 2022. Afortunadamente, este segundo semestre vemos cómo se va recuperando la producción global lo cual está impactando positivamente en el mercado mexicano. Actualmente estamos recibiendo un inventario mayor y con ello logramos resultados positivos en comparación con los mismos meses de años pasados. En octubre, por ejemplo, crecimos 18.9% la venta respecto de octubre del año anterior. Las expectativas es que esto continúe y que estemos recibiendo hacia finales del año una mayor disponibilidad de producto y esto nos permitirá cumplir con las entregas que se encuentran pendientes.”

Recuperación aparente

Dijo también que a finales del año pasado el retraso en la entrega fue en promedio de 4 meses y que actualmente bajó a 2 meses. “Confiamos que esto estará tendiendo a la normalidad para el 2023. Alrededor del segundo semestre del año que viene tendremos seguramente ya resuelto este tema de las entregas de vehículos demoradas” Sin embargo para Pablo Moreno si bien hay signos positivos no se pueden generalizar. “La disponibilidad depende de cada marca. Hay algunas que prácticamente ya lo han superado y hay otras que otras están sufriendo no solamente por el tema de los semiconductores sino también de la logística y de otros componentes. Hay marcas que ya están casi recuperadas, por lo menos en el mercado nacional, y otras que no. La suerte no es la misma para todos y hay marcas más afectadas que otras”. Desde su perspectiva este escenario particular se mantendrá en 2023. “Creo que tendremos una recuperación casi completa pero no será igual para todos al mismo tiempo. Es decir, hay marcas como Mazda, que ya tiene una cantidad importante de autos y marcas que aún no. Además esto no ha sido consistente, hay marcas que han tenido su suministro de autos en ciertos momentos pero después vuelven a caer. El problema es que no hay consistencia. Creo que a mediados de 2023 estaremos en una mejor situación”.

Inflación, tasas de interés y poder adquisitivo

Los signos de preocupación son los mismos para ambos ejecutivos. Para el titular de AMDA no hay que dejarse llevar por el optimismo. “Ahorita estamos haciendo entregas de vehículos que ya se encuentran con créditos autorizados y con labor de venta pero el alto nivel de inflación y el incremento de las tasas de interés, están debilitando la base de consumo y esto se reflejará en 2023 en una muy escasa capacidad de crecimiento del mercado. Estamos pensando que prácticamente habrá estancamiento.”

Por su parte, el responsable de Grupo Autofin coincide en la amenaza de la inflación y en las tasas de interés. “La inflación que han tenido los autos, que en algunos casos ha sido de casi el 20% y también está el tema del financiamiento. Recordemos que el 70% de los autos se venden financiados y la tasa de referencia ya está en 10%; cualquier financiera estará cobrando arriba del 15%. Esto obviamente lo que provoca es que el pago mensual, que es con lo que todo el mundo más o menos calcula si puede o no comprarlo. Porque la gente no pregunta por la tasa sino por el pago mensual y éste al dispararse hay gente que ya no califica o simplemente que no puede pagarlo”.

Imposición de condiciones y espera

Para Olivia Cortés, residente del estado de Querétaro, el comprar un vehículo nuevo no ha sido la más grata experiencia al lidiar con el condicionamiento para venta o periodos de espera muy largos.

“Empecé a buscar auto nuevo desde hace 4 meses. Las marcas que consideré fueron Toyota, Mazda, Nissan y Renault. La primera opción fue el Toyota Corolla híbrido pero me dijeron que no había ni para ver ni para entregar pero me mostraron un Camry y una camioneta. Por el Corolla que yo quería me dieron un periodo de entrega de 7 meses pero además me molestó que me condicionó la compra a realizarla a través del financiamiento de Toyota. Esto fue en la agencia de Bernardo Quintana y además me dijeron que le daban preferencia a los créditos que a los pagos de contado. Luego fui a la Toyota de Corregidora y ahí no me pusieron condiciones”.

Después fue a Mazda debido a que le pareció atractivo que el Mazda2 tuvo un descuento en el precio. Señaló que la espera que le dieron fue de máximo dos meses y sin obligación de tener que pagar por autofinanciamiento o algún otro.

“Mi tercera opción fue el Nissan Sentra pero tampoco había coches ni para mostrar. Esto fue en una agencia que está en Avenida Central, en Ecatepec, Estado de México pues por mi trabajo tuve que ir a la Ciudad de México. Después, ya en Querétaro me dijeron que solo había seminuevos porque les habían llegado muy pocas unidades, aquí no me pusieron condiciones de compra pero la espera era de 4 meses. Aunque recientemente me llamó el vendedor y me dijo que la espera había bajado a 2 mes. Finalmente me decidí por el Camry híbrido que compré en la Toyota de Corregidora, en Querétaro. Me dieron un periodo de espera de 4 meses o que podría ser menos, y sin condiciones de compra. Lo compré de contado. Sobre el Corolla, que fue mi primera opción, me dijeron que no hay y que incluso la marca lanzó una versión más barata del Camry híbrido para no tener saturados los pedidos por el Corolla híbrido”.

marcos.martinez@eleconomista.mx

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