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Asamblea, la única que decide el destino de Gallos Blancos
La Liga MX hace una pausa extraoficial para el diálogo con los propietarios de los clubes sobre las medidas de seguridad en los estadios. La Asamblea es la única con facultad de revocar la afiliación de un equipo.
Una reunión extraoficial de dueños por una razón en el futbol mexicano nunca antes vista: la decisión de desafiliar a un club por la gravedad de la violencia en su estadio. El lugar, "La Corregidora" durante el choque Querétaro contra Atlas.
Se han abierto varios frentes de investigación para deslindar responsabilidades, desde la Liga MX, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y el gobierno estatal, pero la última palabra que determina la sanción a Gallos Blancos es de la Asamblea de Dueños, con votación, negociación y sobre todo, estableciendo medidas de seguridad efectivas, que eviten un nuevo episodio de pánico y violencia en alguna de las 17 plazas del circuito.
El compromiso de un club, individuo o integrante de la FMF con la Liga, es por tiempo indefinido, siendo la Asamblea la única con el poder de revocar. De acuerdo al artículo 4 del actual Reglamento de Afiliación, existen dos tipos de afiliados: directos e indirectos, y los clubes entran en el primer rubro. La desafiliación llega cuando exista “una causa comprobada que a su juicio (de la Asamblea) lo amerite, o cuando el afiliado deje de cumplir con cualquiera de los requisitos u obligaciones que a su cargo señalen los ordenamientos aplicables, incluidos cualquiera de los requisitos que se enlistan en el presente Reglamento”, dicta el documento.
“Un club conserva su afiliación si cubre cuatro requisitos que abarcan el aspecto social, económico, legal y financiero, al dejar de cumplir con ellos y con ciertas cosas de los reglamentos, se puede perder”, explica Rafael Schroeder, abogado especializado en Derecho deportivo y Derecho del futbol.
Los hechos de violencia en la Corregidora entraron en la tipificación de juegos considerados de “alto riesgo” del Manual General de Seguridad Estadio Seguro, y el reglamento indica que un afiliado perderá su estatus “si comete una falta grave o viole o incumpla en más de una ocasión cualquier disposición del Reglamento, el Estatuto Social, las Directivas o las decisiones de FIFA, CONCACAF o la FMF".
No es la primera vez de una desafiliación, pero han sido por otras causas. Por mencionar algunos, la última fue la de Veracruz en el 2019 por impagos al equipo y agravantes del ex dueño Fidel Kuri al código de ética. En el 2017 Jaguares de Chiapas fue desafiliado por deudas en la administración de Carlos López Chargoy, y desde esa época no ha podido regresar a la Liga de Expansión o a la primera división. En el 2003, se dio la baja de Colibríes de Morelos, que perdieron la categoría por adeudos con la FMF por 10 millones de pesos.
“Ahora es un tema ajeno y nuevo porque nunca había pasado en la tribuna. En el argot de controversias tienes la categoría grave, muy grave, sumamente grave, extremadamente grave. Es subjetivo definir qué es grave, pero en primera instancia se deja al criterio del Comité Disciplinario, se ponen elementos y hay atenuantes como las agravantes”, menciona el especialista en Derecho Deportivo.
Los antecedentes van marcando el camino de violencia en los estadios, entre las más graves y masivas se pueden mencionar las riñas entre fanáticos de Tigres y Veracruz (febrero 2017), Tigres contra Rayados (septiembre 2018), Querétaro contra San Luis (octubre 2019), Pumas contra América (octubre 2021). Sin embargo, la Corregidora dejó más de 20 lesionados, entre ellos, de gravedad.
“El reglamento está claro en cuanto a las sanciones a aplicar, pero en caso de que algo no se estuviera definido está el artículo 81 del Reglamento de Sanciones, que estipula que se le da la facultad a la Comisión Disciplinaria para interpretar el Reglamento. Al menos se violaron ocho variables, entre ellas, invasión de la cancha, los proyectiles, las agresiones, las lesiones”.
Una desafiliación implica la baja de todos sus equipos (femenil, inferiores) y el club debe pagar a jugadores, cuerpo técnico y staff. Si no lo hacen, pueden acudir a la Cámara de Controversias de la Femexfut y los que sean empleados, podrán asistir a las juntas locales de arbitraje en el ámbito laboral.
En caso de veto al estadio o partidos puerta cerrada, el club lucharía contra el impacto económico. Durante el primer año de Covid, el Diario de Querétaro reportó en diciembre del 2020 pérdidas de 39.6 millones de pesos en entradas y consumo durante la temporada. La cifra se obtuvo con las cifras promedio en el estadio durante una temporada. Unos 220 pesos por boleto, consumo de 75 pesos per cápita, con 21,000 espectadores promedio.
—¿Cabe algo en defensa de los dueños de Gallos Blancos para apelar en caso de una desafiliación?
“Perderán derecho ante la FMF pero sí tienen derecho a impugnar ante la Comisión de Apelaciones. Podrían decir que es la primera ocasión, que en Corregidora nunca había pasado en esa magnitud, pero está el antecedente de San Luis. Pero en caso de que se apele en el TAS se llevarían un año".