Australia ya tiene un ídolo en el golf

Dos veces tuvo que festejar Adam Scott. El primer título de un Masters para Australia no sería fácil, ni siquiera cuando ayer, al tirar su último hoyo y ponerse a la cabeza con nueve golpes bajo par, Scott festejó eufórico, apretando los puños y todos los músculos de su cuerpo, cuando sentía que la chaqueta verde de Augusta ya era suya.

Y es que la alegría de Adam Scott estuvo a punto de disolverse cuando el argentino Ángel Cabrera dio muestra de talento. Un hoyo atrás de Scott, Cabrera supo rescatar el empate que había establecido con el australiano durante los últimos tres hoyos: ambos se encontraban ocho bajo par.

A sus 43 años, El Pato tenía la ilusión de volver a portar el saco verde que en el 2009 fue suyo y estaba decidido a pelear por él. Cabrera, quien nunca en su carrera había logrado embocar un birdie en el hoyo 18, lo hizo en Augusta, justo cuando Scott firmaba su tarjeta y sentía el título en sus manos.

Entonces, el rostro del australiano se desencajó al mirar por el televisor lo que el resto del mundo observaba: Cabrera y él jugarían por el título en hoyo de desempate al concluir con 279 golpes, nueve bajo par.

Pero el sabor a victoria que Scott ya disfrutaba era algo que no pensaba dejar ir. Con nueve victorias en la PGA a lo largo de su carrera, un Major era algo que aún le faltaba conseguir, pues había quedado segundo el año pasado en el Abierto Británico, mismo lugar que obtuvo ahí, en Augusta, en el 2011.

El primer hoyo mantuvo el empate en par de campo para los jugadores que pasaban por un huracán de emociones en medio de la lluvia que no dejó de caer en el Campo del Augusta National Golf Club.

Sería, pues, hasta el segundo, cuando el argentino, falto de precisión o de suerte, vio cómo su tiro a unos metros del hoyo se quedaba a centímetros de embocar y darle un birdie. Scott, en tanto, mantuvo la calma, sabiendo que en sus manos tenía el festejo inminente, el primer título para un australiano, su primera victoria en un Major, la primera en Augusta… Y así fue.

Adam tomó el palo en su pecho y giró en un ligero swing para impulsar su bola en un recorrido que lució eterno y al mismo tiempo impecable. Y el birdie llegó ahí, frente Cabrera, que no tuvo más que reconocer el triunfo de Scott, al deshacerse de su gorra, apretar los ojos y abrazar a quien ha sido su compañero en la Copa Presidentes.

Tuve la chance en el 18. Así es el golf, no pude terminar por un poco , lamentó Cabrera, mientras Scott disfrutaba, en solitario, porque así la lluvia lo decidió, enfundarse en la chaqueta verde, por primera vez, Australia, tiene un ídolo al cual adorar.

TIGER NO PUEDE LEVANTARSE Y QUEDA CUARTO

El número uno del mundo, Tiger Woods, que fue penalizado con dos golpes adicionales por violación del reglamento en la segunda ronda, no logró hacerse del Major número 15 de su carrera. Pese a haber logrado cuatro birdies en la última ronda, para una tarjeta de 70 golpes, no le alcanzó y apenas pudo rescatar el cuarto puesto con un total de 283 strokes, cinco bajo par.

rgs