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Hoy les interesa más el dinero o ser figuritas
Guillermo Sepúlveda, símbolo de guadalajara, critica la actitud de los jugadores.
El Clásico Tapatío parece estar devaluado, al menos por la historia reciente de Guadalajara y Atlas. El presente torneo indica que tanto Chivas como rojinegros están muy lejos de su mejor versión, ocupando los puestos 15 y 16 de la tabla respectivamente, con siete puntos.
Pero lo de estos dos equipos no es una novedad, ya que en los últimos cinco torneos ninguno de los dos ha logrado terminar la campaña entre los ocho mejores del semestre; lejos de ello: alguno de los dos protagonistas del Clásico Tapatío ha concluido entre los peores tres clubes del campeonato, situación que se ha visto reflejada en la respuesta de la afición, sobre todo cuando se encuentran en la casa de Chivas.
El torneo pasado, en el final de una gran temporada para Atlas dirigido por Tomás Boy, quien los salvó del descenso y los llevó a la Liguilla, se presentó la excepción a este punto con el lleno del Jalisco en la jornada 15, pero en gran medida debido a la respuesta de los fanáticos rojinegros. En cambio, la última ocasión que chocaron en el Omnilife, en el Apertura 2012, la entrada fue de 33,000 personas; el inmueble tiene capacidad de 49,850 asientos.
Guillermo El Tigre Sepúlveda, exdefensa de Chivas que consiguió seis títulos con el Campeonísimo, habló con El Economista de cómo actualmente los futbolistas encaran este partido, que a su juicio dejan mucho que desear.
En aquellos tiempos jugábamos más porque nos gustaba más el futbol que el dinero. Los sueldos eran muy bajos. Salir a la cancha a partirse el pecho ante el equipo más odiado de todos significaba un compromiso muy grande.
Ahora parece ser que les interesa más el dinero o ser la figurita que el partido en sí. En mis tiempos, cuando había un juego de esta naturaleza salíamos a partirnos el alma porque adorábamos nuestros colores , destacó El Tigre.
Sepúlveda asegura que tiene muchos recuerdos y anécdotas de los Clásicos Tapatíos en la cancha, aunque en su memoria destaca un episodio en el que en primera instancia humillaron al contrincante, que apenas unos meses después pudo tomar venganza.
En un partido en la cancha Martínez Sandoval (el 24 de abril de 1965) iba ganando Guadalajara 4-0, y entonces le aventaron una revista al Tubo Gómez para que se sentara a leerla y no se aburriera, en burla. Eso se publicó y gustó mucho la broma, pero en la segunda vuelta las cosas fueron diferentes: Atlas nos ganaba 4-0 y un individuo se metió con una revista y le dijo al Tubo ándale, síguete riendo, cabrón; nos pagaron con la misma moneda , recordó.
Finalmente, pese a que en la actualidad los dos clubes más populares de Guadalajara llegan en un mal momento futbolístico y de que existen en ambos equipos jugadores con pasado en el rival (Omar Bravo y Néstor Vidrio), El Tigre dijo que el Clásico sigue siendo el duelo más trascendental para las dos franquicias.
Antes era importante por lo que significaba ganar. Hoy es relevante porque andan muy mal los dos equipos, tiene mucha relevancia para cualquiera de los dos el poder despertar ante el odiado rival , concluyó.
carlos.herrera@eleconomista.mx
rgs