Qatar y su ambición por tener todo

Todo comenzó hace una década. Aquel día en que el emir Hamad bin Khalifa Al Thani vio una competencia del Tour de Francia. La competencia ciclista llamó tanto su atención que contactó al ciclista belga Eddy Merckx y le pidió que organizara una competencia ciclista en Qatar.

Ahí empezó la ambición de Qatar por tenerlo todo en el ámbito deportivo. Y lo consiguió. En mayo del 2009, el pequeño país de apenas poco más de 1.5 millones de habitantes presentó su candidatura para obtener la sede del Mundial de Futbol. Para diciembre del 2010, lo que a todos parecía un sueño, se cumplió y la nación fue designada sede de la Copa del Mundo 2022.

No ha sido nada fortuito. Para Hamad bin Khalifa Al Thani y para su familia, que rige también el deporte en aquel país. En marzo de este año, Qatar volvió a presentar una candidatura para albergar los mundiales de Atletismo del 2017, mientras que en agosto presentó su propuesta para convertirse en sede de los Juegos Olímpicos del 2020.

Crecimiento económico, el mayor beneficio

La ambición de Qatar por organizar tantos eventos deportivos no es sólo por querer impulsar al deporte en aquel país. El mismo emir ha declarado que el deporte es el pilar del desarrollo del país, al punto que el presupuesto qatarí de deportes es equivalente a la mitad del de Francia, una nación 50 veces más poblada.

Qatar inició la conquista deportiva en el 2006, cuando Doha albergó los Juegos Asiáticos, su primera competencia multideportiva. Desde entonces, el país asiático no ha apuntado a eventos de mayor envergadura.

El más importante hasta ahora quizá es el Mundial de Futbol que organizará en el 2020. Se estima la Copa del Mundo de Sudáfrica, tuvo un impacto en la economía de aquel país de más de 7,600 millones de dólares.

Mientras que el Mundial de Atle­tismo, competencia que finalmente organizará Londres en el 2017, deja en promedio una derrama económica de 80 millones de dólares por los nueve días que dura el evento.

Clubes y derechos de televisión, las otras apuestas

El deporte para el gobierno qatarí ha cobrado tal importancia que la empresa Qatar Sport Investment (QSI) fue creada con recursos de la familia del emir para financiar las inversiones en materia de deportes tanto en Qatar como en el exterior.

Así, en junio de este año, la empresa QSI oficialmente compró 70% de las acciones del club francés Paris Saint-Germain. Mientras que la Qatar Foundation, presidida por la jequesa Moza bint Nazzer esposa del emir, es una de las patrocinadoras en la camiseta del FC Barcelona.

La herencia se va forjando con la experiencia, un saber hacer que se adquiere, medios de comunicación que van creciendo: Al Jazeera Sport nace en el 2003 y cuenta en la actualidad con 20 cadenas, 40 millones de telespectadores y los derechos de los acontecimientos deportivos más importantes.

Aunado a ello, Qatar ya tiene fijos un torneo de tenis, el ExxonMobil Open de la ATP, además de una fecha de la Liga Diamante, competencia oficial de la IAAF y el Masters de Golf en Doha, que es parte de la gira de la EPGA desde 1998 y esos son solo algunos de sus eventos grandes.

Por ello, no será extraño que el pequeño país asiático mantenga la esperanza de conseguir más sedes y hacer crecer a su país siempre a través del deporte, porque para ellos todo es posible .