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¿Cómo pueden las pymes enfrentar el aumento del salario mínimo?
El incremento del salario mínimo puede generar presión sobre los márgenes de ganancia de las pequeñas y medianas empresas y comprometer la estabilidad económica, por ello necesitan diseñar una estrategia para tener el menor impacto posible.
El pasado 1 de diciembre la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó el incremento del 20% del salario mínimo, con lo cual pasará de 207.44 pesos diarios a 248.84 pesos a partir de enero del 2024.
El incremento del salario mínimo ayuda a mejorar las condiciones labores; sin embargo, el sector empresarial considera que representa un reto para las pequeñas y medianas empresas (pymes), porque no solo aumenta el salario, sino las cuotas obrero patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social y las primas vacacionales.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), desde el 2018, cuando el salario mínimo inició con los incrementos de dos dígitos, el costo de la mano de obra ha crecido cerca del 60% por el alza en la referencia salarial, al considerar sus efectos en el pago prima vacacional y contribuciones a la seguridad social.
Además, el aumento “es cinco veces mayor a la inflación prospectiva, es excesivo y dañará particularmente a las mipymes. Es muy probable que la revisión del salario mínimo represente presiones inflacionarias ya que sucede en un contexto bien distinto al de años anteriores”, señala el organismo empresarial.
Al respecto Mauricio Brizuela, CEO de Salles Sainz Grant Thornton, dice que el aumento puede generar presión sobre los márgenes de ganancia de las pequeñas empresas y comprometer la estabilidad económica.
Adaptarse a este cambio implica reevaluar estratégicamente los modelos de negocio, optimizar procesos y buscar eficiencias para mantener la rentabilidad”.
También conlleva la necesidad de reestructurar los recursos y gastos operativos, a fin de cumplir con las nuevas regulaciones, lo cual demanda tiempo y recursos adicionales que impactan en la agilidad operativa del negocio.
Otro riesgo al que se enfrentan las pymes es la retención de talento, pues si no se hace el ajuste correspondiente el compromiso de los empleados, la moral y la productividad se pueden reducir.
¿Cómo prepararse?
Pero no todo está perdido, los pequeños negocios pueden implementar medidas para tener un menor impacto, pues las pymes aportan el 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto. Por ello Brizuela comparte una serie de recomendaciones.
Análisis riguroso: Las pymes requieren hacer un análisis minucioso y detallado de los costos y flujos de efectivo que permita identificar áreas específicas donde el aumento salarial tendrá un impacto directo, brindando una visión clara de los departamentos o procesos más afectados.
Estrategias de eficiencia operativa: Con ello se busca optimizar los procesos internos, identificar y eliminar gastos no esenciales, y fomentar una cultura de mejora continua. Al reducir gastos superfluos y mejorar la eficiencia en la cadena de valor, las empresas pueden contrarrestar el impacto del incremento salarial, preservando su rentabilidad y competitividad en el mercado sin comprometer la calidad de sus productos o servicios.
Enfoque en retención y capacitación: La inversión en programas de retención de talento y desarrollo profesional no solo asegura la permanencia de empleados valiosos, sino también maximiza su productividad y compromiso. Al brindar oportunidades de crecimiento y capacitación, las empresas no solo fortalecen la lealtad de su equipo, sino que también incrementan su habilidad y conocimiento.