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Cómo ser una mujer líder y llevar una vida laboral y personal sana
Se requiere que la empresa la apoye y le brinde entrenamiento para desarrollar su labor y compromisos familiares.
Cada vez más mujeres apuestan por tener una carrera laboral, pero cómo desarrollarla de forma sana si existe la preocupación por alcanzar las metas en el trabajo y luego en casa por ser la esposa o mamá que se debe ser.
En México, el número de mujeres líderes aumentó de 18 a 24% del 2016 al 2017, de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa de consultoría y contabilidad Grant Thornton.
El estudio también indica que, durante el 2016, México fue el país con mayor porcentaje de mujeres que trabajan en puestos directivos en medianas y grandes empresas en el continente americano, aun sobre Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina.
El que una mujer llegue a la alta dirección o sea la líder en su trabajo no es tarea fácil, se requiere dar más de 100%, entonces, cómo llevar la vida profesional con la personal.
Ana Estrada, creadora de Brújula interior, dice que cualquier mujer puede ser líder, pero se requiere del apoyo de la empresa, que ésta le brinde el entrenamiento necesario para desarrollar su labor y, sobre todo, que la apoye para realizar sus compromisos como mujer.
Por ejemplo, que tenga flexibilidad de tiempos para realizar sus labores en la empresa y asistir al festival de los hijos o a la junta en la escuela.
“Que la empresa entienda que la mujer tiene muchas actividades (...) y que, de acuerdo con los estudios de la neurociencia, les importan distintas cosas”, menciona Estrada.
Pero antes, la mujer debe tener en claro sus objetivos. “Tomar clara conciencia, sin ninguna culpa, de cuáles son las prioridades, qué es lo que más te influye y cuál es la mejor forma de contribuir a tu vida, a la de tu familia y a la de tu grupo de pertenencia”, dice.
A partir de definir sus objetivos, la mujer puede decidir a qué darle mayor prioridad.
Cuadrantes cerebrales
Ana Estrada menciona que existen cuatro cuadrantes cerebrales que dominan las capacidades; es decir, que representan el talento natural e influyen para la vida diaria.
El frontal izquierdo se enfoca en lo lógico y matemático, es más analítico y toma decisiones; el frontal derecho es arriesgado, creativo e innovador, mientras que el basal izquierdo es productivo, detallista y organizado, en tanto, el basal derecho es sensitivo, empático y muestra sentido de pertenencia.
“Hemos visto que la respuesta (de la decisión de priorizar la vida laboral y personal) varía por cuadrante. Es probable que las mujeres frontales izquierdas prioricen el desarrollo en su trabajo contra construir una familia entre los 20 o 30 años y, en ocasiones, comienzan a poner atención hasta los años 40 en formar una familia. No es que estén viviendo mal, es lo que ellas quieren”, detalla.
En cambio, una mujer con basal derecho dominante puede pensar en formar
una familia, pero esto puede cambiar si la empresa no le brinda la suficiente flexibilidad.
El liderazgo femenino, señala la especialista, debe fomentarse en las empresas, porque tiende a enfatizar el desarrollo del talento, así como lograr que el empleado asuma su responsabilidad.
“Se ha visto que la mujer tiende a poseer un tipo de liderazgo que enfatiza el desarrollo de talento, reconocimiento e inspira a través del ejemplo”, dice.