Deficiente, el proyecto de cobro por segundo del Congreso

El dictamen aprobado la semana pasada en el Congreso en el que se contempla la medida que obliga a las empresas de telefonía móvil a incluir los esquemas de cobro por segundo a sus usuarios es desafortunada en su redacción, porque no garantiza que efectivamente el cobro por segundo sea proporcional al uso del servico, de acuerdo con el Consejo Consultivo de la Cofetel.

Además, la propuesta no asegura que el segundo se cobre como una sexagésima parte de un minuto y, por lo tanto, se ofrezcan ventajas en relación con otros planes ofrecidos.

Incluso el Comité destacó la falta de consulta pública para este tema, que el Congreso realice consultas públicas y abiertas a operadores y autoridades y a los propios consumidores con respecto a los mecanismos que emplean las empresas para el cobro de servicios con la finalidad de analizar mecanismos idóneos para garantizar un cobro proporcional .

Daniel Hajj, director general de América Móvil, dijo recientemente que Telcel ya tiene y ofrece a todos planes por minuto, por llamada y por segundo. Ya tenemos los planes, dependiendo el plan es lo que el usuario puede contratar (...) están diciendo que tenemos que dar servicio por segundo, son planes diferentes. Lo estamos cumpliendo .

La semana pasada, el Senado de la República aprobó el dictamen que prevé modificaciones al artículo 44 de la Ley Federal de Telecomunicaciones para obligar a las empresas de telefonía móvil a cobrar a sus usuarios por segundo y no por minutos una vez que se aplica el redondeo.

En el 2009, en la Cámara de Diputados estaba una iniciativa para eliminar el redondeo en el cobro del servicio de llamadas vía celular, según aquel dictamen, las telefónicas obtenían hasta 1,097 millones de pesos diarios por este concepto.

La entonces diputada, Irma Piñeyro, exsecretaria de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, dijo que las empresas que prestan este servicio cobran el minuto completo, aun cuando la duración media de cada llamada ronda los 30 segundos, lo que representa, expresó, un atentado contra el consumidor.

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