Paro pesquero amenaza abasto; DF ya resiente efectos

La delegación de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera previó que los efectos del paro pesquero podrían comenzar a resentirse hasta época de Cuaresma, con un eventual desabasto de productos del mar, dijo su presidente Mario Uc Cuevas.

En entrevista, el dirigente local señaló que por ahora hay suficiente producto congelado y parte de la flota pesquera tanto de Yucatán como de otras entidades aún realiza actividades de captura, por lo que el abasto se puede considerar normal.

Sería en la época de Cuaresma cuando se empezaría a resentir una eventual falta de producto, pues es cuando por lo general se dispara la demanda de pescados y mariscos, comentó.

Uc Cuevas recordó que el próximo 15 de enero, la flota mayor de Yucatán, conformada por unas 400 embarcaciones, operadas por unos 7,000 pescadores, se uniría al paro nacional "Cero pesca 2009".

Sin embargo, como ha declarado previamente, el sector pesquero yucateco tiene confianza en que pronto se alcancen acuerdos que permitan "destrabar las circunstancias que han obligado a protestar".

"Los subsidios que hoy se aplican al diesel son insuficientes para apoyar la rentabilidad del sector, y no podemos competir con otros países productores bajo las circunstancias actuales", explicó.

• Diesel, sólo un problema más

A 13 días del inicio del paro de la flota camaronera y atunera en el país existe la posibilidad de que se sumen los pescadores ribereños, quienes aportan 70% de la tilapia, mojarra lisa y sierra que se vende en el Mercado de la Nueva Viga.

Los pescadores ribereños distribuyen aproximadamente 1,500 toneladas diarias de productos a diversas entidades del país.

"Prácticamente nos cierran las puertas del mercado si deja de entrar el producto ribereño", aseguró el presidente de la Sociedad Nacional de Introductores y Distribuidores de Pescados y Mariscos del Mercado de la Nueva Viga, Jorge Toral Peña.

Con la huelga, las embarcaciones atuneras y camaroneras también dejan de exportar, principalmente a Estados Unidos.

Toral Peña reiteró que al alto costo del diesel que afecta a la flota pesquera del país se suma la falta de crédito, de infraestructura y la severa competencia que representan el producto asiático y las tiendas de autoservicio.

Los bancos niegan recursos a los pescadores porque carecen de garantías seguras como bienes inmuebles. "Somos considerados negocios de alto riesgo", por lo cual los créditos se obtienen entre los propios proveedores y distribuidores, "aunque a veces ya no hay quien nos preste", explicó en entrevista con Notimex.

Toral insistió que el alto precio del combustible marino es sólo uno los factores que mantiene al sector en crisis, porque la baja de la producción doméstica -debido a la sobreexplotación de litorales- aumenta de manera paralela a la importación.

Al respecto, sugirió que el gobierno federal apoye la acuacultura y la maricultura, "que está prácticamente incipiente" a nivel mundial.

En materia de comercialización, agregó, los mercados públicos se enfrentan "al gran monstruo" que son las tiendas de autoservicio, las cuales importan los pescados y mariscos y dejan de comprar a los mayoristas.

Estimó que en la actualidad del total de las compras que realizan dichas tiendas sólo 20% es producto nacional, mientras que hace seis años representaban el 100 por ciento.

Confirmó que pese a ello no hay alza de precios en productos pesqueros debido a que todavía existen inventarios suficientes, aunado a que el mes de enero es un periodo inadecuado para aumentos luego del gasto decembrino.

• Asia, férrea competencia

Por lo que se refiere a la competencia del producto asiático, dijo que éste se comercializa con precios hasta 25% más bajos debido a que los pescadores de esa región cuentan con subsidios -como en el diesel y la energía eléctrica- y tecnología de punta.

Un ejemplo es el camarón "de pacotilla" procedente de Asia y que tiene ya acaparado 30% del mercado nacional: un kilogramo de este producto nacional cuesta 105 pesos y el asiático sólo 75 pesos.

Toral Peña señaló que el sector pesquero está olvidado por el gobierno federal, por lo que se requiere de un apoyo decidido para invertir y modernizar los sistemas de producción y empaque, además de subsidios.

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