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Remesas no se deben a ningún acierto de las políticas públicas: CEESP

Ni las remesas ni el gasto público actual son suficientes para impulsar la economía sobre bases sólidas y duraderas, advirtió el sector privado.

Ni las remesas ni el gasto público actual son suficientes para impulsar la economía sobre bases sólidas y duraderas, advirtió el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que el reto en el país es la reactivación de la inversión, por lo que “es esencial que el gobierno contribuya con un entorno de certidumbre”.

Las remesas no se deben a ningún acierto de política pública, sentenció, pues todo indica que su elevada cuantía responde a la amplia diferencia entre los recursos disponibles por las familias en Estados Unidos -beneficiadas por los programas de apoyo del gobierno- y los de las familias mexicanas que no recibieron apoyos en estos años.

“Los resultados más recientes sobre el crecimiento económico de México son razonablemente buenos, aún son insuficientes parar recuperar lo perdido por la pandemia, e incluso en todo el sexenio”, expuso el organismo aglutinado al Consejo Coordinador Empresarial (CCE). El escenario aún está lejos de ser tan favorable, Incluso si en los tres trimestres siguientes el crecimiento fuese similar al del primero, el PIB del año acabaría 1.2% por debajo del observado en el último año del sexenio pasado y 1.1% respecto al año previo a la pandemia.

Los especialistas del sector privado comentaron que la coyuntura se complica, pues la inflación no cede, el mercado laboral continúa mostrando signos de precarización a pesar de la baja tasa de desempleo, la salud se ve amenazada con una nueva ola de contagios por Covid y la inseguridad crece sostenidamente.

“La inseguridad pública se ha agudizado y México sobresale notoriamente entre los países que han sufrido retrocesos en la prevalencia del estado de derecho”. Refirió, también, existe un número elevado de proyectos de nuevas regulaciones carentes de análisis de impacto regulatorio y consulta pública, incongruentes con la simplificación que requieren el crecimiento económico, el empleo, y la competitividad, además de que pueden estimular la corrupción y la informalidad. Sostuvo que el debilitamiento de las expectativas también refleja la mayor cautela de los dirigentes empresariales.

lilia.gonzalez@eleconomista.mx

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