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Opinión

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Aprovecha el Buen Fin sin comprometer tu libertad financiera

No puedo creer que ya pasó todo un año desde la última vez que escribí sobre el Buen Fin, que como todos sabemos, es un programa impulsado por el gobierno y varios organismos empresariales para tratar de estimular la actividad económica en México. La idea es que sea un fin de semana con ofertas significativas, de la misma forma como se ofrecen en Estados Unidos durante su Black Friday (que es el viernes que sigue al jueves de Acción de Gracias en aquél país).

Originalmente, el Black Friday era una venta de liquidación que tenía como principal objetivo que los comerciantes pudieran deshacerse de sus inventarios rápidamente, ante el cambio de temporada, principalmente en ropa. Recordemos que allá el clima cuenta mucho y la gente no puede usar la misma ropa en verano que en invierno. Por eso se daban rebajas tan significativas. Sin embargo, hoy se ha extendido a todo tipo de productos, como televisiones, particularmente en modelos ya sustituidos por otros más recientes.

En México, tristemente, más que descuentos, lo que se encuentra son promociones a meses sin intereses, en todos lados. Sí hay ofertas, pero no son tan atractivas como se nos hace creer en la publicidad. No son mejores que lo que se encuentra en las famosas “ventas nocturnas”. Por otro lado, en muchísimos comercios minoristas, las rebajas se aplican sólo en unos pocos artículos específicos.

Así, muchas personas siguen pagando lo que compraron el año pasado durante el Buen Fin –lo que les ha restado capacidad económica para otras cosas que sin duda son más importantes. No sólo eso: a algunos empleados les adelantan el aguinaldo para que se lo puedan gastar durante estas fechas y aprovechar así las “ofertas”.

¿Cómo evitar gastar de más en el Buen Fin?

Si buscas estrategias para evitar gastar más durante el Buen Fin, la mayoría de los expertos te recomendarán que pienses muy bien qué es lo que realmente necesitas comprar y únicamente acudas a buscar esos productos y no más. También te dicen que compares precios por anticipado para que te des cuenta si estás ante una verdadera oferta: de esta manera estarás preparado.

Yo he escrito exactamente esto en ocasiones anteriores. Pero hay un problema: la mente humana funciona de manera diferente. Las ofertas parecen tentadoras y uno puede pensar: “sería bueno aprovechar la oportunidad y comprar también esto otro para sustituir un bien que ya tengo, por un modelo mejor”.

A todos nos ha pasado. En lo personal antes solía acudir a las ventas nocturnas para buscar regalos de navidad y aprovechar los “grandes descuentos”. En una de ellas mi esposa y yo terminamos comprando una pantalla plana a 15 meses sin intereses. Lo recuerdo muy bien porque el siguiente año, en la siguiente venta nocturna, todavía la seguía pagando.

En realidad, cuando uno acude a eventos promocionales como el Buen Fin, uno se para a ver un artículo que le gustaría tener y es mucho más fácil caer en la tentación. Uno divide el precio total en meses y se dice a sí mismo: “si hago un esfuerzo, puedo tenerlo de una vez”.

Como mencioné, ya tuve la experiencia y eso que soy una persona muy disciplinada en mis finanzas personales. Logré pagar todo sin problemas, pero no me gustó: se redujo mi flujo de efectivo y con ello mi capacidad de ahorro para otras metas que de verdad me importan.

Por eso prefiero evitar este tipo de ventas, a menos que tenga algo muy específico, de alto valor, que necesite comprar. En general uso mi fin de semana en actividades que no impliquen pararme por un centro comercial.

Espero que esto no se malentienda: Sí se vale comparar precios y aprovechar ofertas, pero para lo que uno realmente necesita. Pero además, en México, hay otros momentos en donde las promociones son aún mejores. He aprendido a comprar mi ropa justo después de navidad, cuando empiezan las baratas y los precios, en esa categoría, son mucho mejores que los que se encuentran durante el Buen Fin. Hay que ser inteligente.

Si piensas aprovechar algunas de las ofertas del Buen Fin acuérdate de esto. Seguramente terminarás comprando algo que no tenías pensado. Si lo haces que sea para aprovechar descuentos reales y precios reducidos, no simplemente las mensualidades sin intereses. No comprometas tu libertad financiera.

A menos que tengas un objetivo claro –una necesidad que planeaste solventar durante el Buen Fin, mejor ni te pares en los comercios, para no caer en tentaciones y terminar comprometiendo, con los meses sin intereses, tu flujo de efectivo futuro. No te quites capacidad de ahorro. Enfócate en las metas y objetivos de vida que realmente importan.

contacto@planeatusfinanzas.mx

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Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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