Lectura 4:00 min
Crece la percepción de impunidad y corrupción
Durante todo este sexenio el último año ha sido el más estable en términos económico-financieros y el que más se ha acercado a los pronósticos de los analistas privados.
Nada que ver con el arranque del régimen de López Obrador que se estrenó con una inesperada recesión y después el mundo entero fue sorprendido por la pandemia que echó por la borda cualquier estimación medianamente aceptable.
La impericia del gobierno actual para enfrentar la crisis de Covid-19, la pobre recuperación económica nacional posterior y la irrupción de las altas inflaciones también hicieron difícil tener predicciones aceptables durante el par de años posteriores.
Pero el 2023, en especial después del primer trimestre, dio más tranquilidad a la economía, el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió como lo esperaban sólo los pronosticadores más optimistas y los precios mantuvieron, no sin dificultades, su proceso desinflacionario.
Entonces, cuando comparamos las estimaciones que había hace un año de lo que se esperaba con la economía con los resultados obtenidos y con los pronósticos vigentes en este momento, podemos ver que hemos tenido un año de estabilidad.
Hace un año, los expertos del sector privado que consulta el Banco de México de manera mensual estimaban que la inflación general al cierre de este 2024 sería de 4.10 por ciento.
No es precisamente una buena noticia que un año después, en la encuesta que recién conocimos, estos expertos ven una inflación general al cierre de este año en 4.08 por ciento. Todo un año de tasas de interés estratosféricas y no se logra todavía mejorar la estimación hacia la meta del banco central.
¿Dónde se pusieron optimistas? Este grupo de expertos estimaba en la encuesta de marzo del año pasado que el PIB de México habría de expandirse en este 2024 en 1.80 por ciento.
Un año después, en la encuesta recién revelada ayer por parte del banco central, este grupo de expertos estima un crecimiento para este año de 2.40 por ciento. Ya veremos si con los datos del primer trimestre se mantienen tan optimistas.
Ahora, donde sí han tenido que corregir de forma drástica sus estimaciones estos expertos es en los asuntos que tienen que ver con la actuación del gobierno federal y que se resume en el apartado de gobernanza dentro del cuestionario de que les pide una opinión sobre los factores que pueden entorpecer el crecimiento futuro de la economía nacional.
Resulta que, en un año, desde la encuesta de marzo del 2023 a la de marzo de este 2024, la percepción de los expertos de que la corrupción que vive el país es un lastre para el crecimiento creció 140% y la apreciación de la impunidad como un obstáculo para el desarrollo creció 100 por ciento.
Es un hecho que la gobernanza, inseguridad pública, corrupción, falta de Estado de derecho, impunidad e incertidumbre política, es identificada como lo que más afecta el crecimiento de México, todos con cargo a la inacción gubernamental.
Pero tener un país en el que se mejoran las expectativas de crecimiento, se mantienen los estimados de inflación, pero que identifica que los problemas de inseguridad y corrupción crecieron más de 100% en un año, es un país que tiene muy claro cuál es el foco de sus problemas.