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Opinión

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El bajo Höfner de Paul McCartney perdido y encontrado

El bajo Höfner 500/1 de Paul McCartney estuvo perdido por medio siglo. Foto: Cortesía The Bass Project

El bajo Höfner 500/1 de Paul McCartney estuvo perdido por medio siglo. Foto: Cortesía The Bass Project

En la mitología del rock los instrumentos perdidos o destruidos se han convertido en artefactos sagrados como si fueran el Santo Grial. Uno de aquellos artefactos era el legendario bajo Höfner 500/1 que perteneció a Paul McCartney y estuvo perdido por medio siglo, hasta que recientemente fue regresado a su dueño original. El instrumento estuvo perdido por cinco décadas, hasta que un grupo de arqueólogos musicales emprendieron su búsqueda y tuvieron éxito. La misión suena mitad historia de detectives y mitad arqueología.

La búsqueda fue iniciada en 2018 por Nick Wass, un empleado de Höfner, el fabricante de instrumentos musicales y de aquel legendario bajo. Wass decidió rastrear el instrumento. La misión se estancó por falta de información y el asunto languideció como un caso pendiente para un detective por un tiempo. Cinco años después, en mayo de 2023, se unieron los periodistas Scott y Naomi Jones y en conjunto lanzaron el proyecto The Lost Bass como un esfuerzo para encontrar este artefacto musical perdido. 

The Beatles tocó en el Shea Stadium frente a un público de 55,000 espectadores el 15 de julio de 1966. Foto: Facebook.com/TheBeatles

The Beatles tocó en el Shea Stadium frente a un público de 55,000 espectadores el 15 de julio de 1966. Foto: Facebook.com/TheBeatles

Back to the future: en julio de 1961 un joven Paul McCartney compró un bajo Höfner 500/1 en una tienda de Steinway & Sons en Hamburgo por un precio de 360 marcos alemanes de aquel entonces (unas 31 libras o 665 pesos actuales). El bajo era de la misma marca que usaba su entonces compañero Stuart Sutcliffe. Cuando Sutcliffe anunció su salida de The Beatles en 1961 para concentrarse en su propia carrera. McCartney fue asignado al puesto de bajista y decidió comprar un bajo parecido al que ostentaba su antiguo colega. 

McCartney usó aquel instrumento, con el que característicamente se le ha identificado, durante toda la carrera de The Beatles. Fue su instrumento durante las estancias en Hamburgo donde el cuarteto de Liverpool se forjó y ayudó a definir el sonido de The Beatles desde los primeros álbumes: Please Please Me y With The Beatles. Ese Höfner 500/1, es el bajo que escuchas en la primera nota de “Love Me Do”, “Twist and Shout”, “She Loves You” y más canciones. Es el mismo que con el que tocó en la primera aparición de The Beatles en el Show de Ed Sullivan, en el mega concierto del Shea Stadium en 1965 y con el que tocó en el último concierto en la azotea de los estudios Abbey Road cuatro años después. 

Aquel bajo Höfner con forma de violín fue robado de un camión blanco que resguardaba el equipo de McCartney y su banda de entonces, los Wings, la noche del 10 de octubre de 1972 en la zona de Ladbroke Grove, en Londres, Inglaterra. El camión había sido estacionado en la calle por los ingenieros de sonido Trevor Jones e Ian Home. A la mañana siguiente el camión amaneció desvalijado: unos ladrones habían robado uno de los bajos más importantes en la historia de la música contemporánea. En el robo también se perdieron una guitarra y dos amplificadores Vox AC30.

El interés por encontrar ese instrumento nunca se perdió y con el tiempo aquel bajo se convirtió en una pieza digna de encontrar por Indiana Jones.

En las primeras semanas después de haber lanzado The Lost  Bass Project, el equipo de investigadores recibió más de 100 pistas y unos 600 voluntarios se ofrecieron para ayudar en la misión. La siguiente parte fue encontrar quién había sustraído aquellos instrumentos esa noche de octubre de 1972. Los investigadores pudieron localizar al ladrón, a través de referencias de quienes vivían en aquel vecindario y hallaron otra pista clave: que el ladrón vendió el bajo al dueño de un bar de la zona de Notting Hill.

Luego de haber lanzado la campaña, un joven de nombre Ruaidhri Guest escribió al equipo de investigadores para informarles que ese instrumento se parecía a uno que había heredado de un familiar y que tenía arrumbado en un ático. Luego de autenticar el objeto, los investigadores concluyeron que ese el bajo es el Höfner 500/1 que Paul McCartney había comprado en 1961. Fue devuelto al ex Beatle para reencontrarse con el instrumento medio siglo después. 

Este legendario bajo Höfner 500/1, como bien dice el renombrado arqueólogo Indiana Jones, debería estar en un museo preservado para la posteridad.

antonio.becerril@eleconomista.mx 

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Coordinador de Operaciones Online. Periodista. Desde el 2019 escribe la columna semanal sobre música “Mixtape” en El Economista. Ha sido reportero de tecnología y negocios, startups, cultura pop, y coeditor del suplemento de The Washington Post y RIPE.

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