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Opinión

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El mundo occidental en alerta; los commodities buscan refugio

FILE PHOTO: A pump jack operates in the Permian Basin oil and natural gas production area near Odessa, Texas, U.S., February 10, 2019. Picture taken February 10, 2019.    REUTERS/Nick Oxford/File Photo-NARCH/NARCH30

FILE PHOTO: A pump jack operates in the Permian Basin oil and natural gas production area near Odessa, Texas, U.S., February 10, 2019. Picture taken February 10, 2019. REUTERS/Nick Oxford/File Photo-NARCH/NARCH30Nick Oxford, X03416

Estos serán, sin duda, tiempos de volatilidad por temas externos en medio de un cambio de estaciones productivas en el planeta. El hemisferio norte terminará su cosecha en los próximos días y el Departamento de Agricultura se pronunciará

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Siempre un placer saludarte y  lo hacemos con mucho pesar por las vidas de inocentes que fueron victimados el fin de semana y los que están aún por ser lamentados.

El conflicto judío–palestino entrará en una zona de intratable e indescriptible. No haremos reseña histórica no de razón, solo diremos que el poderío israelí ha sido lacerado, el estado de supremacía regional retado y sin duda se muestran vulnerabilidades no pensadas.

Sin embargo, esto último es algo que Israel entiende bien, y ahí el meollo del asunto, pues saben que muchos países vecinos dependen de que Israel pueda seguir siendo el fiel de la balanza en la proliferación nuclear de la región.

Con lo anterior, si Israel no puede establecerse categóricamente, muchas naciones vecinas tendrán que acudir a desarrollar armamento nuclear para disuadir ataques de vecinos incomodos, y para muchas de estas naciones el vecino incomodo es Irán. Israel en la respuesta ejemplar debe afirmar que, si bien fue doblado, no se rompió, la unidad regresa y la purga interna vendrá más adelante, en el camino la región encontrará nuevas fronteras y esto definitivamente podría tener una línea directa en los precios energéticos del mundo.

La primera reacción será esta, luego se hablará de alimentos. Respecto de los últimos, la zona no es una gran consumidora o productora de estos, así que “fundamentalmente” no habría mayor diferencia, en la medida que la situación no escale y ahí es donde tenemos que ver cómo Israel borda fina la respuesta.

El estado de cosas presente para los mercados es uno de riesgo fuera, la idea es que lo más seguro es lo más amarrado ante la potencial y repetida volatilidad regional. Eso se suma a la presente intención de ver bancos centrales combatir precios al alza, así que los grandes manejadores de fondos encuentran pocos argumentos para invertir en canasta de commodities.

Hemos visto el precio del petróleo subir, para luego bajar, y ahora dudar. Si en el corto plazo el efecto de la guerra en el Oriente Medio se contiene a la territorialidad de Israel, y no se involucra Líbano, Jordania, ni Siria, parecería que el estrecho de Ormuz no se vería interrumpido; sin embargo, si Israel en su respuesta incluye ataques tácticos en Siria o Irán, las cosas podrían ponerse mal.

Estos serán sin duda tiempos de volatilidad por temas externos en medio de un cambio de estaciones productivas en el planeta. El hemisferio norte terminará su cosecha en días a venir, y en breve escucharemos al Departamento de Agricultura de Estados Unidos opinar al respecto.

Una vez terminada la cosecha, estaremos de lleno revisando las labores de siembra en el hemisferio sur, y para dicho paraje diremos que está faltando agua sin dudas. No es crítico aun, pero ya es notorio.

Veamos cómo se desarrolla lo que a todas luces representa una zona de inestabilidad en los macros, con retos propios en el mundo de los commodities agrícolas donde la falta de agua se hace, sin dudas, áspera.

Te saludo con mucho gusto y me despido preguntando si en eso de administrar riesgos y volatilidad estás en buenas manos.

aochoa@rjobrien.com

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