Lectura 4:00 min
Factores relevantes del entorno mundial 2024
Los futuristas tenemos un botón mágico. Seguimos cada afirmación sobre un pronóstico fallido con un "pese a ello".
Alvin Toffler, sociólogo y futurólogo estadounidense.
En términos económicos, el próximo año tiene como uno de sus aspectos más relevantes el comportamiento posible de las tasas de interés. En los últimos 15 años, el mundo ha enfrentado ciclos cambio de trayectoria en las tasas a nivel mundial, vinculados a los esfuerzos en distintos países para enfrentar condiciones de contracción/recesión económica o de expansión inflacionaria.
Vimos entre el 2004 y el 2007, un incremento acelerado de la tasa de referencia, que en Estados Unidos pasó de niveles de 1% a un pico de 5.25 por ciento. Después, ante la crisis hipotecaria del 2008, las tasas se recortaron a niveles no vistos en la historia reciente, llegando incluso al terreno negativo, no sólo para bonos gubernamentales, sino incluso para instrumentos de deuda corporativa (en países europeos).
En EU, las tasas cayeron casi a 0% y a nivel mundial las tasas también cayeron buscando reactivar la economía que había enfrentado un freno brutal por la crisis. Este proceso se vio acompañado, en muchas economías desarrolladas, por inyecciones adicionales de liquidez a través de la compra de instrumentos de deuda en el mercado. Todo este exceso de liquidez provocó enormes distorsiones que, hasta la fecha, aún enfrentamos en los mercados financieros globales.
A partir del 2016, las tasas empezaron nuevamente a crecer, si bien no llegaron a los niveles previos; pero la tendencia de crecimiento hacia niveles superiores se vio bruscamente interrumpida por la crisis sanitaria derivada de la pandemia.Este fenómeno, claramente grave a nivel mundial, que interrumpió las cadenas de suministro y afectó la oferta y la demanda global de bienes servicios, generó un nivel de incertidumbre que llevó a que los bancos centrales nuevamente ajustaran a la baja sus tasas de referencia, en niveles otra vez cercanos a cero para las economías desarrolladas; tratando de, nuevamente, generar un efecto de aceleración de la recuperación económica.
Por una combinación de factores, entre los que se encuentran la inyección de liquidez en distintas economías, la afectación de cadenas de suministro y la escasez de productos derivada de la pandemia; así como fenómenos coyunturales como procesos bélicos, impulsaron a nivel global un crecimiento acelerado de los precios, enfrentándose a una inflación en la mayor parte del mundo que tenía décadas sin haberse visto; generando así nuevos desequilibrios que llevaron otra vez a la necesidad de una corrección de la política monetaria.
Nuevamente las tasas crecieron aceleradamente en casi todo el mundo, para tratar de frenar la escalada de precios. Esta subida ha generado efectos muy complejos en la operación del aparato productivo a nivel mundial y por supuesto en nuestro país.
El costo del crédito para las empresas ha provocado una afectación grave en algunos sectores que aún no terminaban plenamente de recuperarse de los efectos de la pandemia. Ahora, pareciera haber un consenso en que iniciará una corrección del rumbo de las tasas, ahora en bajada. Pero lo que no queda tan claro es cuál será la velocidad de esta corrección y su profundidad en los distintos países.
En el caso de México, históricamente hay una correlación importante entre la tasa de referencia del Banco de México con la tasa de la reserva federal; pero en los últimos ciclos México ha tenido en el inicio o el final de cada tendencia, comportamientos no necesariamente vinculados a decisiones de la reserva federal.
Existe una preocupación por cuidar la inflación y porque existen además en distintos países, mecanismos complementarios que generan presiones inflacionarias; como por ejemplo ajustes consecutivos en los salarios, muy superiores a la inflación promedio.
Siendo el próximo año, además, un año electoral existen otros factores de índole política que incidirán en las decisiones de política monetaria. Por ello, las decisiones sobre la tasa de referencia el próximo año tendrán consecuencias fundamentales de largo plazo para nuestro país.