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Fusión Televisa-Megacable: competencia deseable vs. competencia posible y los convidados de piedra
Agradezco la colaboración de los Maestros Jhonatan López Samperio y Pedro Terrazas Briones.
La propuesta. En diciembre del 2022 Grupo Televisa presentó a Megacable una amplia y elaborada propuesta de fusión de sus redes fijas. Tenía la lógica de buscar sinergias y eficiencias dado que, en general, sus redes operan en territorios distintos, por lo que evitarían duplicidad de tendido. Además, apuntaría a unir capacidades ante el eventual ingreso de América Móvil al mercado de televisión restringida.
La negativa. El planteamiento de Grupo Televisa consistía en voluminoso legajo, expedita y parcamente rechazado por Megacable, que ha referido que su plan de desarrollo sería más redituable para los accionistas, sin mostrar algún análisis puntual justificando el pretendido valor superior. Siendo Megacable empresa pública, se esperaría que existiera alguna exposición detallada.
Los números. El segmento Grupo Televisa cable es la principal red convergente de telecomunicaciones fijas del país, con 18.7 millones de casas pasadas (sean o no clientes); más de 15.9 millones de unidades generadoras de ingresos (RGU), que suman distintos servicios pagados por un mismo suscriptor; ARPU mensual (ingreso promedio por usuario) superior a 500 pesos; ingresos 2022 de 48,500 millones de pesos (Reporte 4T 2022).
Megacable tiene 11.5 millones de casas pasadas; 4.4 millones de suscriptores, cuyos servicios empaquetados representan 11.2 millones de RGU; ARPU mensual 420 pesos; ingresos en 2022 de 27,155 millones de pesos, y utilidad neta anual de 3,753 millones, equivalente al 13.82% de sus ingresos (Reportes 2022 y 4T 2022).
A nivel nacional (3T 2022 IFT BIT) Grupo Televisa tenía 65.8% de los suscriptores de TV restringida, Megacable 22% y Grupo Salinas (Totalplay) 11%. En internet fijo (1T 2022 id.) Grupo Televisa 26.1%, Megacable 14.9%, América Móvil 41% y Grupo Salinas 15.7%. En telefonía fija (3T 2022 id.) Grupo Televisa 25.6%, Megacable 14.8%, América Móvil 39.2% y Grupo Salinas 17.2%.
La competencia. Grupo Televisa y Megacable habían evitado incursionar en territorio rival. En 3T 2020 Grupo Televisa estaba solo en el 6.5% de los municipios que servía Megacable (Estudio IFT UCE 2021). Por hechos relacionados IFT impuso sanción, revertida en tribunales.
Lo aquí expresado no sugiere, en modo alguno, que la no competencia sea preferible. Por el contrario, por sus beneficios a la sociedad, la competencia tiene un valor superior indiscutible a cualquier interés privado. Lo que aquí se comenta es la viabilidad de un plan particular de negocios, en el contexto complejo del sector.
El Internet. El objetivo de fondo y de largo plazo de Televisa y Megacable (aun de Telmex) no sería realmente la televisión restringida, servicio en descenso, que pasó de un máximo de 72 accesos por cada 100 hogares en el 1T 2021, a 61 en el 3T de 2022 (IFT BIT). La televisión de paga no genera grandes márgenes de beneficio, dado el empaquetamiento de canales impuesto por integradores de contenido, que fuerza la inclusión de señales de escasa audiencia.
El internet, en cambio, es cada vez más demandado. Los accesos por 100 hogares pasaron de 57 en el 1T de 2020, al inicio de la pandemia, a 70 en el 1T de 2022 (IFT BIT). Su margen de utilidad es muy superior al de la televisión de paga.
Al 4T 2022 Megacable tenía 4.13 millones de suscriptores de internet y 3.67 de video. Grupo Televisa cable 5.98 millones en internet y 4.45 en video.
Luego entonces, el objetivo no es dominar (o ingresar a) el mercado de televisión restringida per se, donde no se gana mucho, sino integrarlo a una estrategia convergente (múltiple play) que permita mantener y aumentar participación en mercados más rentables y de mejor prospectiva, como el de acceso a internet.
El plan. Megacable ha publicitado su decisión de expandirse a territorios servidos por otros operadores, en ambicioso proyecto a 2025, con inversión total cercana a 40,000 millones de pesos, para cubrir 8 millones de casas adicionales. Espera capturar 25% de ese mercado.
La consistencia. El plan de expansión de Megacable tiene aspectos a observar. No es el presente un análisis que pretenda definir la cuestión, sino aportar consideraciones que permitan situar el tema.
A fin de clarificar, se asume que el escenario futuro proyectado por Megacable se cumple hacia 2025, manteniendo otros indicadores sin cambio.
En este sentido, se tiene que la tasa de penetración de servicios de Megacable es de alrededor de 40% de suscripciones únicas sobre el total de casas pasadas; que los territorios de expansión son servidos principalmente por Grupo Televisa con tasa de penetración semejante, y que puede sumarse ponderadamente a Totalplay, que hacia 3T 2020 cubría el 74% de los municipios servidos por Grupo Televisa (Estudio IFT UCE 2021), con penetración de 25%.
Esto llevaría a que, de 8 millones de casas pasadas adicionales (imputando para fines de exposición una penetración total del 55% por operadores análogos) alrededor de 4.4 millones serían suscriptores. Si Megacable captura el 25%, tendría 1.1 millones de nuevos suscriptores. Con ARPU mensual de 420 pesos los ingresos anuales adicionales rondarían 5,500 millones de pesos. Dada una utilidad neta de 13.82% sobre ingresos, su utilidad neta adicional anual en el corto plazo sería de alrededor de 750 millones de pesos, para una inversión de 40,000 millones.
Empero, la tasa de cancelación anual (churn) de Grupo Televisa y Totalplay, actualmente competidores entre ellos, es inferior a 2%, por lo que el 25% buscado por Megacable para 2025 parece inverosímil, e improbable en el mediano plazo, lapso en el que arrastrará el costo de la inversión (deuda incluida).
Esta aproximación ceteris paribus tendría, en realidad, ajustes obligados dadas las dinámicas del mercado. Por ejemplo, la guerra de precios bajaría el ARPU (al igual que la paulatina desconexión de video), aunque incremente la penetración de servicios y con ésta los ingresos. Megacable avanzaría a las zonas más rentables, con mayor porcentaje de suscripción, pero tendría menor utilidad por costo de deuda.
El quid es que Megacable planea casi duplicar su cobertura, obteniendo, acaso, menos de 25% de utilidad neta adicional.
La inversión. En el plan de expansión de Megacable tiene un rol central su sólido capex: 9,466 millones de pesos en 2021 (inicia la expansión) y 11,837 millones de pesos en 2022 (expansión en pleno). No hay datos desagregados de capex de inversión y de mantenimiento o actualización, pero se sabe que sus activos no circulantes de propiedades, redes y equipo pasaron de 36,500 a 45,200 millones de pesos (Reporte 2022).
Megacable ha reconocido la necesidad de endeudarse para expandirse. En 2022 emitió un programa de certificados bursátiles por hasta 15,000 millones de pesos. En una primera colocación obtuvo 4,459 millones de pesos a tasa fija de 9.82%, con pagos semestrales de intereses, y 2,527 millones de pesos a tasa variable (TIIE 29 días más 0.24%), con pago de intereses cada 29 días. Esta última tasa inició en 8.28% y ha crecido en 9 meses hasta situarse cerca del 11.8%. Los intereses anuales de esta colocación serían 700 millones de pesos aproximadamente. Destaca que 70% de esta deuda fue destinada al pago de otra anterior y solamente 22% a inversión. La deuda neta total de Megacable pasó de 4,500 a 13,100 millones de pesos de 2021 a 2022, aunque su apalancamiento es menor que el de sus rivales.
Por tanto, la factibilidad de completar el programa de expansión está sujeta al capex requerido, costo del financiamiento y retorno observado.
La respuesta. Grupo Televisa podría optar por diversas estrategias, disímiles en costo y riesgo. El escenario base sería no replicar el plan Megacable, no expandirse a sus territorios. Utilizar los recursos para conservar su base de usuarios mediante promociones limitadas a las zonas donde Megacable entre. También sería relevante su estrategia vía Sky.
En el otro extremo, Grupo Televisa podría incursionar en los territorios de Megacable con inversión masiva sustentada en aportaciones y deuda, desatando una competencia generalizada en precios, escenario que se tornaría inevitable de vislumbrarse que Megacable cumpliera sus metas a un punto crítico para sus competidores.
La otra. También respondería Totalplay, con 17 millones de casas pasadas, 4.5 millones de suscriptores (supera en internet y telefonía a Megacable), ARPU mensual arriba de 600 pesos. Si bien recientemente ha padecido estrés financiero, es parte del ubicuo poder de Grupo Salinas.
El AEPT. La posición más conveniente para América Móvil sería como atento espectador. Ya resiente (sin TV) la competencia de Grupo Televisa y Megacable, pues está presente en el 100% y 99.5%, respectivamente, de los municipios que sirven. También lo presiona Totalplay. El desgaste de Megacable por la respuesta de Grupo Televisa y Totalplay, o la competencia en precios limitada o extensa, condicionaría la decisión del AEPT de reducir tarifas para conservar usuarios.
Cabe, sin embargo, apuntar un escenario hipotético de intervención del AEPT, sin que haya elementos para sugerir que esté ocurriendo o pueda suceder. Dada la regulación asimétrica, sería riesgoso para el AEPT, por ejemplo, dar acceso preferente a su infraestructura pasiva y activa, lo que provocaría el reclamo de la industria fija y móvil en un tema sensible que podría resultar en importantes sanciones.
Si bien la deuda reciente de Megacable ha sido en certificados bursátiles ofertados públicamente, cualquier apoyo financiero que el AEPT llegara a dar, distinto de condiciones de mercado, pudiera configurar un caso similar a la concentración no notificada DISH-Telmex, que fue objeto de sanción.
Reitero que no hay indicios de intervención actual o potencial del AEPT. En cualquier caso, una abierta competencia en precios lo afectaría más ya que, en contraste con Megacable, Grupo Televisa o Totalplay, el AEPT no podría establecer precios diferenciados por regiones. De reducirlos, tendría que hacerlo en todo el país.
La validación. Si Grupo Televisa y Megacable decidieran fusionarse, seguramente procesarían la concentración como una no notificable, conforme al noveno transitorio de la LFTR (polémico precepto). Podría superar los requisitos ahí establecidos, que deberá revisar y validar el IFT.
Resalta el mandato del párrafo “d.”: “No tengan como efecto disminuir, dañar o impedir la libre competencia y concurrencia, en el sector…”, que permitiría al IFT, bien establecer un estándar elevado para, en su caso, validarla conforme a precedentes y previa demostración de eficiencias, a partir de información presentada por los interesados, y seguramente declarar poder de mercado a la fusionada; o, no obstante la existencia del AEPT, negar la validación por riesgos a la competencia, atento a sendas declaratorias recientes de poder de mercado a Grupo Televisa y Megacable, tras adquirir porciones de Axtel.
La prohibición. Una derivada es que, de concretarse la fusión, por reconsideración de Megacable o inviabilidad de su plan, y con motivo o tras la validación que otorgara el IFT, podría favorecer el fin de la prohibición de que Telmex (el AEPT) ofrezca televisión, no porque sea menester: las limitaciones constitucionales, legales y en el título subsistirían y eso sería “lo mejor de dos mundos” para los fusionados, sino porque las razones de fondo para la prohibición parecerían debilitarse y, en tal sentido, podría ser uno de los escenarios o condiciones que el IFT manejara.
Las conclusiones. El plan de expansión de Megacable inyectaría competencia valiosa en servicios fijos. Sin embargo, los requerimientos de capital, el costo de deuda y el probable exiguo retorno de la inversión, podrían comprometer su proyecto, al igual que la reacción de sus competidores, sea limitada a las zonas disputadas o en confrontación abierta y generalizada.
La posibilidad de que Megacable no tenga éxito en distinto grado lo debilitaría financieramente, impactando invariablemente también a Grupo Televisa, aunque en menor medida, al igual que a Totalplay; o a América Móvil por lo que hace al internet fijo.
El éxito de Megacable sería a costa de pérdida de utilidad relativa de todos, lo que dejaría mejor posicionada a América Móvil.
El valor de la fusión cae en proporción al avance del tendido y metas de Megacable. Rebasado el punto crítico que lleve a la confrontación amplia, se acercaría a cero.
El resultado no óptimo podría conminar a Megacable a reconsiderar la fusión con Grupo Televisa cable. La entrada del AEPT a la televisión podría ser impulsada por dicha fusión. Asimismo, la autorización para dar televisión que obtuviera Telmex, de forma independiente y en términos de la normatividad actual, precipitaría la fusión.
La competencia deseable es la competencia posible.
* Adolfo Cuevas Teja es excomisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).