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La fiesta de los amantes del acetato
La fiesta para los coleccionistas y amantes del vinilo se llama Record Store Day. Cada año miles de tiendas independientes de todo el mundo se congregan en esta fiesta para celebrar este formato que se niega a morir. Este 13 de abril, los amantes de los acetatos esperaran largas horas afuera de su tienda de confianza con la esperanza de conseguir alguno de los lanzamientos exclusivos que los sellos discográficos preparan para esta fecha especial. Esto es como el Black Friday para los coleccionistas y melómanos.
Los números no mienten. Durante el 2018, las ventas de vinilos en Estados Unidos ascendieron a 419.2 millones de dólares, un 7.8% más que el año anterior — 388.5 millones de dólares en el 2017— de acuerdo con la Recording Industry Association of America (RIAA). En el mundo, aunque las ventas en formatos físicos siguieron en declive, las ventas de acetatos creció 6% en el 2018, según el Global Music Report 2019 del IFPI.
Cuando inició Record Store Day en el 2008, el panorama de la industria musical era muy diferente. Las tiendas de discos empezaban a desaparecer, las plataformas digitales aún no dominaban la escena y las descargas musicales llevaban la batuta en un mundo que había sido destruido por Napster y los servicios de intercambio. En aquel año, las ventas de vinilos representaron el 0.6% de los ingresos totales de la industria discográfica y los CD’s —un formato arcaico en el SXXI—, acaparaban el 62.3 por ciento. Algunos consideraron al vinilo como una especie en peligro de extinción. Las plataformas de música no destruyeron a la industria y hoy son, para bien o para mal, la espina dorsal del negocio musical.
En sus inicios, Record Store Day era el secreto de los coleccionistas. Esta era una oportunidad para encontrarte a los colegas obsesivos que estaban en la misma misión de hallar alguna reliquia y compartíamos nuestros hallazgos. Mirábamos el bonche ajeno y secretamente anhelábamos agregarlos a nuestra pila de discos para quedarnos con ese sencillo oscuro reeditado por primera vez una eternidad después.
Al igual que cada año habrá varias docenas de ediciones especiales de artistas cuyos nombres no cabrían en este espacio para mencionarlos a todos y con un tiraje limitado. Las tiendas de discos de los centros comerciales también tendrán algunos de estos lanzamientos. Si tiene suerte, tal vez, podrás encontrar una de las 1,150 copias del sencillo de 7” de John Cage Meets Sun Ra, Music of Many Colours de Fela Kuti y Roy Ayers, Hallowed Ground de los Violent Femmes o una copia de las cintas de prueba del Blood On The Tracks de Bob Dylan después en otro lugar a un precio mayor.
Las más recientes celebraciones de Record Store Day son como un día de mercado, llenos de comida, bebida, música, ruido y aglomeraciones. Hacer una ruta por varias tiendas de discos tal vez tomará un par de horas, sin contar las largas filas para entrar en cada establecimiento, esperando ansiosamente a que nadie se lleve el disco que tú estabas buscando. Existen algunos que acampan afuera de las tiendas con un fanatismo desbordado y las ansias de pertenecer a un selecto club poseedor de estos artefactos cuasi religiosos que albergan en sus templos dedicados a los dioses musicales. Afortunadamente no hemos visto algún video donde la apertura de una tienda de discos se vuelva una batalla campal con salvajes arrebatándose los tesoros hallados.
Es innegable que para las tiendas de discos independientes iniciativas como esta les ayuda a mantenerse a flote en el complicado negocio de la industria musical, pero si realmente quiere apoyar a la causa habría que visitar la tienda de discos no sólo el día de la romería, sino todo el año. Los coleccionistas de discos le dirán que cualquier día es bueno para comprar un disco nuevo y las tiendas de discos están ahí esperándonos para encontrarnos con un nuevo descubrimiento.