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Las buenas noticias también pueden ser malas noticias
Las buenas noticias también son malas noticias.
El beneplácito del Gobierno español al priista Quirino Ordaz para convertirse en embajador fue celebrado como un éxito del presidente López Obrador.
Así lo deja entrever el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard mostrando el documento oficial del gobierno español en su cuenta de Twitter, en una semana en la que Panamá le envió al presidente López Obrador su postura sobre la designación de Pedro Salmerón como representante del gobierno mexicano en aquel país.
El documento panameño no fue mostrado por el canciler Ebrard, lo que deja entrever que, al día de ayer, no ha habido beneplácito.
Las posturas de los gobiernos español y panameño dejan material de estudio para los futuros miembros del Servicio Exterior Mexicano (SEM).
En el caso de España, tuvieron que pasar varios meses para que el gobierno del presidente Pedro Sánchez le diera al político priista el beneplácito. Han sido muchas críticas públicas del presidente mexicano en contra de España sin motivo estratégico relevante, poniendo en riesgo diplomático una de las relaciones más importantes para México.
En diciembre pasado esta columna reveló que el gobierno español no entregaría el beneplácito a Quirino Ordaz no solo como respuesta al comportamiento del presidente López Obrador en contra de España, también por los vínculos de Ordaz con actos de corrupción y, finalmente, por el mensaje que envía el presidente mexicano a España, al enviar a Ordaz, se traduce en una degradación en la relación bilateral al haber elegido a un político cuyo partido perdió las elecciones de Sinaloa el año pasado. Al existir roces en la relación, lo mejor hubiera sido enviar a un miembro del SEM.
Dos importantes fuentes de información, desde España, me confirmaron en diciembre que no le darían el beneplácito. Una de ellas la conozco desde hace 20 años, y en ese momento estaba vinculada al ámbito editorial de dos grandes casas: Seix y Salvat.
En países con muy buenas relaciones diplomáticas los beneplácitos se entregan en cuestión de días, no de meses.
Hace dos semanas, el secretario de Estado para América Latina y el Caribe, Juan Fernández Trigo, estuvo en la cancillería mexicana y, seguramente, acordó con la subsecretaria Carmen Toscano el beneplácito a cambio de que el presidente López Obrador ya no lance puyas contra España. Si fuera así, España mostraría cierta inocencia.
Al hacer público el beneplácito, el secretario Ebrard nos dice que es una buena noticia para AMLO y para el propio canciller. Para el SEM es una mala noticia, en particular para los que creen en la meritocracia y es mala noticia para la política exterior mexicana porque se confirma que la cancillería es una agencia de colocación.
Sobre Panamá, ojalá que el canciller Marcelo Ebrard mostrata la carta con la anuencia de Panamá. Sería interesante.
@faustopretelin