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Los precios miran al norte, pero van al sur
¿Qué pasa cuando el que debe vender no quiere vender? ¿y el que debe comprar también se dilata en hacerlo? Ambos tienen una visión sobre el futuro distinta y mientras el que vende piensa que los precios van a subir, el que compra asume que deben bajar
Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Te saludo con mucho gusto y espanto a la vez, tristemente lo que miramos en la televisión respecto de violencia en el mundo no es una película, es real. Etnia y religión, dos entidades de pensamiento abstracto que fanatiza al creyente y enfrenta al no creyente, los conflictos bélicos en Oriente Medio están llenos de lo anterior.
Triste es darnos cuenta de que, si bien esos pueden ser los motivos de forma, los motivadores de fondo en dichos conflictos son laicos y desarraigados. Quienes mueven conciencias realmente tienen un interés económico que tratan de imponer movilizando gente irracional víctima de su propia fantasía y fanatismo. El resultado siempre es el mismo, el inocente muere, y el manipulador solo agrega ceros en su cuenta bancaria.
Lo nuestro es entrar en temas un tanto más transaccionales, cosas que describiría como la narrativa de efectos que hacen que la X cruce con la Y definiendo un punto en el espacio al que llamaremos precio, o el acuerdo en el que alguien que compra se encuentra con alguien que vende.
Dicha acción realizada de manera repetida en el tiempo muestra una tendencia. Sobre el seguimiento e interpretación de tendencias se escriben tratados y de ahí derivamos análisis que intentan anticipar precios. Lógicamente los participantes que compran y venden al encontrarse lo hacen por motivos propios a su posición de riesgo.
Sin embargo, ¿Qué pasa cuando el que supuestamente debe vender no quiere vender? ¿y el que debe comprar también se dilata en hacerlo? Ambos tienen una visión sobre el futuro distinta y mientras el que debe vender piensa que los precios van a subir, el que necesita comprar asume que los precios deben bajar. En sentido estricto, esta inacción debería expresarse en una línea de precios estática; no obstante, los precios en una gráfica de maíz, soya, trigo, petróleo y anexas, sin duda manifiestan movimientos. ¿Cómo lo explicamos?
La liquidez en los mercados agrícolas en Chicago se deriva de la gran cantidad de participantes y los diferentes perfiles de riesgos que cada uno agrega; sin embargo, en tiempos recientes encontramos que el agricultor en Estados Unidos no quiere vender, pues siente que el precio debe ser mayor, y está apenas terminando su cosecha, mientras tanto el agricultor en Brasil que está apenas sembrando, tampoco quiere vender porque necesita saber cómo evoluciona dicha labor ante clima demasiado húmedo en el sur y seco en el norte, mientras que en Argentina el productor no quiere vender porque no puede vender ante el secuestro económico del gobierno, más los problemas agrícolas de secuela en las sequias repetidas.
Los compradores obviamente observan los cálculos de hojas de balance en el mundo y determinan que hay suficiente saldo exportable de maíz y soya en Brasil tras una campaña récord. EU, queriendo o no, tendrá la segunda cosecha más grande de su historia; Ucrania sigue embarcando maíz y trigo desde su precario corredor de granos, Rusia sigue surtiendo de trigo al mundo aun con sanciones económicas.
Si lo anterior no alcanza, piensa ahora que, ante la crecida de riesgos en los macros, tenemos un ambiente de guerra creciente y tristemente llama la atención cómo grandes empresas dedicadas a las inversiones, buscan comprar activos que estén relacionado con uranio. Eso es un mensaje difícil de tramitar, la verdad que no queremos ni hacer más derivadas de ver estos activos subir de precios.
La Reserva Federal nos hablará a media semana sobre tasas nuevamente, y si suben o amagan en medio de un escenario altamente incierto con lo que los participantes especulativos han decidido ponerse en las líneas laterales y tratar de acortar su exposición al riesgo.
Los que estaban comprados venden para neutralizar y los que estaban vendidos compran igualmente para bajar su exposición a un riesgo tácito potencialmente alto y altamente impredecible.
Si me estás siguiendo aun podrás resumir todo lo anterior en que el vendedor no vende, el comprador no compra, el especulador no arriesga, y el hacedor de política económica esta maniatado.
¿Qué hacemos con los campos que deben ser sembrados? ¿y las especies animales que deben ser alimentadas? ¿y los seres humanos que deben ser nutridos? Lógicamente en esta narrativa nos hace falta la conexión natural de lo que siempre termina en el estudio de fundamentales y hasta en ellos hay una extrema volatilidad, hemos visto una tormenta tropical transformarse en huracán en unas cuantas horas e impactar a destrucción el puerto de Acapulco y anexas, mientras en zonas agrícolas de México aguardamos lluvias que rompan con la sequía persistente. De igual manera estamos viendo lluvias increíbles en el sur de Brasil mientras el norte se queda seco.
Los mercados internacionales temen una desaceleración económica que derive en menos consumo y ante tanta duda, y eventos de pronóstico reservado, hay que mantener el orden y la disciplina en nuestros emprendimientos.
Altamente recomendable neutralizar toda la anterior narrativa y entender que los precios se mantienen irracionales más tiempo que uno solvente. Estos son los tiempos de saber administrar bien tus riesgos y evitar movimientos extremos que debiliten tus márgenes. ¿Estás en buenas manos?