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Monreal: obsesión por el control digital
“Esa radio es mía.” Esta frase pinta de cuerpo entero la trayectoria de control mediático de Ricardo Monreal. Esas cuatro palabras las pronunció cuando era gobernador de Zacatecas (1998-2004), refiriéndose a Radio Zacatecas 97.9 FM, la emisora pública de la entidad. Como legislador, Monreal ha presentado diversas iniciativas marcadas por ese mismo ADN controlador pero ahora en el entorno digital.
Controlar el video en línea. El 10 de septiembre de 2019 el líder de Morena en el Senado presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. No ha prosperado pero lo que pretende es que la televisión de paga y el video por Internet sean lo mismo. Crea una nueva carga regulatoria (típico del control) y define el video por Internet como televisión. La TV de paga se presta a suscriptores a través de redes públicas de telecomunicaciones que requieren una concesión, pero las plataformas no requieren dichas redes sino el acceso a Internet. ¿Para qué?
Controlar las plataformas. Quiere que los servicios de streaming de video requieran una autorización por parte del Instituto Federal de Telecomunicaciones para operar en México o desde el exterior. Actualmente, ese requisito no es necesario. ¿Para qué?
Controlar los contenidos. Quiere obligar a que las plataformas de video garanticen al menos 30% de su catálogo con producción nacional; sí, los mismos contenidos de mala calidad que nos hicieron huir de la televisión abierta comercial para refugiarnos en el streaming.
Controlar el impuesto digital. El senador también presentó una iniciativa a la Ley del Impuesto al Valor Agregado para que las plataformas de Internet paguen un impuesto digital especial con base en los -aún inexistentes- lineamientos o recomendaciones que emita la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, a pesar de que la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2020 ya contempla que las plataformas y empresas de Internet informen y paguen el IVA y el IRS a partir del 1 de junio de 2020.
Controlar la memoria. El 3 de diciembre de 2019 Ricardo Monreal presentó una iniciativa para modificar la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares para eliminar contenidos, datos e información en línea, incluidos antecedentes penales de personas. Desea instaurar un “derecho al olvido” para políticos y funcionarios de asuntos sobre los cuales tenemos derecho a saber.
Controlar el regulador. El 10 de junio Monreal presentó una iniciativa de reforma al artículo 28 constitucional para integrar en un solo regulador al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y las comisiones de Competencia Económica y Reguladora de Energía para crear el Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (Inmecob). Esta propuesta fue retirada por el propio proponente ante el rechazo generalizado que desató, porque fue palpable el intento por minar la autonomía y carácter especializado del IFT. ¿Para qué?
Controlar a los consejeros. La iniciativa reducía de 21 comisionados actuales a sólo cinco, pero su convocatoría, cumplimiento de los requisitos, entrevista y nombramiento obedecía a criterios políticos y partidistas. La propuesta erradica la convocatoria emitida por los órganos autónomos Inegi y Banco de México y el examen de conocimientos. Todo el procedimiento quedaba en manos del Senado de la República y los partidos, por lo que la independencia de los aspirantes al Inmecob quedaba seriamente comprometida. ¿Para qué?
Controlar a los regulados. Al ser los nombramientos de los cinco consejeros producto de una convocatoria y selección políticas, los hacía más vulnerables a la captura regulatoria por parte de los agentes económicos, el gobierno, los legisladores y los partidos que los respaldaran. Así se transita fácilmente de una regulación técnica a otra política-clientelar.
Controlar el acceso a Internet. El 19 de marzo de 2020 el senador Monreal presentó (y ya se aprobó sin discusión en las cámaras de Senadores y Diputados y sólo espera su publicación en el Diario Oficial de la Federación) una iniciativa para reformar la Ley Federal de Derechos de Autor, para que los titulares de los derechos patrimoniales puedan autorizar o prohibir el acceso público a contenidos que se difundan a través de banda ancha e Internet. ¿Para qué?
Controlar los dispositivos. La propuesta contempla que si los dispositivos electrónicos se destinaron para cometer una conducta ilícita, debieron haber tenido protecciones tecnológicas efectivas para salvaguardar los derechos de autor. ¿Para qué?
Controlar a las personas. Los funcionarios, agentes o contratistas del gobierno podrán dedicarse de manera lícita a labores de inteligencia, seguridad nacional o tareas gubernamentales para suspender, alterar o modificar la información sobre derechos de autor. ¿Para qué?
Controlar a los proveedores de servicios en línea. Cualquier persona que almacene o redireccione a sitios o directorios en Internet los obliga directamente a remover, retirar, eliminar o inhabilitar el acceso a contenidos con derechos de autor que estén alojados en sus sistemas, una vez que sean notificados por los titulares de tales derechos. Este mandato de ley se realizaría sin ninguna orden judicial, sin presentación de pruebas y sin ningún juicio. Con ello el senador Monreal destruye el debido proceso: el conjunto de formalidades esenciales que deben observarse en cualquier procedimiento legal, para asegurar o defender los derechos y libertades de toda persona acusada de cometer un ilícito.
Coartar la libertad de expresión en el entorno digital, censurar en línea, eliminar o remover contenidos y datos de Internet, decidir qué vemos en las plataformas o vulnerar la autonomía de organismos reguladores son asuntos de la mayor predilección del político morenista. Piensa que, como Radio Zacatecas cuando fue gobernador, la libertad de los usuarios de buscar, recibir y difundir información en Internet es suya. Se equivoca. La muestra de ello está en el amplio rechazo de la sociedad a todas estas iniciativas que evidencian su obsesión genética por el control mediático y digital, producto de épocas en las cuales él se formó como político, pero a las cuales no queremos volver.
*El autor es presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
Twitter: @beltmondi