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Opinión

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Netanyahu debería de renunciar por el bien de Israel

El Derecho Internacional es la última escala antes de llegar al abismo.

El primer ministro de Israel se irá quedando sin apoyos internacionales conforme el número de civiles inocentes muertos gazetíes se incremente.

Son condenables el acto terrorista de Hamás ocurrido la mañana del sábado 7 de octubre en la que fueron asesinados 1,400 israelíes civiles inocentes y fueron tomados como rehenes más de 200, al igual que la respuesta del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu quien ha decidido no distinguir entre terroristas e inocentes en sus bombardeos.

El embajador de Israel en la ONU, Gilad Erdan, se equivoca al colocarse una estrella de David en la solapa de su saco en un intento de contemporizar la persecución nazi. Es claro que, por respeto al gobierno del canciller Scholz y a la población alemana en general, y también a los familiares de las víctimas israelíes durante la Segunda Guerra Mundial, que Erdan no debería de intentar manipular los hechos actuales a través de la historia en la que murieron seis millones de judíos.

Lo hace desde la ONU.

Erdan cumple funciones diplomáticas. No es un peatón que realiza pintas en edificios de París. Tiene responsabilidades en momentos muy delicados.

El mundo civilizado entiende lo ocurrido el 7 de octubre, pero no da luz verde para una venganza generalizada. La justicia debería de ser aplicada a los terroristas de Hamás. Y el Derecho Internacional deberá de ser aplicado al Gobierno de Netanyahu.

Criticar al Gobierno de Netanyahu no es prueba suficiente para conjeturar que se trata de un acto anti semita.

Se sabe que los terroristas de Hamás usan a inocentes como escudos humanos. No es razón suficiente para lanzar ataques masivos.

La decisión que tomó Gilad Erdan de colocarse una estrella de Davod es una muestra representativa del perfil del gobierno de Netanyahu. Un Gobierno de extrema derecha ultra conservador y ultra religioso, que no está en condiciones para manejar una crisis como la que pasa Israel.

Netanyahu se tiene que ir ya por el bien de los israelíes y de la humanidad.

Estuve en Tel Aviv y Jerusalén tres meses atrás. Platiqué con manifestantes israelíes que piden la renuncia de Netanyahu por intentar poner freno a libertades. Netanyahu está en proceso de convertirse en un autócrata.

Eso ocurría antes del 7 de octubre. Hoy, 8.2 millones de judíos alrededor del mundo no son reflexionados por Netanyahu.

Se equivoca Netanyahu si cree que el control sobre Hamás lo tendrá si somete a la Franja de Gaza. El terrorismo es una ideología no un ejército. Ya se han visto brotes de odio en las calles de París o en universidades de Estados Unidos; en jardines chinos o en cementerios de Viena.

Hamás gana con Netanyahu en el Gobierno.

@faustopretelin

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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