¿Por qué es necesaria una reforma al sistema de pensiones?

Las tendencias demográficas en el país, las características del mercado laboral, las bajas tasas de aportación tanto obligatoria como voluntaria que han prevalecido en los 22 años de existencia del sistema, así como el reto de disminuir la desigualdad entre los mexicanos, apuntan hacia la necesidad de ajustar cuanto antes el sistema de ahorro para el retiro creado en 1997.

Una de las principales razones que vuelven impostergable la reforma al sistema de pensiones es el cambio demográfico, la expectativa de vida de la población se ha incrementado, mientras que la edad de retiro se ha mantenido. Hace una década decíamos que los 40 eran los nuevos 30, y ahora se dice que los 50 son los nuevos 30.

Esto implica que los trabajadores corren un mayor riesgo de longevidad. Es decir, un riesgo de que los años, para los que se requiere que sus recursos alcancen, sean demasiados. La alternativa de pagar pensiones por parte de los trabajadores en activo, es inoperante, puesto que también se ha dado un cambio demográfico en torno a las tasas de natalidad, en algunos años, no existirán suficientes trabajadores en activo que pudieran mantener a los trabajadores jubilados.

Por otro lado, el mercado laboral mexicano sigue siendo predominantemente informal. De la población económicamente activa, 60% trabaja o trabajará, en algún momento, fuera del mercado laboral formal. Esto impide que un altísimo número de mexicanos pueda acceder a los beneficios del ahorro para el retiro. Que una persona alcance los años de trabajo requeridos para una pensión mínima se vuelve poco probable.

Tal vez el factor más relevante es que las aportaciones obligatorias para la pensión de los trabajadores sólo representan 6.5% de su salario. Esto refleja una contribución muy por debajo del promedio internacional que se ubica por encima de 10%, mientras que las aportaciones voluntarias son prácticamente inexistentes. Esto, más allá de los importantes niveles de rendimiento que otorga el sistema de cuentas individuales, implica que los montos de ahorro serán insuficientes. Es fundamental incrementar las aportaciones obligatorias y generar incentivos adicionales para que los trabajadores complementen su ahorro con contribuciones voluntarias.

Por tanto, el objetivo de cualquier propuesta de reforma debe buscar poner en marcha medidas y condiciones que generen los recursos económicos necesarios para que los trabajadores, sin importar su ingreso, tengan una mejor jubilación.