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Opinión

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¿Quién, cuándo y cómo se le va a hacer frente al cobro de piso?

Hace un par de semanas, Media Group, una empresa de telecomunicaciones sufrió un atentado en varias de sus instalaciones en distintas localidades de Michoacán – Apatzingán, Uruapan, Múgica, La Huacana y Gabriel Zamora- por no llegar a un acuerdo por el pago de un cobro de piso. Lo más grave del asunto, es que, de acuerdo con la información dada a conocer públicamente, los criminales además del pago, exigían ser socios de la empresa proveedora de internet, radio, televisión y telefonía celular… ¿Qué significa esto? Que no sólo el dinero basta, sino el intento de controlar el manejo de la administración de la empresa. Hasta el momento, no se tiene información sobre los perpetradores y la denuncia por parte del grupo, se haría ante  la Fiscalía General de la República.

Ante este hecho, la pregunta sobre el alcance de los grupos criminales y su capacidad para controlar, imponer, someter y amedrentar a empresas micro, pequeñas medianas y en menor medida grades es un tema delicado, sin que hasta el momento se hayan tomado cartas en el asunto por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno para hacerle frente. Si retomamos la información de la Encuesta de Victimización (ENVIPE, 2023), tan solo en 2023, el delito de cobro de piso y distintas formas de extorsión, ocupó el tercer lugar de recurrencia a nivel nacional y se presentó en al menos 23 estados del país, esto considerando que dicho conteo se basa en denuncias presentadas ante ministerios púbicos y contabilizadas en carpetas de investigación. En este sentido, el delito de cobro de piso crece en la mayoría de las ciudades controlando todo a su paso, desde negocios ambulantes, hasta empresas constructoras, mineras, sector hotelero, restaurantero, cadenas de tiendas de conveniencia, misceláneas, mercados y todo tipo de rubros, y sus cobros van desde los 50 pesos hasta los 250,000 pesos, semanales, quincenales o mensuales dependiendo el giro comercial. 

Si partimos del supuesto de que aproximadamente el 93% de las denuncias de extorsión de conformidad a la misma encuesta no se denuncian por miedo a represalias, el cobro de piso, la inseguridad y las extorsiones, son hoy por hoy una bolsa sin fondo para grupos criminales, que les permite incursionar en sectores económicos, que para muchos incluso pueden ser más redituables que el de las drogas, y lo mejor de todo, es que no tienen que invertir ni un solo centavo.

Para tener una idea de la gravedad del asunto, tanto solo entre 2020 y 2022, la Concanaco (Confederación de Cámaras Nacionales de Comercios, Servicios y Turismo) dio a conocer que, de sus 750 mil empresas afiliadas, al menos 35 mil salieron del mercado debido a la inseguridad, bloqueos en carreteras y la criminalidad provocando pérdidas por aproximadamente 277 mil millones de pesos.

Ahora bien, si pensamos como estos delitos afectan a las localidades, podemos tomar el caso de los artesanos de Taxco, que el año pasado, denunciaron que los grupos criminales les cobraban 408 pesos semanales y hasta tres mil mensuales, para poder poner sus puestos de artesanías en el centro sin que nadie los detuviera. Si se toma en cuenta, que aproximadamente se habla de 3,000 puestos, las ganancias mensuales para el crimen pudieran ascender a más de millón de pesos por semana. Así, podemos a su vez considerar otros casos donde las extorsiones y cobros de piso son muy redituables, como por ejemplo el cobro a las bases de taxistas en la zona sur de Tamaulipas, que pueden ir desde 400 hasta 600 pesos semanales dependiendo la base, si consideramos que existen aproximadamente 10,000 taxis, las ganancias no son nada despreciables. Los casos desgraciadamente son infinitos... Se le ha dado poca atención al cobro de piso y a las extorsiones, sin querer reconocer que es un delito que como un cáncer lacera poco a poco o intempestivamente todo el organismo, sin que hasta ahora se le haga un verdadero frente común y se le dé la importancia que requiere. La extorsión y el derecho de piso van de la mano de la confianza de las inversiones y el desarrollo económico de una localidad, región, o estado. Sin garantías de desarrollo económico, el destino de una localidad, o región puede ponerse en riesgo y ceder terreno a las lógicas delictivas que son las únicas beneficiadas.

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