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Reparto de utilidades ¿récord?; cautela, Coparmex
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que los trabajadores del país recibirán un incremento en el reparto de utilidades como no se tiene registro en México.
Llamó la atención el optimismo, pero sobre todo la anticipación con la que realizó la afirmación el Presidente de la República, en referencia a proyecciones del gobierno.
No dio más detalles al respecto. Sólo dijo que viene un buen incremento, hacia adelante, en el reparto de utilidades, como no se había visto nunca. Mencionó de manera destacada a los trabajadores de la industria minera.
El Jefe del Ejecutivo se refiere al reparto de utilidades, correspondientes al año 2023.
Seguramente el presidente Lopez Obrador y su equipo están esperando que se repita la experiencia del año 2022.
Ese fue el primer año en el que se vio reflejada la reforma laboral en materia de subcontratación (aprobada en abril del 2021) y el cambio a las reglas en el pago de la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU).
En virtud de ellas, 2.7 millones de trabajadores recibieron por primera vez reparto de utilidades.
Y de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social el monto pagado por las empresas a los trabajadores por PTU, en ese año, tuvo un crecimiento de 109 por ciento.
Sin embargo, el presidente de la Comisión Laboral de la Coparmex, Ricardo Barbosa, salió a echar un balde de agua fría al optimismo oficial.
Advierte que hay que tomar con cautela las declaraciones presidenciales.
¿Por qué? Porque las empresas todavía están en el periodo que la ley les concede para realizar el cierre de sus finanzas y presentar sus respectivas declaraciones.
Para este mes de enero, es prácticamente imposible –dice–, que el Presidente de la República e incluso el Servicio de Administración Tributaria (SAT), tenga información con la cual pueda sustentar que los trabajadores recibirán un reparto de utilidades récord.
Barbosa considera, incluso, un tanto irresponsable que se generen tales expectativas entre los trabajadores, cuando además de que no se cuenta con la información que las sustenten, se tendrán que considerar las condiciones generales con las que operaron las empresas.
Son prematuras las declaraciones presidenciales, en principio, porque todavía falta que las empresas entreguen sus declaraciones.
El representante patronal recuerda que gran parte de las empresas están orientadas a la exportación.
Sus operaciones se basaron en una cotización del peso frente al dólar de 20 pesos y al cierre del año se cotizó por debajo de los 17 pesos.
Adicionalmente los exportadores registran una tormenta perfecta porque están vendiendo a dólares más baratos y sus costos, entre ellos los laborales, se incrementaron notablemente.
Una fecha realista para poder contar con la información que permita conocer qué tanto pudieron dar en reparto de utilidades las empresas, es el mes de junio o incluso julio.
Barbosa recuerda que fue en junio del 2023 cuando el gobierno dio a conocer los resultados del reparto de utilidades para el cierre del año 2022.
Fue en el verano del 2022 cuando la Secretaría del Trabajo presumió que algunos trabajadores recibieron 100-200 y hasta 300% más, del PTU que venían recibiendo.
La eliminación parcial de la subcontratación permitió que los trabajadores fueran reconocidos en las empresas generadoras de la riqueza y consecuentemente, se vieron beneficiados.
Pero para esta fecha, en el primer mes del año, ni el presidente ni el SAT pueden aventurar que el reparto de utilidades marcará un récord histórico.
Tal vez, el gobierno cuenta con información de empresas que han trabajado en las obras públicas, y podría tener datos de utilidades extraordinarias, pero al final del día serían la minoría, porque el 80% de las empresas son micro y pequeñas con menos de 50 trabajadores, concluyó Barbosa.
Es probable que la declaración presidencial esté en el esfuerzo que viene realizando el gobierno por resaltar los aspectos positivos de su política laboral, pero, sin información real, puede ser solamente un anhelo.
Veremos, para mitad del año, cuál fue la realidad. Ojalá que se cumpla la expectativa oficial. Sin embargo, hay que recordar que al final del año la economía se desaceleró y efectivamente los costos laborales aumentaron, además del efecto negativo del superpeso para los exportadores. Al tiempo.