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Opinión

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Romero: ¡el incumplidor!

El gran balde de agua fría para el controvertido funcionario de Pemex le fue lanzado, empapándolo, por la Secretaría de Energía.

El agrónomo Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, ya es acreedor a la medalla de plástico por ser el funcionario más incumplidor del actual gobierno, autoproclamado de la 4T. Para muestra uno entre muchos botones. En julio de 2022, en ocasión de la inauguración de las oficinas de la refinería Olmeca (Dos Bocas), proclamó que en breve esas instalaciones iniciarían su operación comercial. No ocurrió de esa manera y posiblemente tampoco será alcanzable que a partir del próximo septiembre la refinería empiece a operar al 100% de su capacidad, con proceso de 340,000 barriles diarios.

En el orden informativo, el gran balde de agua fría para el controvertido funcionario le fue lanzado, empapándolo, por la Secretaría de Energía (Sener). Dicha dependencia, mediante su documento “Perspectiva de petróleo crudo y petrolíferos 2023-2037”, entró en confrontación directa con el funcionario, desmintiéndolo, al explicar que la refinería Dos Bocas empezará a operar a su plena capacidad hasta el año 2028. O sea, con un rezago de cuatro largos años. Y en ese mismo orden, con respecto a las seis refinerías restantes de Pemex, ya no se cumplió la promesa de que al cierre del sexenio estarían operando al 80 por ciento de capacidad, sino al muy realista 63.6 por ciento.

En este episodio de desacuerdos informativos, parece haber agravantes en contra del funcionario Romero Oropeza. El documento de la Sener fue dado a conocer y, por tanto, llegó a su atención, previamente a su comparecencia pública en ocasión del aniversario de la expropiación petrolera. En tal ceremonia, ante el presidente de la República, el director general de Pemex no únicamente confirmó sus pronósticos para el nivel de operación al cierre del 2024 de Dos Bocas y el resto de las instalaciones del “sistema nacional de refinación”, sino en relación con la entrada en funciones de unas plantas coquizadoras para la transformación del proceso de refinación hacia combustibles más ligeros.

Con posterioridad al documento de la Sener, el principal funcionario de la paraestatal Pemex anunció la semana pasada que la coquizadora de la planta de Tula estaba a punto de entrar en funcionamiento y a final de año ya estaría operando igual instalación en la refinería de Salina Cruz. Sin embargo, el documento citado de la Sener dice, textualmente, que las instalaciones coquizadoras en al menos cinco refinerías del sistema no entrarán en operación sino hasta 2025 y 2026. ¿Total que a quién creerle?

bdonatello@eleconomista.mx

Columnista

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