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Semana Mundial de la Lactancia Materna
Esta semana se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2023, con el lema “Hagamos que la lactancia materna y el trabajo funcionen”. Esta es una iniciativa mundial coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de la Lactancia Materna para promover la lactancia como la mejor alternativa para alimentar de manera exclusiva a los bebés recién nacidos hasta los 6 meses, y de manera complementaria hasta al menos los dos años de edad.
Indudablemente, el tema del trabajo en las mujeres es una de las principales variables por lo que muchas sienten un real obstáculo para continuar con la lactancia más allá del tiempo de incapacidad por maternidad. Según un mensaje de la OPS, las mujeres no deberían de elegir entre amamantar a sus hijos o trabajar. En la realidad, esto no es un tema de elección individual en el que las mujeres sean las únicas responsables de continuar o no con la lactancia, o de tener que elegir su trabajo o dejar de trabajar para poder continuar con la lactancia.
Es un papel fundamental de los actores sociales a nivel macrosocial y microsocial el apoyo a la lactancia de las mujeres que así deciden hacerlo con sus hijos. A nivel macrosocial, se requiere principalmente, una legislación sobre el trabajo de las mujeres que ofrezca las condiciones básicas para que dispongan no sólo de tiempo remunerado para poder continuar con la lactancia, sino también lugares y flexibilidad para la reincorporación al trabajo. La OPS señala que al menos, se deberían de conceder 18 semanas y preferiblemente 6 meses de baja remunerada por maternidad para poder apoyar la lactancia. Dentro de América Latina, México se encuentra por debajo de muchos países como Brasil, Chile, Cuba y Colombia en el número de días (84) de maternidad remunerados. Es necesaria todavía la creación de espacios y condiciones laborales más flexibles.
También debe considerarse a todas las trabajadoras que no cuentan con empleos dentro de la formalidad. Además de estas condiciones, el hecho de continuar con la lactancia y el trabajo, más allá de los días remunerados requiere del apoyo de todo un ecosistema para que esto se lleve a cabo. Desde el apoyo con cuidadores hasta la manera en la que la mujer puede procurarse tiempo para trabajar, requiere indudablemente de un apoyo del entorno. Más allá de estas situaciones, la reflexión también se debería de situar en la manera en la que las mujeres optan por el trabajo como una manera de realización personal, o como una obligación para mantener a sus hijos. Nunca un ser humano necesita tanto de la madre como durante sus tres primeros años de vida, según especialistas en desarrollo neurológico.
El capitalismo obliga sin duda a la mayoría de los actores a cumplir con cuotas de productividad para poder vivir, además de cumplir con diferentes roles impuestos socialmente. La paradoja de la elección sobre trabajo, lactancia o incluso, maternidad, no debería pues ser un asunto de cada mujer, sino también de un sistema que apoye cualquiera que sea la elección tomada por las mujeres, en función del bienestar de la madre y de sus hijos. Finalmente, la crianza de mejores seres humanos como una responsabilidad compartida entre quienes los engendran, pero también del sistema en el que vivimos, es la base para reparar un tejido social tan deteriorado por tener los valores puestos en los objetos equivocados.