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Prevención, eslabón que deben armar Gobierno, Academia y empresas
Uno de los cambios esperados en la política pública de salud del actual Gobierno es que sea inclusivo con todo el sistema; no sólo el sector público sino también el sector privado que cubre una parte importante de la atención médica, máxime que el gasto privado es el sostén financiero de la mitad del sistema pero además sigue creciendo.
Y ello lo tiene claro el doctor David Kershenobich, pues durante la campaña acompañando a la entonces candidata Claudia Sheinbaum se refirió a ello varias veces. El Gobierno tiene mucho por hacer en conjunto con la Academia y con todo el sector de empresas proveedoras de servicios relacionados con salud.
Entre sus pendientes está escuchar la propuesta que viene trabajando un grupo de jóvenes que laboran tanto en sector público como privado, con ideas fuera de la caja mirando hacia un sistema nacional de salud más sencillo y adecuado para los retos del país.
Son unos 18 profesionales que están conformando un Consejo Promotor de Jóvenes dentro de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), en principio coordinado por Juan Pablo Jacobo, un joven economista brillante quien nos compartió sobre algunos puntos de la propuesta donde se plantea, por ejemplo, la mejor manera de abordar un tema vital hacia el futuro: la prevención y promoción de la salud. Sólo esperan fecha para ser escuchados por el doctor Kershenobich, pues él hizo ese compromiso desde cuando decidió asumir el cargo de secretario. De hecho cuando dejó de ser consejero de Funsalud, precisamente porque iba a asumir la titularidad de la Secretaría, les dijo que le interesaba conocer la propuesta.
El planteamiento abarca una serie de 14 propuestas bajo 6 ejes; dos de ellos incluyen por un lado la formación de una Alianza Mexicana de Equidad y por otro la participación intersectorial de Gobierno, Academia e iniciativa privada, así como la orientación de organismos internacionales.
Entendemos que el subsecretario de Prevención y Promoción, el doctor Ramiro López Elizalde, está enterado del tema, porque uno de esos jóvenes que hablamos trabaja con él; nos referimos a Andrés Castañeda, quien fue uno de los fundadores del colectivo Nosotrxs y hoy es director de Servicios Nacionales de Salud Pública.
Sólo por mencionar una de las disrupciones que plantean, proponen abrir un nuevo nivel jerárquico dentro del sistema de salud, el nivel comunitario, que no tenga que ver con atención. Los niveles de atención -primero, segundo y tercer nivel- están al margen de la prevención y ésta debe abordarse por separado: salud en la escuela, salud en el trabajo o salud en la comunidad. La prevención sí es un tema de Salud, pero se trabaja y se consigue fuera de la infraestructura de atención. Es un modelo que ha funcionado históricamente en países como Japón, Australia o Dinamarca -la referencia presidencial que nos generaba malestar- e incluso en países más cercanos como Brasil y Costa Rica.
Aquí la salud digital es una variable estratégica, pues se requiere la tecnología para empezar a tener registros e indicadores por ejemplo de estudiantes niños y jóvenes, y para ello contar con interconectividad y trazabilidad. Así, teniendo información, empezar a armar campañas de prevención por áreas o por regiones en función de necesidades y circunstancias. Sólo esto ya sería un cambio abismal respecto de cómo ver el horizonte en salud.
El plan sería factible de alinearse con el programa Salud Casa por Casa estando la Secretaría de Salud fungiendo en su rol estratégico de rectora, trabajando con el Consejo Nacional de Salud y participando los 32 secretarios estatales de salud. También implica conformar redes de promotores de salud, una figura que ya existe en el país. Si se empieza con una estructura simple, sería referencia para empezar a rearmar nuestro complejo y fragmentado sistema en la parte de atención, que en vez de tener tantos prestadores de atención médica -IMSS, ISSSTE. IMSS Bienestar, Pemex, Sedena- realmente sólo debería tener un único organismo prestador que dé servicios médicos a derechohabientes y a no derechohabientes. Pero ha sido demasiado complicado y llevamos décadas atorados ahí.
Enorme miopía ignorar la atención médica privada
No hay forma de avanzar si las políticas públicas de salud en México siguen sin considerar la atención médica privada. La cultura de la prevención fue incluida por la presidenta Claudia Sheinbaum como uno de los capítulos en su documento República Sana y es uno de sus “100 pasos para la Transformación”. Ahí menciona que este renglón estará coordinado por la Secretaría de Salud, junto con las del Bienestar, la de Educación Pública y la del Trabajo, así como Conagua y Conaculta. Pero por su lado el doctor Kershenobich sí ha mencionado que no pueden ser ignorados los consultorios adyacentes a farmacias -que ya se calculan en más de 18,000 en todo el país. Él sabe que si no los considera, al igual que los más de 2,800 clínicas hospitales privados, cualquier plan estará cojo y cualquier visión será miope. El subsecretario Eduardo Clark, que prevé culminar pronto la compra consolidada, tiene entre sus pendientes el plan de interoperabilidad; ojalá no ignore que un expediente universal aplica para todo el sistema, sin importar que el paciente se atienda en público o privado, y así lo obliga también la vigilancia epidemiológica.
Consolidada, prueba de fuego para farma mexicana
Hablando de la megacompra que está corriendo el Gobierno para el abasto de medicamentos genéricos, material de curación y diagnóstico para 2025 y 2026, la junta de aclaraciones se extiende por varios días -rompiendo con los tiempos marcados- pero sí está sirviendo; es importante y a ambas partes interesa, tanto a las empresas para que tengan todo claro y sus ofertas sean acordes a lo que verdaderamente los pacientes requieren, y a la autoridad para que sí cubra el abasto de insumos médicos esos 2 años. Los funcionarios de Salud y Birmex están respondiendo a casi todo lo que preguntan los interesados en ser proveedores, e incluso ya aceptaron ajustar dos anexos, buen indicio de apertura y entendimiento. Es una licitación abierta a participantes extranjeros pero dados sus tiempos tan apretados, realmente es una prueba de fuego para la industria farmacéutica mexicana con más oportunidad para responder con esa celeridad. La farma nacional tiene capacidad de cubrir la demanda nacional pública y privada, y le toca demostrarlo. No saldrán de vacaciones ni compradores ni vendedores, centrados ambos en conseguir alinear oferta con demanda de un volumen desmesurado de casi 4,000 diferentes tipos de insumos y productos; en cuestión de 3 semanas se define quién se quedará con rebanadas de este segmento de mercado por 234,000 millones de pesos.
Regresamos en enero
Apreciados lectores, esta columna se toma una necesaria pausa, para poder renovar fuerzas y regresar con nuevos bríos a seguirle tomando el pulso al sector salud a partir del próximo 15 de enero.