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Sector Financiero

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En febrero, plan de rescate financiero de Obama

El líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Steni Hoyer, informó que el monto del plan podría ser hasta de 1 billón de dólares.

Los demócratas del Congreso de Estados Unidos esperan aprobar a principios de febrero un multimillonario plan de rescate económico apoyado por el presidente electo, Barack Obama, informó el domingo el líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steni Hoyer.

"Sin duda queremos ver la aprobación de este paquete en la Cámara de Representantes no más allá de fin de mes, llevarlo al Senado y llevarlo al presidente antes del receso" por vacaciones "a principios de febrero", dijo Hoyer al programa televisivo "Fox News Sunday."

El legislador demócrata confirmó que el tamaño del paquete estaría "en los alrededores" de 775.000 a 1 billón de dólares.

"Obviamente (el monto) debe ser considerable. Cada economista, de la derecha a la izquierda, republicano o demócrata, aconseja que debe ser un paquete muy importante si, de hecho, queremos lograr el objetivo que desde luego es estabilizar la economía y tratar de comenzar a recuperarla".

Hoyer dijo que no era probable que los legisladores aprobaran el paquete de recuperación en la Cámara de Representantes antes de la investidura de Obama el 20 de enero, como se esperaba al comienzo.

"Va a ser difícil preparar el paquete tan rápido para tener suficiente tiempo para revisarlo, debatirlo y aprobarlo", dijo el legislador, que añadió que esperaba que la Cámara de Representantes aprobara el plan para fin de enero.

Por su parte, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, reclamó participar en la elaboración del gigantesco plan de rescate y advirtió contra la precipitación a la hora de adoptarlo.

"Queremos asegurarnos de que no se trata tan solo de una ley de gastos de 1 billón de dólares, sino de que este plan pueda lograr su objetivo", indicó a la cadena de televisión ABC.

"Queremos formar parte de este proceso", añadió.

"Creo que si el procedimiento utilizado en el Senado es equitativo y da a ambas partes la posibilidad de participar, él (Barack Obama) podría obtener un apoyo significativo" de los republicanos, indicó McConnell.

El senador también advirtió sobre cualquier precipitación.

"Temo que esto se haga en medio de las prisas. Es un plan enorme", advirtió estimando que los demócratas no deberían tratar de concluir un texto para someterlo a Obama a su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero.

  • Congreso, bajo presión

El nuevo Congreso de Estados Unidos se reúne el martes, con los demócratas exhibiendo una mayor influencia, aunque estarán presionados por dos guerras, la intensificación de una recesión económica y un déficit presupuestario en niveles récord.

Los legisladores comienzan a trabajar 14 días antes de que Barack Obama preste juramento como nuevo presidente. Cuando asuma el Gobierno el 20 de enero, los demócratas controlarán el Congreso y la Casa Blanca por primera vez en 14 años.

Tras haber alcanzado la victoria en las elecciones de noviembre con la promesa de un cambio luego de ocho años turbulentos bajo el presidente republicano George W. Bush, los demócratas necesitan mostrar resultados.

La gran prioridad será aprobar una mezcla de recortes impositivos para la clase media y un gasto de emergencia que se espera apuntale una economía que ha estado tambaleante por más de un año.

Pero esto podría terminar costando cerca de 775.000 millones de dólares.

Otras promesas demócratas incluyen el retiro de tropas estadounidenses en Irak y el despliegue de buena parte de ellas en Afganistán.

Además, buscarán expandir el programa de cuidado a la salud, fortalecer la regulación de la atribulada industria financiera y desarrollar fuentes alternativas de energía mientras se reduce al mismo tiempo la contaminación que contribuye al calentamiento global.

"El 111avo Congreso comenzará a trabajar en enero con un ambicioso programa", escribió la semana pasada la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, en una carta abierta a sus colegas demócratas.

"El Congreso responderá a tiempo. Pero Obama necesita disminuir las expectativas", advirtió Paul Light del Centro para el Estudio del Congreso de la Universidad de Nueva York.

"Hay una brecha histórica entre promesas hechas y promesas cumplidas. Convertir las promesas en realidad es un proceso difícil", dijo Light, destacando que las grandes legislaciones deben superar los escollos de una serie de comisiones.

  • Batallas en el estímulo

Pero hay enormes expectativas de que el Congreso se mueva rápidamente, quizás para fines de enero, en lo que respecta al paquete de estímulo económico.

Ethan Siegal de The Washington Exchange, una firma privada que da seguimiento al Congreso para inversores institucionales, dijo: "Al final, los republicanos no bloquearán el paquete de estímulo (...) el país no está detrás de ellos, está detrás de Barack Obama".

Pese a los déficit récord en el presupuesto federal -podría alcanzar 1 billón de dólares sólo este año- Obama planea ampliar la cobertura del sistema de salud a un estimado de 46 millones de estadounidenses que no tienen seguro médico.

Parte del costo podría ser cubierto al dejar que los recortes impositivos de Bush para los ricos expiren en el 2010.

Los demócratas creen que con la ampliación de su mayoría en el Senado y la ayuda de algunos republicanos moderados podrán ahora aprobar un buen número de medidas previamente estancadas.

Entre esas medidas se incluyen:

* Permitir al Gobierno negociar los precios de las compañías para medicamentos cubiertos en el programa de cuidado a la salud para los mayores.

* Reformular la política de inmigración de Estados Unidos para endurecer la seguridad fronteriza mientras se da a algunos inmigrantes ilegales la oportunidad de tomar la ciudadanía.

* Revertir una decisión de la Corte Suprema que hizo más difícil para los trabajadores presentar demandas por discriminación salarial.

Hacen falta 60 votos de los 100 miembros del Senado para poner fin a obstáculos de procedimientos conocido como prácticas de filibusteros. Los republicanos tendrán al menos 41 bancas, apenas lo suficiente para sostener un filibustero, siempre y cuando se mantengan unidos.

De los 435 miembros de la Cámara de Representantes, la mayoría demócrata tendrá 257, un alza desde los 235.

Linda Fowler, una profesora de ciencias políticas en el Dartmouth College, lanzó un mensaje de cautela.

"Una mayoría demócrata no significa necesariamente un Congreso dócil", dijo, citando los problemas que encontraron los presidentes demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton con las legislaturas que controlaban sus partidos.

El Departamento del Tesoro podría notificar en las próximas semanas al Congreso que quiere retirar la mitad restante del paquete de rescate financiero de 700.000 millones de dólares para la industria financiera. Algunos legisladores podrían tratar de desafiar ese pedido.

El Congreso también enfrentará discusiones en marzo sobre otra difícil decisión: si los fabricantes de autos deberían recibir más ayuda del Gobierno para mantener sus negocios.

Y en mayo o junio podría haber otro debate en torno a una nueva ronda de fondos que Obama deberá buscar para las guerras en Irak y Afganistán. Los liberales querrán ver avances en el compromiso de Obama de retirar las tropas estadounidenses de Irak en los primeros 16 meses de Gobierno.

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