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Sector Financiero

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Menos semanas de cotización no soluciona el problema del sistema de afores: expertos

Amafore propone que se reduzcan las semanas de cotización para que más trabajadores puedan alcanzar —aunque sea— la pensión mínima garantizada que da el Estado, que equivaldría a 3,696.6 pesos, si se considera el salario mínimo vigente de 123.22 pesos diarios.

Es una solución de corto plazo; es necesario impulsar un nuevo modelo de financiamiento de pensiones.

¿Cuál es el porcentaje de trabajadores que alcanzarían pensión?

¿Cuál es el porcentaje de trabajadores que alcanzarían pensión?

Reducir las semanas de cotización de 1,250 a 750 para que los trabajadores puedan obtener la pensión mínima garantizada, tal como propone la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), no resuelve de fondo el problema que tiene el sistema de capitalización individual, con el que funcionan las administradoras de fondos para el retiro (afores), indicaron expertos.

Berenice Ramírez, experta en pensiones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que la baja densidad de cotización que registra la mayoría de los trabajadores les impide acumular las 1,250 semanas que se requieren para tener acceso a una pensión.

Es decir, como el trabajador cambia de manera constante entre el mercado formal e informal, deja de cotizar, por lo tanto, cuando llega a los 65 años de edad, no logra juntar las semanas requeridas que se piden bajo el sistema de afores.

“Disminuir las semanas aliviaría mínimamente a los que tienen baja densidad de cotización, pero significaría más costo fiscal al Estado, porque para quienes tengan ahorros insuficientes la fuente de financiamiento serán los recursos públicos”, dijo la especialista de la UNAM.

Para Ramírez, las propuestas actuales y pasadas, de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y de la Amafore, siguen en la misma lógica del individualismo y la privatización. Es decir, sus propuestas se basan en que los trabajadores ahorren más y, si no es suficiente, que sea el Estado el que pague porque tienen baja densidad de cotización.

“Son mejoralitos para enfermedades terminales. Se requiere de una reforma profunda, eso quiere decir impulsar un nuevo modelo de financiamiento de las pensiones y que la administración y manejo de fondos sean públicos, transparentes, eficientes y no costosos y depredadores como ha sido la administración privada”.

Gerardo López, experto en pensiones de la Universidad Panamericana, coincidió en que parte del problema del sistema de afores es que se basa en la primicia de que un trabajador estará laborando 24 años consecutivos en el mercado formal.

“La realidad es que muy pocas personas logran mantenerse en el mercado laboral formal. La inestabilidad económica que se ha vivido en el país orilla a las personas a que se cambien de trabajo o busquen otras alternativas de empleo o autoempleo, lo que implica que salgan de la formalidad”, explicó.

Cálculos de Amafore indican que, en el 2021, cuando se cumplan 24 años de las afores y en el que se tendrá la primera generación de aforados, solamente 24% logrará alcanzar las 1,250 semanas de cotización. De este total, 17% tendrá una pensión tan baja que deberá acceder a la pensión mínima garantizada que ofrece el gobierno federal.

Por ello, Amafore propone que se reduzcan las semanas de cotización para que más trabajadores puedan alcanzar —aunque sea— la pensión mínima garantizada que da el Estado, que equivaldría a 3,696.6 pesos, si se considera el salario mínimo vigente de 123.22 pesos diarios.

Amafore ofrece soluciones de corto plazo

Otra propuesta que planteó Amafore, que dirige Bernardo González, es que los trabajadores puedan adquirir semanas de cotización a través de aportaciones voluntarias.

Para Gustavo Leal, experto en pensiones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), las propuestas que hace Amafore sólo muestran el retraso que tienen las afores para enfrentarse al desafío de las bajas pensiones que darán a los trabajadores mexicanos.

“La Amafore parece no estarse preparando para dar el debate de altura porque estas soluciones que está dando son de corto plazo y con un alto costo fiscal”, enfatizó el especialista de la UAM.

Detalló que la compra de semanas de cotización está basada en la Modalidad 40 del IMSS, la cual sólo aplica a quienes cotizan bajo el régimen de la ley del Seguro Social de 1973 y que buscan mejorar su pensión haciendo aportaciones voluntarias.

“Supongamos que recortan las semanas de cotización a 750 para que los trabajadores alcancen la pensión mínima garantizada, más lo que se da en la mal llamada pensión universal, el trabajador recibiría poco más de 4,000 pesos”, expuso.

Gerardo López consideró como una buena opción el hecho de que el trabajador pueda adquirir semanas de cotización, pues ello podría servirle para alcanzar las semanas requeridas y poder acceder a la pensión mínima garantizada.

En su momento, directivos de afore Principal propusieron que, en la reforma en pensiones, se permita a los trabajadores hacer aportaciones complementarias que puedan equipararse a un número de semanas cotizadas.

Propuesta ante baja densidad de cotización

  • Amafore propone reducir las semanas de cotización de 1,250 a 750.
  • Los trabajadores podrían recibir la pensión mínima garantizada, que equivale a 3,696.6 pesos.
  • Dichos recursos provendrían del erario, lo que implicaría una presión más a las finanzas públicas.
  • Expertos coinciden en que es una solución de corto plazo y con un alto costo fiscal.
  • Consideran que debe replantearse el modelo de las afores.
  • Con el esquema de afores, se calcula que la pensión del trabajador represente 30% de su último salario.
  • La OCDE calcula que la pensión de una persona debe representar 70% de su último salario.

elizabeth.albarran@eleconomista.mx

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