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Sector Financiero

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"Sería costoso renunciar al proyecto euro”: Marek Belka

La política monetaria es como la alquimia, dice el presidente del Banco Central de Polonia. Para ser buen alquimista debes tener una gran intuición. Se trata de hacer predicciones a partir de datos que muchas veces parecen oscuros .

La política monetaria es como la alquimia, dice el presidente del Banco Central de Polonia. Para ser buen alquimista debes tener una gran intuición. Se trata de hacer predicciones a partir de datos que muchas veces parecen oscuros .

Marek Belka preside el Banco Central polaco desde hace poco menos de dos años. Estuvo en México la semana pasada y tuvo una agenda muy apretada. Dio tres conferencias y se reunió con el Gobernador del Banco de México. Hay mucho interés por el tema de la crisis europea. Yo quise también plantear algo que me parece muy importante: México y Polonia tienen muchas cosas en común, una de las más obvias es que se trata de países en desarrollo que están muy cerca de gigantes, Estados Unidos y Europa, respectivamente .

La reunión con Agustín Carstens fue el jueves. El Banco de México y su Gobernador son muy respetados en el mundo. Hablamos de la crisis europea y también de algunos retos comunes: México y Polonia tienen tipos de cambio flotantes y contemplan mecanismos de intervención en el mercado cambiario. Agustín Carstens se mostró muy interesado en lo que estamos haciendo con el tema de la volatilidad de los flujos de capital. En Polonia, no podemos imponer ningún tipo de mecanismo que sea interpretado como control de capitales, porque esto contraviene nuestro compromiso con la Unión Europea .

Otro tema que México y Polonia tienen en común es que se trata de democracias jóvenes con enormes retos económicos.

Sí, las dos son democracias jóvenes, aunque debemos reconocer que nuestra historia en el siglo XX fue muy diferente… No puedes hacer una separación perfecta entre la política y la política económica. Siempre hay un vínculo. El problema es que los políticos no siempre están conscientes de los costos económicos de sus decisiones. Es un asunto de la calidad de la toma de decisiones y también de la calidad en las discusiones públicas. Los últimos años, México y Polonia han seguido políticas económicas correctas en un entorno democrático. De cualquier modo, tenemos grandes temas por resolver, como la pobreza, pero no hay un país que no tenga al menos un tema pendiente en el ámbito económico-social.

Hace tres años ustedes estaban a punto de adoptar el euro. Ahora parece una suerte que no lo hayan conseguido…

Nosotros tenemos que entrar a la zona euro en algún momento. Estamos obligados. Ahora mismo no hay prisa, ni en Polonia ni en la zona euro. Cuando la casa está quemándose, no hay prisa para mudarte a ella. Cuando la Unión Europea declare el final de la crisis, será el momento en el que retomaremos el tema.

¿Cómo le explica la crisis europea al pueblo polaco?

Le dedicamos un buen rato a esto. Le decimos que hay muchas cosas que se han logrado en Europa en los últimos años. Tenemos una zona común donde se pueden mover las mercancías y las personas. Esto es algo que se olvida en medio de esta crisis, donde parece que está todo mal. La entrada a la Unión Europea nos obligó a adoptar estándares muy altos en productividad, ecología, derechos humanos y muchos temas. Ahora estamos tomando conciencia de que se trata de un proyecto muy costoso y no exento de problemas, pero sería mucho más costoso renunciar a él. Si tuviéramos que decidir ahora, la decisión sería no. Necesitamos una perspectiva de largo plazo. Europa tiene un gran futuro.

Si tuviera que proponer una sola cosa para resolver la crisis de Europa, ¿cuál sería su recomendación?

Hacer un esfuerzo más enfocado para dinamizar a Europa. Esto no es fácil porque es muy rica. Cuando digo esto, no pienso en Grecia o Polonia, sino en el núcleo de Europa. El problema de ser tan rica es que, por momentos, parece que no tiene la motivación para trabajar más fuerte y hacer el esfuerzo que se necesita para enfrentar la competencia que viene de Asia o de los países emergentes de otras regiones, como América Latina. Es un problema complejo, pero desde mi punto de vista el reto es hacer que los europeos piensen más como emprendedores que como empleados o servidores públicos.

Para resolver la crisis, hay problemas para lograr un acuerdo político, pero también hay quienes piensan que estamos ante una carencia de grandes ideas, ¿qué opina usted?

Hay ideas, el problema es que tenemos una estructura política muy complicada. Hay 17 países en la zona euro y 27 en la Europa ampliada. Es una gran debilidad. Una vez que se expone un plan, hay 17 o 27 jefes de Estado que están defendiendo los intereses de sus naciones. Los planes europeos se convierten en programas nacionales que son menos estrictos, pero más digestibles para cada una de las realidades nacionales. Éste es el problema de Europa, no la carencia de ideas.

Respecto de las grandes ideas, hay unas que son maravillosas, pero otras son lunáticas. Churchill alguna vez dijo, si encuentran a un líder político que tenga un gran plan, yo les recomiendo que lo lleven al médico. La política tiene que ver con tomar decisiones prácticas. Las grandes ideas sirven si hay un plan para llevarlas a la realidad, paso a paso.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

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