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Nissan apunta al campeonato de Fórmula E
Nissan, presente desde 2019 como socio técnico, competirá por primera vez solo con su nombre ya que compró al antiguo equipo eAdams a principios de este año.
La reducción de peso de las baterías, la generación de más potencia y la capacidad de regenerar más energía son las principales armas del nuevo monoplaza.
El Circuito de Jarama, en Madrid, España, fue el escenario para conocer una buena parte de los adelantos que el nuevo monoplaza de la escudería japonesa tiene preparados para la campaña 2023 de la Fórmula E, campeonato que reúne a diferentes equipos y marcas que lo ven como el ambiente ideal para el desarrollo de la tecnología de propulsión electrificada que será aplicada a los autos de calle en el futuro cercano.
Nissan, presente desde 2019 como socio técnico, competirá por primera vez solo con su nombre ya que compró al antiguo equipo eAdams a principios de este año. Pero los cambios no se limitaron únicamente a la reconfiguración interna ya que además lo hará con la tercera generación de su monoplaza eléctrico, que gracias a su evolución, es más rápido, regenera mayor cantidad de energía y pesa menos.
Durante la explicación técnica, los miembros del equipo detallaron que por reglamento tanto chasis como otros elementos tales como la suspensión son iguales para todos los equipos pero que la diferencia, y por tanto la competitividad, radican en que cada uno debe poner en práctica su experiencia, desarrollo e investigación para crear el mejor conjunto motriz eléctrico que va desde los motores, pasando por el conjunto de las baterías, la transmisión y el sistema de regeneración, que es en buena parte, el que marca la principal diferencia o ventaja entre ellos ya que de poco sirve generar mayor número de kilowatts si no se tiene una capacidad de regeneración rápida y en buena cantidad. Ahora el eje delantero tiene montado un motor eléctrico pero su objetivo es el de recuperar energía, y es ésta una de las principales novedades pues además aporta una mayor capacidad de frenado, lo que se traduce en una característica de manejo que los pilotos deberán entender, dominar y sacar mayor provecho, porque sin duda modificará la forma de conducción. Por su parte, el que está montado en el eje posterior es el responsable de propulsarlo y de colocar toda la tracción en la pista. El nuevo vehículo produce 350 kW (470 bhp), contra los 250 kW (335 bhp), regenera energía en más del 40% y pesa 60 kilogramos menos (840 kilos), que la generación previa. Su velocidad máxima es de 320 km/h.
Por su parte los pilotos hicieron su debut en la pasada sesión de entrenamientos que fue del 13 al 16 de diciembre en Valencia. El francés Norman Nato, quien ya ganó una carrera con Jaguar y quien también formó parte del equipo Venturi, portará el número 17, mientras que el novato franco-argentino, Sacha Fenestraz, defenderá el 23.
