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Agilidad en el aprendizaje, clave para mejorar las habilidades de los colaboradores
Las organizaciones requieren ajustar los procesos de aprendizaje y desarrollo a medida que se enfrenta a demandas imprevistas de habilidades
El entorno actual demanda que las organizaciones consideren tanto los intereses de sus colaboradores como sus habilidades o skills para diseñar sus programas de upskilling, que es la enseñanza a los empleados de nuevas habilidades; y reskilling, la renovación o actualización de habilidades con las que los colaboradores cuentan.
No tiene ningún sentido que los equipos de trabajo estén conformados por miembros sobrecalificados con habilidades para áreas que no son de su interés. Sería contraproducente, los colaboradores podrían estar menos comprometidos, sentirse poco felices o les costaría alcanzar su máximo nivel de productividad.
Es más probable que las empresas mantengan el compromiso de los empleados enseñándoles o mejorando sus habilidades para los trabajos a los que aspiran, en lugar de forzar nuevos proyectos o tareas para la función que desempeñan actualmente.
Tener en cuenta lo anterior garantizará que los colaboradores avancen en su carrera profesional aprendiendo nuevas habilidades que les ayudarán a mantenerse al día con las demandas del sector en el que se desarrollan y las del contexto laboral en general. Además, permitir que las personas elijan las skills que quieren desarrollar puede contribuir a que la organización tenga capacidad de afrontar requisitos del mercado que surjan en un futuro.
Crear programas equitativos de upskilling y reskilling puede hacer la diferencia. Es probable que los empleados no sepan por dónde comenzar su formación, así que lo ideal es que los responsables de Recursos Humanos se enfoquen en detectar tendencias en cuanto a la adquisición de nuevas habilidades se refiere para que el proceso sea más amigable.
Es en este punto en el que la agilidad en el aprendizaje toma relevancia. Es ajustar los procesos de aprendizaje y desarrollo a medida que la organización se enfrenta a demandas imprevistas de habilidades. Implica adaptar los métodos y hábitos de aprendizaje cuando los momentos de incertidumbre así lo requieren.
La agilidad en el aprendizaje evitará inconvenientes y retrasos cuando sea necesario adquirir nuevas habilidades a través de métodos poco explorados y con fechas límite apremiantes. Este tipo de agilidad va de la mano del aprendizaje “just in time”, estrategia que las personas o empresas pueden usar para preparar sus materiales de formación para cuando surja una nueva necesidad.
En este tipo de aprendizaje es necesaria la actualización constante de los cursos relacionados con las habilidades que deben formar parte de la base de datos de aprendizaje y desarrollo para que las personas adquieran los conocimientos y habilidades que necesitan para determinado proyecto.
El talento y las organizaciones evolucionan, por lo que las habilidades y los materiales de aprendizaje deben revisarse y estar al día. Por ello es importante que los directores de Recursos Humanos se enfoquen en implementar prácticas de upskilling y reskilling que se adapten a los cambios cuando sus empleados se muevan al interior de la empresa o se vayan, con el objetivo de contar siempre con personas calificadas que tengan la posibilidad de aprovechar las nuevas oportunidades que se les presenten.