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Opinión

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Algunas reflexiones sobre política monetaria

Un principio fundamental que acompaña la efectividad de la política anti inflacionaria es que el banco central goce de credibilidad y confianza. El círculo virtuoso es cuando compromisos cumplidos crean reputación, con lo cual se construye la credibilidad.

La revisión frecuente de los pronósticos de inflación, como lo hace el Banco de México en cada comunicado de decisión de política monetaria, corre el riesgo de no transmitir un compromiso sólidamente anclado. La recomendación analítica y práctica es que una buena aplicación del instrumento de comunicación conocido como “forward guidance” (guía hacia adelante) es mucho más potente para anclar la credibilidad que la modificación frecuente de los pronósticos. El Banco de México ya utiliza el “forward guidance”, por lo que debería no enfatizar tanto sus pronósticos. Al final, lo que cuenta es el inamovible compromiso con el objetivo cuantitativo de inflación.

En los modelos analíticos de política monetaria, las expectativas del público y/o mercado juegan un papel fundamental. La formación de expectativas se alimenta de la transparencia de la información y su explicación. Con ello se busca anclar las expectativas a largo plazo alrededor de la meta. Las expectativas se miden mediante una encuesta periódica. Pero ¿cómo escoger a la población relevante? Las tres encuestas (Banxico, Imef y CitiBanamex) se hacen entre un grupo de analistas económicos. Esto introduce un sesgo pero mientras no se tengan encuestas para la población en general u otros grupos, es la mejor aproximación que se tiene para medir “las expectativas del mercado”.

Retomando el contexto analítico, cuando las expectativas se desanclan, lo más probable es que todos los agentes económicos no lo harían simultáneamente, es decir, los cambios en expectativas no son uniformes. Depende de las asimetrías de información. Los mejor informados ajustarán más rápidamente su expectativa. La dinámica de los cambios en expectativas que llevan a modificaciones de precios es compleja, pues éstos están escalonados a lo largo de los diferentes sectores y la flexibilidad de los precios es variable, hay unos precios más “pegajosos” que otros.

La credibilidad es con respecto a la institución pero sobre todo con respecto a la Junta de Gobierno. Las diferentes composiciones de la Junta a lo largo de los años van teniendo diferentes grados de credibilidad, además de que el contexto económico distinto es determinante. Por ejemplo, no se puede comparar la credibilidad que tuvo la Junta de 1996-2009 con la de la integración actual.

Al final, para un banco central la efectividad de la política monetaria, además de aplicar correctamente el instrumento anti inflacionario, requiere de la interacción de la transparencia, la comunicación, expectativas ancladas, compromiso y reputación probada, y credibilidad. Aunque el Banco de México ha avanzado en todo lo anterior, en la coyuntura actual tiene todavía que superar varios desafíos como lo es una política de comunicación más fluida y estructurada para todo tipo de públicos y con reglas más claras para la comunicación que ejerzan los integrantes de la Junta de Gobierno.

Twitter: @frubli

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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