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Irarragorri, transformación al predicar la sinergia deportiva

El trayecto no sólo se limita al futbol mexicano, industria en la que invierte y toma decisiones desde hace 15 años. Grupo Orlegi es el vehículo de la internacionalización del modelo futbolístico, un proyecto que tuvo sus primeros pasos en el beisbol y en el atletismo.

Foto EE: Archivo

En la vida deportiva de México en el 2011, el beisbol y el futbol tenían a dos clubes que se predicaban apoyo, que eran hermanos: los Yaquis de Obregón y Santos Laguna. Los peloteros celebraban en ese año un bicampeonato con sabor a dinastía en la Liga Mexicana del Pacífico y, por sexta ocasión, levantaron el trofeo de la Serie del Caribe, en Puerto Rico.

Eran los primeros pasos del concepto ‘sinergia deportiva’ que hoy, una década después, busca espacio en el futbol de Europa y Estados Unidos para exportar su modelo multi-club.

Alejandro Irarragorri, quien era Vicepresidente Deportivo de Grupo Modelo, se presentó en la ceremonia de reconocimiento en la Residencia de Los Pinos, donde le entregó al entonces presidente Felipe Calderón la franela de los Yaquis con su nombre grabado en la espalda.

El futbol no lo ha sido todo en su trayectoria, aunque se le ubica por estar detrás del negocio desde el 2006, cuando tomó la presidencia del Consejo de Administración de los Guerreros. En el beisbol también presidió a los Venados de Mazatlán, y mucho antes de esa etapa, se involucró en el atletismo, llevando a Mazatlán el Maratón Pacífico, Triatlón Pacífico y en Querétaro, el Maratón Corona.

Irarragorri suma 15 años como empresario del futbol y la meta que persigue es maximizar la sinergia deportiva de Grupo Orlegi en el plano internacional. Inversiones de capital extranjero son bienvenidas y ya negociadas, y el interés por la propiedad de un club europeo se trabaja en tiempo presente.

─ ¿Además de empresario, te definirías como un promotor del deporte?

“Definirme en lo particular no es algo sencillo, cada quien puede tener su percepción de las cosas, soy un comprometido con lo que el deporte puede generar en términos de valor a la comunidad, inspiración, valor social para ganar sirviendo, que es el eje rector de lo que hacemos en términos de empresa (Orlegi Sports) y de deporte. Lo que tenemos en el deporte ha tenido que ver con futbol, pero también con beisbol y de pronto, ha tenido que ver en atletismo, lo que vemos es una oportunidad de generar valor 360 grados. No estamos negados a gestionar y buscar transformar desde otros deportes la vida de las personas”.

En entrevista con El Economista, el presidente del Consejo de Administración de Grupo Orlegi define a Santos Laguna, Atlas y Tampico Madero bajo la lente de unidad de negocio y cuenta si ya lo hemos visto todo en cuanto a la sinergia deportiva que predican en la multipropiedad que ostentan en el futbol mexicano.

Con Santos Laguna tiene un vínculo desde el 2006, y hasta el 2021 han subido al podio de la Liga MX en seis ocasiones. Los Guerreros son el resultado del modelo de negocio grabado en el Grupo: procesos, infraestructura y estructura. Con Atlas, después de dos años de tomar la administración, lograron romper la sequía de 70 años sin título y ahora quieren llevarlo a ser el mejor equipo del continente, mientras que con la Jaiba Brava en cinco años de administración han estado presentes en las últimas dos finales de la Liga de Expansión que abrirá las puertas del ascenso en el 2023.

─ Santos, Atlas y Tampico ¿Cómo defines a cada uno bajo concepto de unidad de negocio?

“Santos es un equipo autosuficiente, consolidado en términos estructurales, funcionales y de infraestructura que debe maximizar su personalidad y esencia.

“Atlas es un equipo relegado en términos de generación de estructura e infraestructura, un proceso de transformación. Es un gigante dormido, estamos convencidos de que puede ser un equipo de los mejores del continente (...) Los éxitos como el que sucedió con el campeonato es una palmada en la espalda pero tienen que estar sustentado en otras cosas, para nosotros es fundamental la construcción de la Academia, que va a posicionar a Atlas en otro nivel en términos de lo que sucede en el día a día y en el futuro.

“Tampico es un equipo que tiene muchas necesidades que necesita una reestructura y transformación profunda que empieza por su ciudad y el compromiso de los actores. Se necesita de la comunidad de negocios de una región, se necesita de una afición, que la Jaiba la tiene y se necesita a través de la inversión plan de crecimiento y en eso estamos trabajando”.

Es más probable escuchar que Santos Laguna anuncia alianzas internacionales o el fichaje de alguno de sus canteranos en el extranjero, a que desembolse cantidades exorbitantes por un jugador. Es un club que en valor de plantilla ha habitado en la media tabla, forjado en fair-play financiero y con desarrollo de canteranos en la Casa Club.

En el 2021 presentó la alianza Amor Verde & Blanco con tres equipos que comparten los mismos colores, ellos son: Real Betis Balompié, Atlético Nacional y club Atlético Banfield. El objetivo de la sinergia es compartir prácticas y conocimientos dentro y fuera del terreno de juego. La alianza es un trabajo de internacionalización que la marca Santos impulsó desde hace 10 años atrás, época cuando Alejandro Irarragorri recibió en Torreón al presidente del Celtic de Escocia, Peter Lawwell. El trato inició con una alianza para el intercambio de estrategias en lo deportivo, comercial y con sus respectivas fundaciones.

Otras rutas también se han abierto, con la exportación de jugadores. Gerardo Arteaga fue fichado por el Gent de Bélgica, Néstor Araujo por el Celta de Vigo español, Uriel Antuna salió al Manchester United y el más reciente fichaje fue el de Santiago Muñoz con el Newcastle en abril de 2021.

“México tiene una oportunidad grande de crecer, es una de las razones originales por las que decidimos involucrarnos e invertir en el futbol. Es por la oportunidad que tiene de gozar de dos mercados en dos países distintos. En EU, el futbol mexicano tiene mucho por generar, crecer y ser y queremos ser parte de los  cambios estructurales que lleven al futbol mexicano a desarrollarse a plenitud”.

En el 2019 abrieron su oficina en Los Ángeles, California, una tarea que intentó el club América y que duró un par de años antes de desaparecer en el 2018. El futbol mexicano es una oportunidad estratégica para desarrollarse con impacto en Estados Unidos, donde Irarragorri ha explicado que hay 45 millones de mexicanos con siete veces el poder adquisitivo de los nacionales que residen en nuestro país.

“En el futbol globalizado y con la liga que tiene una incidencia en el mercado de EU, hay que buscar la forma de acercarse, y de estar lo más pegado posible. Generar negocio, cercanía, como una forma de atender a los fans en esos lugares. Una manera de maximizar las actividades en un contexto de fair play financiero (...) Solo hubo un equipo que intentó tener una oficina en Nueva York, en un corto plazo. Hemos trabajado en el sentido de las Academias que nos genera una cercanía con nuestra afición, por otro lado, en el sentido del merchandising en el que tenemos logros importantes y hemos podido generar un volumen de negocio relevante y el tercer tema, es buscar el crossover de patrocinadores americanos, por el rating que tiene la Liga MX en Estados Unidos".

marisol.rojas@eleconomista.mx

rrg

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