Yellen descarta recesión en EU, pero advierte que se debe aprobar legislación para evitar cierre del gobierno

Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, dijo no ver indicios de que la economía estadounidense esté entrando en una recesión pero advirtió que, si el Congreso no aprueba la legislación para mantener al gobierno en funcionamiento, se corre el riesgo de frenar el impulso de la economía.

No veo ninguna señal de que la economía esté en riesgo de una recesión”, dijo Yellen a la CNBC, al señalar que el mercado laboral se mantiene fuerte y que la inflación se desacelera.

“No hay absolutamente ninguna razón para un cierre (…) Crear una situación que puede causar una pérdida de impulso es algo que no necesitamos como un riesgo en este momento”, dijo la funcionaria estadounidense.

Agregó que el mercado laboral sigue fuerte, sin embargo, ya no está tan “caliente” como antes, lo que es importante dado el objetivo de reducir la inflación a 2 por ciento.

Yellen, ex presidenta de la Reserva Federal, aseguró que las medidas del banco central, como el aumento de las tasas de interés, han afectado al mercado inmobiliario, no obstante, el gasto de los consumidores se mantiene “bastante robusto”.

Asimismo, señaló que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vigila de cerca los precios de la gasolina tras los recientes incrementos y que el mandatario se compromete a garantizar que los precios sigan siendo asequibles para los estadounidenses.

Prematuro calcular costo de huelga automotriz

Por otra parte, consideró que es “prematuro” estimar los costos de la huelga en las plantas de los mayores fabricantes de autos que estalló el viernes pasado.

“Considero que es prematuro hacer pronósticos sobre lo que significa para la economía. Eso dependerá mucho de la duración de la huelga y de quiénes se vean afectados (…) El punto importante, pienso, es que las dos partes deben limar asperezas y trabajar en un acuerdo que sea bueno para trabajadores e industria”, resumió la secretaria.

Subrayó el compromiso de Biden con la negociación colectiva y con garantizar que los trabajadores “salgan también adelante”, ya que a la industria le ha ido bien.

El poderoso sindicato de trabajadores del sector automotriz UAW inició el viernes pasado una huelga en los tres grandes de Detroit (General Motors, Ford, Stellantis) en demanda de mejoras salariales.

Ese mismo día, Biden pidió a los tres fabricantes que hagan una distribución justa de sus ganancias récord. Los trabajadores piden aumentos de 40% como los que tuvieron los ejecutivos.