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El Empresario

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Programas de asistencia a colaboradores, tendencia que aumentó con la pandemia

En México y en países de origen latino, es un reto reconocer que las personas sufren de inestabilidad emocional o mental debido a los prejuicios y la desinformación; sin embargo, no reconocerlos no elimina la necesidad de atender estos desafíos y obtener ayuda profesional.

En México y en países de origen latino, es un reto reconocer que las personas sufren de inestabilidad emocional o mental debido a los prejuicios y la desinformación; sin embargo, no reconocerlos no elimina la necesidad de atender estos desafíos y obtener ayuda profesional.

Entre las causas más comunes de inestabilidad emocional o mental se encuentran: la presión de cumplir con fechas límites y cumplir con expectativas, ambientes de trabajo tensos o desiguales, largas jornadas de trabajo, el temor a la pérdida del empleo, presiones financieras y falta de crecimiento, entre otras situaciones que, además, muchas veces se ven aumentadas por un ambiente familiar y personal inadecuado y para los cuales hay poco apoyo institucional o de empresa.

La crisis que trajo el Covid-19 ha forzado a las empresas a reflexionar sobre este tema y algunas empresas han puesto en marcha programas de ayuda para atender estos retos que, aunque personales, no dejan de afectar la productividad y el ambiente de trabajo de las empresas. Entre los más comunes se encuentran los Programas de Asistencia a Empleados (EAP), programas On-site y en menor proporción, programas de Ombudsman.

Los Programas de Asistencia a Colaboradores dan acceso a recursos profesionales que pueden orientar a los colaboradores en la dirección correcta para atender su situación personal y entre los servicios que este tipo de apoyos ofrecen están: apoyo psicológico, apoyo legal y orientación financiera, entre otros.

Los programas On-site o actividades que se ofrecen dentro de las oficinas, al menos antes de Covid-19, como lo son programas de mindfulness, yoga, actividades físicas dirigidas, entre otras y que tienen como propósito ayudar a los colaboradores a liberar la tensión del día a través de rutinas de ejercicios y meditación dirigidas y que también han demostrado ser muy eficaces; sin embargo, al vernos en la necesidad de trabajar desde casa los colaboradores han perdido el acceso a estos programas haciendo aún más crítica su situación.

El Ombudsman es un recurso que, aunque efectivo, es menos común en México y en Latinoamérica; la tendencia va cambiando dada la evidente necesidad de ofrecer medios confiables de comunicación y de orientación a los colaboradores. Estos programas han demostrado ser sumamente valiosos tanto para los colaboradores como para las empresas dada la función que el Ombudsman cumple que es actuar como un contacto sin barreras para los colaboradores, gerentes, ejecutivos y cualquier persona dentro de la empresa que esté buscando orientación e información de un consejero confiable.

Estas personas tiene que cumplir con cuatro características esenciales: ser independiente, es decir, un ente que no tiene ningún tipo de implicación personal en el asunto a tratar; ser imparcial; lo que implica no tomar partido ni por la empresa ni por el colaborador ofreciendo un punto de vista más objetivo de la situación; confidencial; que es mantener las conversaciones privadas y no compartir ni con la empresa o cualquier otro empleado, salvo que el empleado implicado lo solicite o exista un riesgo que pudiera atentar con la seguridad de otras personas.

Es un recurso informal y directo que abre las posibilidades a quienes lo contactan y se evitan los protocolos de comunicación formal. La función del Ombudsman ha demostrado no solo ser un medio con el cual los colaboradores pueden hablar, plantear sus problemas y buscar la resolución de estos, también ha demostrado proveer información valiosa directo de la fuente que ha permitido a las empresas a resolver problemas de fondo y mejorar como empleador.

Es altamente probable que el número de personas que utilizan estos programas sea relativamente menor. El hecho de tenerlos disponibles ofrece mayor tranquilidad a los colaboradores, lo que hace que el valor percibido sea muy superior al costo real del mismo y aunque la cuantificación de los beneficios no es sencilla, ha sido demostrado a lo largo del tiempo que quienes invierten en poner al alcance de los colaboradores recursos que ayuden a atender sus necesidades emocionales y mentales, también han visto mejoras significativas en aspectos de calidad y eficiencia, así como en aspectos más intangibles como enganche, reputación, atracción y retención de talento.

Es un buen momento para reflexionar ¿cuál realmente es la función del capital humano en la empresa y el valor que damos al mismo?. En la academia se dice que el capital humano es el recurso más valioso de la empresa; sin embargo, en la práctica esta aseveración no siempre es realidad.

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