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Macri: lento el diálogo para acuerdo con bonistas
El mandatario reitera la necesidad de alcanzar a un acuerdo equilibrado "para las dos partes", que les permita acudir nuevamente a los mercados de crédito internacionales.
El presidente de Argentina Mauricio Macri admitió este viernes en Davos que la negociación para alcanzar un acuerdo con los bonistas que exigen a su país una deuda de 10,000 millones de dólares discurre más despacio de lo deseable.
Macri indicó además en una conferencia de prensa, la decisión de su gobierno de volver a cumplir con un artículo del convenio constitutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que contempla la supervisión del sistema monetario y del régimen de cambio y las obligaciones al respecto de los países miembros, lo que Argentina había dejado de hacer durante las administraciones de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa Cristina Fernández (2007-2015).
Macri asiste al Foro Económico Mundial, la primera vez que lo hace un presidente argentino en 12 años.
Sobre la negociación con los tenedores de bonos, el mandatario, quien asumió el poder hace poco más de un mes, admitió en una rueda de prensa que "hasta ahora no hay resultados concretos" y que "a este momento" el gobierno esperaba "tener la cosa más avanzada" para llegar a un acuerdo que ponga fin al largo litigio.
Macri estimó que a partir del 1 de febrero, cuando Argentina hará una oferta en el marco de la reanudación de las negociaciones en Nueva York, se podrá "ver en qué situación estamos".
Asimismo manifestó la voluntad de Argentina de resolver la cuestión "lo antes posible" y subrayó la necesidad de alcanzar a un acuerdo equilibrado "para las dos partes".
Argentina trata de poner punto final a un litigio que le ha dificultado desde hace años recurrir a los mercados de crédito internacionales. Fernández se negó a pagar la deuda exigida por los bonistas litigantes, a los que tildaba de especulativos o "fondo buitre".
Los litigantes son algunos de los bonistas que se negaron a participar en dos canjes de títulos por otros de menor valor, después de que Argentina incurrió en un cese de pagos por 100,000 millones de dólares en 2001, a los cuales ha respaldado la justicia de Nueva York.
Respecto de la decisión tomada con el FMI, Macri señaló que en su gobierno "toda la información va a ser pública y en esa dirección también vamos a informar al Fondo, según el artículo cuatro de cualquier información que requiera", el cual aboga por mantener la estabilidad del sistema monetario internacional según los principios del organismo.
Kirchner rehuyó aceptar la supervisión del FMI,al considerar que había sido en parte responsable de la grave crisis social y económica que sufrió Argentina en 2001, y durante su mandato decidió saldar la deuda que el país mantenía con el organismo para lograr independencia respecto de sus directivas. Fernández tampoco aceptó el artículo en cuestión.
Macri aseguró que su Argentina tendrá "total libertad con respecto al Fondo".
El presidente, de signo conservador, ha dado un vuelco de 180 grados a la política económica de fuerte intervención estatal en la economía del gobierno anterior, lo que ha incluido la anulación de las restricciones a la compra de dólares y la liberación del mercado de cambios.
Acto seguido, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, dijo que se acordó que en un plazo breve el gobierno "dará publicidad de todas las evaluaciones que viene haciendo habitualmente el Fondo acerca de Argentina".
"Todos los años hay un informe del país que el staff del Fondo presenta al directorio. Ese informe existe, solamente que las autoridades argentinas elegían que no se publique", afirmó el ministro.
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