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No hay quinta mala
La entrega de la constancia de presidente o presidenta electa constituye la etapa culminante de la elección para la renovación del Poder Ejecutivo Federal en México, representa el valor más alto otorgado al sufragio por la confianza manifestada por la ciudadanía de nuestra República.
Del año 2000 a este 2024, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la ha entregado en cuatro ocasiones, y la de este año sería la quinta. Vale la pena señalar algunas particularidades de cada una de ellas.
La elección del año 2000 tuvo dos momentos muy significativos. Por un lado, fue la primera elección calificada por el Tribunal Electoral tras la reforma electoral de 1996, ya que quien calificaba la elección presidencial eran los colegios electorales del Congreso de la Unión. Por el otro lado, esta fecha cimbró al sistema político, ya que el PRI, luego de 71 años de ostentar el poder, el entonces candidato del PAN, Vicente Fox, obtuvo el triunfo en la elección presidencial de ese año.
Es así como el 2 de agosto el máximo órgano jurisdiccional en materia electoral del país entregó la constancia de mayoría a Fox Quesada.
La elección de 2006 resultó inédita en virtud de la alta competencia registrada por la Presidencia de la República, donde el entonces candidato del PAN obtuvo un 35.89% de la votación, por un 35.31% de la Coalición por el Bien de Todos.
El Tribunal Electoral, un 6 de septiembre de ese año, entregó la constancia relativa al cómputo final de la elección, declaración de validez y de presidente electo a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
En 2012 fue entregada la constancia de presidente electo a Enrique Peña Nieto; destacó, su entonces magistrado presidente José Alejandro Luna Ramos, que el Tribunal Electoral protegería la decisión tomada por las y los mexicanos en cumplimiento a lo dispuesto en la Constitución.
Un 8 de agosto de 2018, luego de los resultados electorales manifestados por la ciudadanía en las urnas el primero de julio de ese año, llega por primera vez la izquierda para encabezar al Poder Ejecutivo a través de la entrega de la constancia de presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que actuaría con rectitud y respeto a la soberanía de los otros poderes legalmente constituidos, así como resaltó que no intervendría de manera alguna en las resoluciones de este Tribunal Electoral.
Este 2024, la elección más grande que ha tenido nuestro país nos dejó un mensaje muy claro: las mujeres ejercen efectivamente sus derechos luego de una larga lucha que han librado durante años, se rompen barreras históricas y estereotipos en nuestro sistema político para demostrar que el liderazgo no es una cuestión de género.
El próximo 15 de agosto, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha sido convocada por su presidenta la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso a efecto de entregar la quinta constancia de presidencia electa.
Para llegar a ese momento, la Sala Superior deberá llevar a cabo los siguientes actos de manera previa: I. Resolver los juicios de inconformidad relacionados con la nulidad de las casillas que fueron instaladas en el país, a fin de llevar a cabo la sumatoria que determine a la persona ganadora; II. Resolver los llamados “juicios madre” de la elección presidencial a efecto de, en su caso, determinar si las peticiones de nulidad de la elección son fundadas, y III. Aprobar, en su caso, la declaración de presidenta electa.
Hasta ahora, cuatro han sido los momentos clave de transición de poder por la vía democrática, de forma pacífica y con apego a la legalidad, donde el Tribunal Electoral ha demostrado siempre actuar conforme a derecho para proteger y respetar el voto de las y los ciudadanos y, que sean ellos, quienes definan el rumbo de este país.
Esta no será la excepción y nuevamente se demostrará que, parafraseando el famoso dicho de la fiesta de los toros, no hay quinta mala.
*El autor es magistrado electoral del TEPJF.
X: @fdelamatap