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Rogelio Ramírez, ¿llave maestra?
Si se concreta, como todo lo indica, la “Operación Iberdrola”, será la llave maestra con la que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, podría abrir varias puertas benéficas para México.
Con un solo tiro estaría provocando varios efectos positivos: Destrabar el enredo de la política energética nacional que ha provocado tensión con EU y Canadá; aumentar, de un plumazo, la capacidad de generación eléctrica del país y cumplir con el objetivo gubernamental correspondiente; y adquirir activos a buen precio, sin aumentar la deuda.
Y, por si fuera poco, darle la bienvenida a las inversiones en energías renovables al país, incluídas las de Iberdrola que venía siendo atacada por el propio gobierno de manera legal y discursiva.
Ramírez de la O no se metió en lo que no podía sustentar: que se trata de una nacionalización como lo ha afirmado el presidente de México. Lo que sí dejó claro es que la operación –que ciertamente, de entrada se realiza entre dos entidades privadas: Iberdrola y Mexico Infraestructure Partners–, no aumentará la deuda. La compra-venta de los activos de Iberdrola –anunciada el pasado 5 de abril– por 6 mil millones de dólares, no es deuda adicional para el gobierno, insistió ayer el titular de las finanzas públicas, durante la conferencia mañanera.
Y aunque lo quiso explicar de manera simplificada, la realidad es que se trata de un tema complejo y difícil de entender.
Explicó que la operación se realizará en parte con capital gubernamental y en parte con financiamiento de la banca de desarrollo, privada e inversiones institucionales.
Reiteró que el dinero que se inyectará a Fonadin, saldrá de la chequera del gobierno, aunque no especificó el origen. El presidente, previamente, aseveró que se originan en ahorros por la política de austeridad.
El gobierno aportará 45 mil millones de pesos, a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y se complementará con 65 mil millones de pesos de financiamiento de la banca de desarrollo, banca comercial y fondos de inversión institucionales. No lo dijo pero seguramente participarán las afores.
La agencia informativa Bloomberg anticipó hace algunos días la participación de bancos como BBVA, Bank of América y los locales Inbursa y Banorte entre otros. Ayer el propio secretario de Hacienda dijo que se han acercado todos los bancos interesados en dar financiamiento.
Los recursos que inyecta el gobierno hoy, tendrán que ser restituidos con todo y sus respectivos intereses.
Tanto la operación de compra como la administración de los activos estará a cargo de Mexico Infrastructure Partners, que es una empresa mexicana privada con capital 100 por ciento nacional que administra inversiones por un total de 4 mil millones de dólares.
Por lo que dijo Ramírez de la O, la Operación Iberdrola es equivalente a una “llave maestra” que permitirá resolver varios temas al mismo tiempo.
Por una parte, permite el cumplimiento del objetivo gubernamental de aumentar al 55% la capacidad de generación eléctrica del país, a través de la CFE.Con ello el gobierno garantiza que nadie pueda frenar el suministro de energía y los servicios públicos. Por lo menos eso es lo que plantea el propio gobierno
Por la otra, desbloquea el peligroso y riesgoso camino por el que venía transitando México en materia energética, con los obstáculos que venía imponiendo a las energías renovables y que provocaron la preocupación y las consultas en la materia de parte de sus socios comerciales: EU y Canadá.
Como lo señaló en su primer comunicado sobre ésta operación la Secretaría de Hacienda: “este acuerdo representa el inicio de una nueva etapa en la que el sector privado, incluyendo a Iberdrola, es bienvenido a invertir en el desarrollo de energías renovables en el país, bajo la tutela del Estado”.
El secretario de Hacienda tiene claro que para aprovechar el nearshoring –en el que tantas expectativas tiene el actual gobierno– se requiere más energía en general y en particular energías limpias.
El gobierno, a través de CFE podrá garantizar el suministro de energía y ya no tendrá que obstaculizar a las energías renovables. Muy probablemente podría incluso ayudar a desactivar las alarmas encendidas en Estados Unidos y Canadá por la política energética.
En ésta parte, Ramírez de la O y Raquel Buenrostro, parte del equipo moderado en el gabinete presidencial estarían avanzando frente a los radicales.
Todavía falta por ver si CFE tiene la capacidad de gestión y operación que le exigirá el MIP. Al tiempo.