Enfrentan parejas gay más obstáculos para adoptar

Los hijos de nadie, son los hijos sin nombre ni pasado, aquellos pequeños que no cuentan con un hogar porque el Estado no ha garantizado el derecho fundamental de todo infante a tener una familia.

Y es que a decir de la titular de la Consejería Jurídica del Distrito Federal, Leticia Bonifaz Alfonzo, el proceso legal para concluir una adopción puede tardar años, provocando en el adoptante hartazgo y renuncia. "Desde que se encuentra a un niño abandonado hasta que la procuraduría determina el proceso de adopción pasan años", lamenta.

En México se ha perdido de vista que el tema de las adopciones no es un derecho para quienes aplican la solicitud, sino para el menor que adquirirá una familia no importando las preferencias sexuales de los adoptantes, explica David Razú, diputado local.

Ante la constitucionalidad de adopción que resolvió la Suprema Corte de Justicia, el asambleísta reconoce que las parejas del mismo sexo enfrentarán mayores vicisitudes a las ya antes mencionadas, por ello hizo un llamado a las autoridades federales para hacer respetar el derecho a la adopción.

Por su parte, Bonifaz Alfonzo detalla que las averiguaciones para saber si existe un vínculo sanguíneo del pequeño con algún familiar y si éste está dispuesto a cuidarlo, conlleva un largo periodo de tiempo lo que provoca que el bebé crezca y deje de ser atractivo para las parejas, las cuales en su mayoría piden pequeños menores a cinco años.

Afirma que el proceso de adopción en México es eficiente a partir de que llega al tribunal, sin embargo, antes de ello, los sistemas deben mejorarse delegando más funciones al DIF respecto de las averiguaciones sobre los posibles familiares y no hasta que una pareja se interesa por el infante, lo que ahorraría años de trámite.

Huérfanos, los niños de nadie

Los huérfanos son niños abandonados por el sistema, refiere Arturo Argente, director del Departamento de Derecho del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca.

Debido a su corta edad no son votantes potenciales por lo que han quedado olvidadas las estrategias enfocadas a su bienestar. Para evitar la discriminación en el tema de las adopciones el 4 de marzo entró en vigor la posibilidad de que cualquier tipo de matrimonio, sea heterosexual u homosexual, tengan la capacidad legal para educar a un pequeño y fue ratificada su constitucionalidad en agosto del presente año.

No obstante a estos avances, la funcionaria explica que el proceso no fue sencillo, pues hubo que remar a contracorriente para romper con tabúes: "De los 52 magistrados que tenemos en el Distrito Federal, ocho presentaron tendencias homofóbicas, por lo que resultó necesario brindar talleres y cursos de sensibilización.

"Sabemos la batalla que estamos dando, el terreno que estamos pisando y el tipo de gobierno que tenemos; uno confesional alejado de todo concepto laico, pretende impulsar que la confesión de una moral particular, que es muy respetable se convierta en ley: lo que no se vale", agrega Razú, pues desafortunadamente las señales que manda el gobierno federal va en contra de los derechos humanos, que no se asemejan a sus conceptos de moral, pues comenta que durante la discusión en la Corte, la acción de inconstitucionalidad promovida por el Procurador en sí misma constituye un acto discriminatorio.

Al respecto, el Director del Departamento de Derecho del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca afirmó que la sociedad no está preparada para asimilar rápidamente un cambio cultural de este tipo, debido a la inclinación que prepondera respecto a la fe religiosa.

No obstante, agrega que la transición debe será de forma paulatina pues para educar una comunidad primero deben establecerse las normas en el marco jurídico. "El Estado crea ciudadanía a partir de sus leyes, y las resistencias que vemos van evolucionando", coincide el diputado Razú.

Agrega que el proceso de adaptación social tendrá su ritmo, pero se espera que éste sea acelerado ya que se trata de una lucha de más de 30 años y esta tendencia a nivel internacional está avanzando.

Con esta determinación las adopciones por parte de parejas gay mexicanas y de otros países que deseen adoptar en nuestra nación, no aumentarán exponencialmente, sostiene la Consejera Jurídica, esto debido a que por lo general, no lo contemplan dentro de su proyecto de vida, sin embargo, es necesaria la apertura para el porcentaje que opte por esta vía para convertirse en jefes de familia.

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