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Política

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Una muerte y 18 heridos, el saldo del operativo en Culiacán contra Ovidio Guzmán López

Juan José Moreno Orzua, coronel de infantería del Ejército, fue emboscado y asesinado por un grupo de hombres armados del Cártel de Sinaloa, como parte de las reacciones violentas ante la reaprehensión de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán.

Los narcobloqueos se presentaron por más de 12 horas en diversos puntos de la ciudad de Culiacán.

Juan José Moreno Orzua, coronel de infantería del Ejército, fue emboscado y asesinado por un grupo de hombres armados del Cártel de Sinaloa, como parte de las reacciones violentas ante la reaprehensión de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán.

En la emboscada, ocurrida en el municipio de Escuinapa, Sinaloa, también resultados lesionados los soldados Manuel Alonso Díaz Medina y Ramón Alejandro Aguilar García.

Los tres salieron de Culiacán, para ir a apoyar la frontera de Sinaloa en el primer sector militar del 86 BI en Acaponeta, Nayarit, como parte del reforzamiento de la seguridad en la entidad luego de la captura de Ovidio.

El enfrentamiento se registró sobre la carretera federal México 15, a la altura de las comunidades de El Trébol I y Hacienda La Campana.

En tanto, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó de 18 personas lesionadas, la mayoría de ellos integrantes de las Fuerzas Armadas, derivado de las balaceras provocadas por miembros del Cártel de Sinaloa.

En videos difundidos en redes sociales se apreció el momento en que desde helicópteros, militares dispararon contra la zona donde se encontraba Ovidio Guzmán y su grupo armado que lo protegía.

Una operación de esa naturaleza no ocurría en México desde 2017, cuando elementos de la Marina dispararon con ráfagas desde un helicóptero y abatieron en Nayarit a Juan Francisco Patrón Sánchez H2, líder de los Beltrán Leyva.

Tras la detención de Ovidio Guzmán, decenas de hombres armados del Cártel de Sinaloa o del Pacífico robaron y quemaron camiones y vehículos con el fin de bloquear los accesos y salidas a Culiacán y, con ello, evitar la extracción de su líder.

Los aeropuertos de Culiacán, Mazatlán y Los Mochis fueron cerrados por los disturbios. Hasta el cierre de esta edición, la Agencia Federal de Aviación Civil mantenía la decisión de suspender las operaciones aéreas en las tres ciudades.

Aeroméxico confirmó ayer que uno de sus aviones que iba de Culiacán a la CDMX fue alcanzado por una bala mientras esperaba en una pista para despegar.

Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social informó que como parte de los protocolos de seguridad para sus derechohabientes y personal en Sinaloa, se cerraron en el estado las Unidades de Medicina Familiar, guarderías y cuatro subdelegaciones.

Se suspendió la consulta externa y las cirugías programadas, mientras que los servicios de urgencias seguirán en operación. Todo lo anterior hasta nuevo aviso.

Además de los narcobloqueos, medios locales reportaron actos de rapiña en diversos comercios de Culiacán.

(Con información de Redacción)

politica@eleconomista.mx

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