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Avance del mercado laboral se estancó en abril; desempleo sube a 2.6%
En el arranque del segundo trimestre del año, la mayoría de los indicadores clave del mercado laboral mostraron un retroceso, con excepción de la tasa de participación laboral, aunque su crecimiento estuvo ligado a un aumento de la desocupación.
En abril la tasa de desempleo tuvo un repunte mensual al pasar de 2.3 a 2.6%, luego de dos meses al hilo con reducciones. Con este resultado, el indicador se ubicó en el mismo nivel con el que cerró el 2023, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). En total, se sumaron 206,306 personas a la población desocupada en el cuarto mes del año.
En el arranque del segundo trimestre del 2024, la mayoría de los indicadores clave del mercado laboral mostraron un retroceso. El crecimiento de la desocupación estuvo acompañado de una ligera reducción de 10,549 personas en la población ocupada.
El incremento de los niveles de desocupación se reflejó en un aumento de la tasa de participación laboral, la cual pasó de 60.2 a 60.5%, la mejor cifra desde noviembre del 2023.
“Las distorsiones relacionadas a la Semana Santa se extendieron al periodo, provocando reajustes dentro de la Población Económicamente Activa (PEA)”, dice Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia de Mercados de Banorte.
El trabajo subordinado, que venía de dos meses consecutivos mostrando fortaleza, tuvo una reducción de 421,091 puestos laborales, este fue el único renglón que reportó pérdidas. Este comportamiento se reflejó en una contracción mensual de 66.4 a 65.7% en la tasa de trabajo asalariado.
El trabajo por cuenta propia fue el que lideró la creación de empleo en abril al incorporar a 242,588 personas a una ocupación, seguido por el trabajo no remunerado (+141,724) y empleadores (+26,203). Estas ganancias mitigaron la caída general de los niveles de ocupación.
“Sopesando todos los resultados, y a pesar de los incrementos en los desempleados, la composición de la PEA sigue mostrando fortaleza, remarcando la estrechez en el mercado laboral”, opina Juan Carlos Alderete.
Por otra parte, los datos reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sugieren que las personas que se sumaron a la población ocupada, lo hicieron en condiciones adversas.
El empleo formal -que tenía dos meses seguidos con incremento- en abril frenó su avance y eliminó 155,659 plazas. El sector informal fue el único con saldo positivo al incorporar a 145,083 personas. De esta manera, la tasa de informalidad tuvo un repunte de 0.3 puntos porcentuales para ubicarse en 54.6%, la cifra más alta desde noviembre del año pasado.
“Lo anterior pone en evidencia que la informalidad en México, bajo el contexto de la ENOE, persiste como un desafío socioeconómico ya que cerca de la mitad de la fuerza laboral mexicana trabaja en la economía informal, caracterizada por la falta de seguridad laboral, prestaciones sociales y cumplimiento de impuestos”, afirma Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
El sector industrial fue el único con pérdidas en el comparativo mensual, principalmente por la eliminación de poco más de 774,000 plazas en la manufactura. En el otro extremo, las actividades en la agricultura sumaron a 133,233 personas a una ocupación y el sector de servicios aportó 203,216 puestos de trabajo con el comercio, restaurantes, y los servicios sociales, diversos y profesionales reportando saldos positivos.
Subocupación y brecha laboral también retroceden
Otro indicador clave del mercado laboral que mostró un retroceso fue la subocupación, la cual engloba a las personas trabajadoras con la necesidad de ofrecer más tiempo laboral de lo que les garantiza su actual empleo. A esta condición se sumaron 726,388 personas en el arranque del segundo trimestre.
De esta manera, la tasa de subocupación tuvo un repunte mensual de 1.2 puntos porcentuales, el crecimiento más alto en un año, para ubicarse en un nivel de 7.7% de la población ocupada, la peor cifra desde noviembre del 2023.
A pesar del repunte, el subempleo se mantiene aún por debajo del 9.1%, nivel mostrado previo a las afectaciones de la pandemia de Covid-19 en el mercado laboral. En los meses de mayor impacto por la emergencia sanitaria, el indicador llegó hasta el 30% de la ocupación del país.
Pese a que 389,332 personas salieron de la Población No Económicamente Activa (PNEA), la brecha laboral -la medición más amplia de necesidad de empleo- subió de 16.6 a 16.9%, la cifra más alta también desde noviembre del año pasado. Este crecimiento respondió al incremento en las tasas de desempleo y de subocupación, indicadores complementarios.