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Negocio es viable con reforma a plataformas digitales, pero hacen falta acuerdos: Rappi
La flexibilidad laboral es clave para los repartidores, aunque la regulación plantea retos en seguridad social y contribuciones fiscales, afectando sus ingresos, que podrían afectar sus ingresos.
La nueva regulación de plataformas digitales, específicamente las que operan en servicios de entrega como Rappi y de transporte, como Uber, enfrenta un proceso crucial que involucra tanto la viabilidad del negocio como el bienestar de los repartidores y conductores.
Durante el foro Impacto de las plataformas en el marco del emprendedurismo digital en México: Generación de ingresos y nuevos negocios, Isabella Mariño, directora de Asuntos Corporativos de Rappi en México, reconoció que el modelo de negocio de Rappi, en su forma actual, puede seguir siendo viable tras la regulación propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, señaló que aún hay temas pendientes que deben cerrarse con instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Estas negociaciones son fundamentales para establecer el régimen fiscal y las aportaciones de seguridad social de los repartidores, según Mariño.
"Nosotros y otras plataformas de reparto y transporte podemos seguir operando bajo la regulación tal como está planteada. Sin embargo, necesitamos que los acuerdos alcanzados en la Secretaría del Trabajo se reflejen en la legislación final, y que se cubran aspectos técnicos específicos con el IMSS y el SAT para garantizar un marco regulatorio coherente", dijo Mariño en entrevista.
La expectativa de Rappi es que, una vez aprobada la reforma legal, se abra un periodo de seis meses de transición para seguir negociando temas técnicos y operativos. Este plazo sería esencial para dar certeza tanto a los repartidores como a la plataforma en cuanto a los cambios específicos y sus efectos.
“Para el sector privado, la tranquilidad viene de ver estos asuntos plasmados en la ley; mientras tanto, nuestra meta es mantener a nuestros repartidores informados y disminuir sus preocupaciones sobre el impacto de la regulación en su día a día”, añadió.
La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo con la que se busca incluir a la legislación un capítulo que aborde el empleo en plataformas digitales como Uber, Didi y Rappi. Dicho capítulo incluye considerar el empleo en este tipo de plataformas como una relación de subordinación flexible que otorgue seguridad a los conductores y repartidores.
Régimen fiscal y aportaciones de seguridad social
Uno de los puntos álgidos en la mesa de negociación de la reforma a la Ley Federal del Trabajo es la definición de un régimen fiscal adecuado para los repartidores, quienes en la actualidad pagan impuestos como IVA e ISR, pero no cuentan con el mismo régimen de un empleado tradicional.
La idea, según Mariño, es que se mantenga la figura de “trabajador independiente”, que les permita a los repartidores seguir contribuyendo con estos impuestos sin cambiar su esquema.
Por otro lado, la incorporación de los repartidores al sistema de seguridad social también representa un aspecto clave. Si bien se ha discutido que la aportación se mantendría en un esquema trimestral, este podría no ser suficiente para asegurar la cobertura de todas las necesidades de los repartidores.
El gobierno, según Mariño, no tiene intenciones de hacer el esquema demasiado oneroso, aunque los trabajadores continúan inquietos sobre el impacto que estos cambios tendrán en sus ingresos y costos.
Para Rappi, la prioridad es mantener el interés de los repartidores en seguir colaborando en la plataforma sin afectar la estructura de costos ni la demanda de usuarios, lo cual podría repercutir en la cantidad de pedidos y, en consecuencia, en los ingresos de los repartidores. Como resaltó Mariño, “lo que queremos es que los repartidores puedan trabajar con tranquilidad y sientan a Rappi cerca de ellos en este proceso de transición”.
Restaurantes
Jorge Mijares, presidente de la Asociación Mexicana de Restaurantes, subrayó la importancia de la tecnología en la evolución de los restaurantes en México y cómo los servicios de entrega digital han cambiado radicalmente el sector.
Con la pandemia, las plataformas de entrega como Rappi, Uber Eats y Didi Food, que inicialmente parecían una complicación costosa para algunos restaurantes, se convirtieron en un salvavidas para el negocio y en una nueva fuente de ingresos.
Mijares compartió cómo estas plataformas han permitido a los restaurantes alcanzar una nueva base de clientes que antes no tenían, generando ingresos adicionales y facilitando el control de costos operativos gracias a las innovaciones tecnológicas.
Sin embargo, el directivo mencionó que el impacto de una regulación restrictiva sobre estas plataformas podría desincentivar su uso y afectar negativamente tanto a los restaurantes como a los empleados. Esto afectaría especialmente a los pequeños negocios y puestos de comida, que dependen de las ventas generadas a través de estas plataformas.
Ante esto, hizo un llamado a que el gobierno considere las implicaciones económicas y evite una regulación que incremente los costos de operación, ya que esto podría reflejarse en un aumento de precios al consumidor final y, en última instancia, en una disminución de la demanda y en un impacto negativo en el empleo.
Estabilidad y flexibilidad
De acuerdo con Isabella Mariño, Rappi se enfrenta al reto de mantener la motivación de sus repartidores ante una regulación que podría cambiar sus condiciones laborales. Muchos de los trabajadores, expresó, valoran profundamente la flexibilidad del esquema actual. Aproximadamente 60% de los repartidores de la plataforma trabajan de manera circunstancial, mientras que entre un 30 y 40% lo hace de manera más constante.
"Para nosotros, los repartidores son el pilar de nuestra empresa y servicio. Sin ellos, no importaría cuántos aliados comerciales o usuarios tengamos", dijo.
Para muchos repartidores, el esquema flexible les permite generar ingresos adicionales o sostenerse mientras cumplen otras responsabilidades, como estudiar o cuidar de sus familias. En un estudio cualitativo presentado por Ana Suárez Zamudio, directora de ZEa Consultoría Social, se destacó que esta actividad permite a mujeres, migrantes y personas de más de 50 años acceder a una fuente de ingresos a la que difícilmente tendrían acceso en un empleo tradicional.
El estudio, realizado en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, reveló que los repartidores valoran la baja inversión requerida para comenzar y la capacidad de elegir cuánto trabajar. Esta flexibilidad les permite adaptar su jornada a objetivos específicos, como financiar una carrera universitaria o cubrir los gastos familiares. Sin embargo, la nueva ley plantea el reto de cómo equilibrar esa flexibilidad con las contribuciones de seguridad social y posibles ajustes en el régimen fiscal que actualmente se manejan.
Llamado al diálogo
Para Rappi, la regulación es vista no como un obstáculo, sino como una oportunidad de construir un modelo viable que pueda incluso ser un ejemplo internacional. En este sentido, Isabella Mariño reiteró el compromiso de la plataforma para seguir dialogando con el gobierno y sus instituciones, e instó a todas las partes a trabajar en una solución equilibrada.
"Queremos un marco regulatorio que se adapte a la realidad de México, y que respete la independencia y flexibilidad que nuestros repartidores valoran. Este modelo tiene el potencial de ser único en su tipo si logramos encontrar los acuerdos correctos", concluyó Mariño.