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Sindicatos independientes piden intervención de EU para garantizar libertad sindical plena
En su tercer día de visita en México, la subsecretaria del Trabajo estadounidense, Julie Su, se reunió con representantes de sindicatos independientes, espacio en el que legitimó su lucha y ofreció el apoyo del gobierno que representa.
San Luis Potosí, SLP. Integrantes de sindicatos independientes pidieron a la subsecretaria del Trabajo de Estados Unidos, Julie Su, intervenir para que empresas automotrices de su país les permitan gozar de una verdadera libertad sindical. Trabajadores de 3M Purification, General Motors (GM) de Silao, Guanajuato, y Goodyear de esta localidad explicaron a la funcionaria la manera en la que esas compañías obstaculizan su organización y defensa de derechos laborales.
“Estamos viendo las luchas que enfrentan, reconocemos su importancia y tienen el apoyo del gobierno de Estados Unidos”, les dijo la abogada, quien tiene una larga trayectoria de defensa de trabajadores migrantes en su país. Este miércoles fue el tercer día de su gira a México para constatar los avances de la implementación de la reforma laboral, y en la que anunció el apoyo de otros 29 millones de dólares para continuar con este proceso.
El caso de GM Silao, en el que su personal logró separarse de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), crear un nuevo sindicato y emplazar a huelga, retumbó en cada evento al que asistió Julie Su en la capital potosina. Lo mencionaron en su encuentro con funcionarios locales del Poder Ejecutivo y del Judicial por la mañana y en la reunión con empresarios por la tarde.
Pero fue en el diálogo que sostuvo con trabajadores en el que supo lo difícil que ha sido sostener la victoria en GM y replicarla en otras empresas. “Conocen la historia del triunfo, pero desconocen lo que se ha pasado en el camino”, señaló Juan Pablo Hernández, coordinador de la Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático (Fesiiaaan). Agregó que las autoridades laborales mexicanas han sido omisas en vigilar esta situación.
En enero, trabajadores de 3M Purification rechazaron el contrato colectivo de trabajo (CCT) negociado por el sindicato cetemista. Ahora, buscan la representatividad para pactar uno nuevo con la empresa estadounidense. “Requerimos de las garantías que aseguren que no habrá represión por parte de la compañía, que pueden ejercerse a través de despidos injustificados”, dijo Francisco Israel Águila, empleado activo.
“¿Me pueden explicar qué es lo que pasa en GM?, ¿qué afecta los buenos resultados para los sindicatos independientes?”, les preguntó Julie Su.
Armando Fajardo, secretario de Prensa y Propaganda del Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA), enlistó: luego del “charrizidio” y de ganar la titularidad del CCT por casi el 80% de los votos, GM se ha negado a negociar el contrato. De nada valió la intervención del embajador en México, Ken Salazar, para que la armadora acepte el pliego petitorio, dijo. “Hemos tenido que soportar la presión de la empresa por nuestra actividad sindical. Ha habido accidentes por la sobrecarga de trabajo, pero no aceptan cambios al organigrama”.
Luego de que el SINTTIA emplazó a huelga, desconoció la personalidad jurídica del nuevo sindicato, agregó Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).
Julie Su indicó que, además del cambio en las leyes, se requiere un cambio en la cultura y confió en que el gobierno mexicano les apoyará. Además, ofreció la asesoría de la agregaduría laboral de la Embajada de Estados Unidos en México.
Despidos en Goodyear
“La implementación de la reforma laboral mantiene claroscuros. Sin embargo, los casos de éxito” resultan prometedores, señaló Juan Pablo Hernández, al leer la carta que le entregaron a la funcionaria estadounidense.
En el caso de 3M Purifaction la continuidad de la libertad y democracia sindical depende de que, para la obtener la constancia de representatividad, como lo ordena la reforma laboral, “se respeten los criterios y la normatividad internacional”, agregó. Pero también le expuso las dificultades para obtener dicho documento.
“Después de que los trabajadores rechazan un contrato de trabajo colectivo, una de las limitantes es que cuenten con un registro para demandar la administración del contrato. Tienen que tener un registro sindical y ese es otro proceso. Los trabajadores tienen que buscar que otras organizaciones les presten un registro para terminar el proceso de representación real y demandar la firma de un contrato”.
Aunque estén organizados, si esa organización no se formaliza con las firmas de al menos 30% de la plantilla laboral y con la toma de nota de un sindicato, es imposible que el movimiento de trabajadores logren negociar sus propias condiciones laborales, le dijo.
Pero para conseguir lo anterior, hay varios obstáculos, el más serio es el riesgo a ser despedidos. Oscar Sánchez, extrabajador de Goodyear en San Luis Potosí narró a la comitiva estadounidense que en 2018 un grupo de 57 trabajadores intentó tener la representatividad del CCT. “Cumplimos con el porcentaje mínimo de trabajadores, tuvimos asesoría y todo. Pero la empresa se dio cuenta y nos despidió. Somos un caso muy representativo de la injusticia que se vive con el trabajador en México”.
Con ese tipo de prácticas, el resto de los trabajadores tiene “miedo de que les ocurra lo mismo que a nosotros. Nosotros estamos boletinados en la zona industrial, no podemos conseguir otro trabajo porque estamos en las listas negras”.