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Capital Humano

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Síndrome de Blancanieves: El fenómeno de los jefes triple cara

Los personajes centrales de la película Blancanieves sirven como analogía perfecta para el caso de las personas en posiciones de jefatura que tienen un trato diferenciado con sus superiores, sus colegas y sus subalternos en función de la jerarquía.

Foto: Especial

Foto: EspecialCortesía Disney

Te has preguntado por qué hay ciertos jefes que tienen cambios drásticos en la forma de tratar a las personas en una empresa, pues aunque mantienen respeto y cortesía hacia los responsables de mayor jerarquía, a los colaboradores o compañeros de trabajo suelen maltratarlos.

La interpretación de la historia de Blancanieves como tres personalidades en el ámbito laboral (la reina, la bruja y Blancanieves) puede ser una manera simbólica de analizar las diferentes facetas de la personalidad o roles que un perfil de este tipo desempeña a lo largo de la historia.

  • La reina: Representa la figura autoritaria que intenta controlar o dominar a Blancanieves.
  • La bruja: Simboliza la envidia, la maldad o los obstáculos que Blancanieves debe superar.
  • Blancanieves: Es la protagonista inocente y bondadosa que enfrenta desafíos y lucha contra la adversidad.

Esta interpretación resalta las luchas internas y las diferentes dinámicas presentes en la historia, ofreciendo capas de significado más allá de la narrativa superficial. Es una forma de explorar los roles y desafíos que enfrenta el personaje principal desde distintas perspectivas.

Si lo trasladamos al trato diferenciado hacia distintos niveles jerárquicos dentro de una organización, este comportamiento puede deberse a varios factores. A menudo, se relaciona con la autoridad y responsabilidad que cada posición conlleva.

Por ejemplo, los directivos y gerentes suelen recibir un trato diferenciado debido a la toma de decisiones de alto nivel y la responsabilidad sobre los resultados de la empresa que representan. Sin embargo, es importante que el trato sea justo y equitativo de manera transversal, fomentando un ambiente colaborativo y respetuoso para todos los miembros del equipo.

Esta analogía puede aplicarse a dinámicas de liderazgo y relaciones interpersonales en el ámbito laboral de la siguiente manera:

» Bruja (maltrato a subordinados)

Refleja un liderazgo tóxico, donde una persona en una posición de autoridad trata de manera abusiva o despectiva a sus subordinados. Este comportamiento puede generar un ambiente laboral negativo, con consecuencias en la moral, la productividad y la retención del talento.

Un líder despectivo que trata mal a sus subordinados y menosprecia a quienes están bajo su dirección suele tener características negativas, como la falta de empatía, la arrogancia, la incapacidad para reconocer el valor de los demás y una actitud de superioridad.

Este tipo de líder puede ser autoritario, irrespetuoso e incluso abusivo, creando un ambiente laboral tóxico y desmotivador para los colaboradores. Además, puede tener dificultades para construir relaciones positivas y productivas en el equipo.

» Reina (control con compañeros pares)

Representa una actitud de control o superioridad hacia los compañeros de nivel jerárquico similar. Esta dinámica puede dificultar la colaboración, la toma de decisiones conjuntas y la creación de un entorno de trabajo colaborativo y equitativo.

Cuando un líder o gerente tiene dificultades en sus relaciones con compañeros de jerarquía similar, puede generar un ambiente laboral tenso y poco colaborativo. Esto puede afectar la comunicación, la cooperación y la eficiencia en el trabajo en equipo.

La falta de colaboración entre pares puede llevar a problemas de coordinación, obstaculizar el intercambio de ideas y dificultar la toma de decisiones conjuntas, lo que a su vez puede impactar negativamente en los resultados y metas de la organización. Es crucial abordar estas tensiones para fomentar un entorno laboral más armonioso y productivo.

» Blancanieves (dulce con quienes reporta)

Sugiere una actitud más colaborativa y empática hacia aquellos que están bajo su dirección. Esta forma de liderazgo se basa en el respeto, la empatía y la promoción de un ambiente de trabajo positivo, lo que puede mejorar la moral y el rendimiento del equipo.

Sin embargo, una persona que mantiene una relación de pleitesía o subordinación extrema con jerarquías superiores en una organización suele ser descrita como sumisa o servil. Esta actitud se caracteriza por un comportamiento excesivamente complaciente, donde la persona muestra una sumisión exagerada, evita cuestionar o discrepar, y busca constantemente la aprobación y el favor de aquellos en posiciones de autoridad.

Este tipo de comportamiento puede limitar la autonomía y la capacidad de tomar decisiones propias de esa persona, a veces en detrimento de su propio bienestar o el de su equipo.

Señales ineludibles del síndrome de Blancanieves

Un punto clave para detener este tipo de liderazgo radica en reconocer estas dinámicas y trabajar para fomentar un modelo que se base en la empatía, la equidad y la colaboración, promoviendo así relaciones sanas y productivas en todos los niveles jerárquicos de la organización.

Identificar estos patrones de comportamiento puede ser clave para evitar ambientes tóxicos en una empresa. Algunas señales que podrían indicar la existencia de este trato diferenciado jerárquico son la siguientes:

  1. Discriminación en el trato: Observar si hay un trato notablemente diferente hacia diferentes niveles jerárquicos. Por ejemplo, si hay preferencia evidente hacia algunos empleados por encima de otros.
  2. Comunicación desigual: Notar si la información relevante se comparte selectivamente con ciertos niveles jerárquicos, dejando a otros excluidos.
  3. Decisiones sesgadas: Identificar si las decisiones se toman sin considerar adecuadamente las opiniones o aportes de todos los niveles jerárquicos.
  4. Cultura del miedo: Si existe un clima en el que los empleados temen expresar sus ideas o preocupaciones debido a represalias.
  5. Dificultades en la colaboración: Si se observan problemas constantes en la colaboración entre equipos o departamentos, lo que podría indicar falta de comunicación o relaciones tensas entre diferentes niveles jerárquicos.
  6. Quejas o rotación frecuente: Si hay un aumento en las quejas de los empleados o una alta rotación en ciertos departamentos, puede ser un indicio de un trato desigual o tóxico.

Detectar estas señales puede ayudar a abordar y corregir comportamientos perjudiciales, fomentando así un ambiente laboral más equitativo, colaborativo y saludable para todos los empleados. Para lograrlo es necesario considerar los siguientes aspectos:

  • Comunicación efectiva: Fomentar una comunicación clara, abierta y transparente con todos los miembros del equipo.
  • Empatía y escucha activa: Mostrarse receptivo y comprender las necesidades, preocupaciones y puntos de vista de los demás.
  • Equidad y justicia: Tratar a todos los colaboradores de manera justa y equitativa, sin favoritismos ni discriminación.
  • Desarrollo de habilidades: Fomentar el desarrollo profesional y personal de los colaboradores a través de capacitación y apoyo.
  • Promover un ambiente positivo: Crear un entorno laboral positivo, motivador y que fomente la colaboración y el trabajo en equipo.
  • Delegación efectiva: Delegar tareas de manera adecuada, confiando en las habilidades y capacidades de los miembros del equipo.
  • Resolución de conflictos: Manejar los conflictos de manera constructiva y rápida, buscando soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.
  • Modelar comportamientos deseables: Servir como ejemplo y demostrar los valores y comportamientos esperados dentro de la organización.
  • Flexibilidad y adaptabilidad: Ser flexible ante los cambios y estar dispuesto a adaptarse a nuevas situaciones y desafíos.
  • Reconocimiento y aprecio: Reconocer y valorar el trabajo y los logros de los colaboradores, mostrando aprecio por sus esfuerzos.

Estos puntos pueden ayudar a un líder a crear un entorno laboral saludable y productivo. Ponerlo en práctica no solamente fomentará una buena cultura organizacional sino que garantizará un trato respetuoso de manera transversal, sin importar la posición jerárquica de una persona dentro de la empresa.

Top Voice de LinkedIn. Consultora experta en transformación de competencias y conductas humanas, desarrollo organizacional y cambio de cultura laboral.

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