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Liderazgo situacional: ¿Cómo exaltar lo mejor de cada colaborador?
Un reconocimiento público puede llegar a ser más valioso para los colaboradores que un bono monetario, porque resulta más importante que el jefe sepa y reconozca su esfuerzo y sus logros delante del resto del equipo.
“Tú no inspiras a tus equipos mostrándoles lo grandioso que eres. Tú los inspiras enseñándoles lo grandiosos que son ellos”, Robyn Benincasa.
Existen diversos tipos de liderazgo y con el paso de los años, y del día a día empresarial, surgen nuevos conceptos y formas de ser líder, todos ellos encaminados a lograr una mayor motivación en los colaboradores, la cual genere, a su vez, una mayor productividad y menor rotación de personal al interior de las organizaciones.
Hoy quisiera platicar del liderazgo situacional, un modelo creado por Paul Hersey y Ken Blanchard en 1969. Según explica el portal de orientación vocacional Indeed, este liderazgo consiste en conocer las necesidades, la preparación y las capacidades de cada miembro del equipo para saber adaptar el estilo de liderazgo requerido en cada situación. Es decir, se trata de evaluar el nivel de rendimiento y compromiso de cada colaborador, para a partir de eso darles las herramientas para que dé lo mejor de sí.
Es interesante lo que la teoría de Hersey y Blanchard propone, ya que permite a las empresas hacer una óptima gestión del talento. Al tener la certeza de qué habilidades y aptitudes tiene cada persona que conforma un equipo de trabajo, es posible que ésta sea colocada en el lugar idóneo para desenvolverse como profesionista y, en consecuencia, que la asignación de responsabilidades y roles al interior de la compañía sea la que realmente genere una mayor retención de talento y más motivación.
En resumen, y como bien lo dicen varios expertos en reclutamiento, aquí se trata de que el líder debe saber analizar cuáles son las motivaciones y competencias de cada una de las personas con las que trabaja, para lograr que cada uno de ellos sea lo más eficiente posible en su empleo. Es decir, el líder deberá destinar parte de su tiempo para descubrir las habilidades y necesidades de cada integrante, trabajar con los hallazgos y poner en marcha acciones que coadyuven a que todo funcione como un engranaje perfecto.
Como parte de este modelo de liderazgo, se han creado diversos tipos de análisis para determinar cuál es el nivel de desarrollo o madurez (psicológica y profesional) de cada colaborador en relación con su puesto. Con base en los resultados obtenidos se adapta el tipo de liderazgo que se manejará con esas personas, aportándole herramientas para que su motivación crezca y, por ende, sea más eficaz en su desempeño.
Imagínate que puedas colocar a tus colaboradores como piezas de ajedrez, donde todos tienen funciones específicas que, además de saber cumplir con eficacia porque tienen las aptitudes para hacerlo, realizan con entusiasmo porque están donde desean y tienen la motivación de un líder que los conoce y los motiva a seguir creciendo. Es el juego perfecto, es lo que te ayudará a crear equipos de trabajo altamente productivos y leales a una organización que sí los toma en cuenta.
También considera cuán útil puede resultar este liderazgo hoy que el home office llegó para quedarse y no vemos diariamente a todos los miembros del equipo; puedes, por ejemplo, analizar quién tiene habilidades para trabajar a distancia y mantener el orden con los demás equipos, cómo funciona la productividad de cada uno trabajando desde casa, entre otros.
Ahora bien, hay algo que debemos tomar en cuenta y es fundamental: si bien existen diversos tipos de liderazgo e información de ellos, así como modelos de análisis y estudio, la base para una empresa exitosa es su gente, sus colaboradores. Los empresarios sabemos que un equipo de personas bien capacitadas y que se sienten tomados en cuenta por la compañía, serán personas que tendrán la camiseta bien puesta.
Algunos expertos hablan de que un reconocimiento público llega a ser más valioso para una persona que un bono monetario, porque resulta más importante que el jefe sepa y reconozca su esfuerzo y sus logros delante del resto del equipo. Esto evidentemente representa una inversión mínima y puede beneficiar a que la organización incremente sus ingresos, al reducir gastos e incrementar la productividad de sus colaboradores. Es decir, se puede tener una mayor escalabilidad en los negocios.
Finalmente, recuerda que aunque existe mucha teoría sobre lo que debe hacerse al interior de una empresa y sobre los diversos tipos de liderazgo que hay, lo básico es que como directores y líderes de equipo no olvidemos que debemos priorizar a nuestra gente, facilitando su profesionalización (así como la actualización de conocimientos) y procurando su bienestar, profesional y personal. Una persona que sabe el valor que tiene para la firma en la que colabora, trabajará con ahínco por permanecer ahí y crecer con ella.