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BBVA: caída del PIB sería de 4.5% en el 2020; si no se actúa, se profundizará

“Nuestro escenario asume que se toman decisiones pronto. De lo contrario, la caída será más fuerte y tendrá una mayor duración”, aseguró el banco.

Foto EE: Hugo Salazar

Foto EE: Hugo SalazarECONOMISTA

BBVA se ha sumado a los diferentes grupos financieros que ya han movido de forma drástica a la baja sus pronósticos del PIB para el 2020, principalmente por los efectos que el coronavirus tendrá en la economía. 

En este sentido, el área de estudios económicos de BBVA México prevé que la economía local caiga en el año 4.5%, lo cual, precisa, podría ser más profunda si hoy no se toman las decisiones adecuadas para hacer frente a la pandemia.

“Nuestro escenario asume que se toman decisiones pronto. De lo contrario, la caída será más fuerte y tendrá una mayor duración”, ha señalado.

En el documento explica que México no está aislado de las disrupciones en las cadenas de valor y será severamente afectado por el previsible desplome de la producción y la demanda en Estados Unidos. También será afectado por el previsible desplome en las remesas; y además, el impacto será mayor que en otros países debido a la disminución en los precios del petróleo que resultará en un deterioro todavía mayor en el balance de Pemex lo cual terminará afectando a las finanzas públicas.

“El momento de tomar decisiones llegó”

BBVA destaca además que México no es la excepción y está ya siendo afectado por el coronavirus, pues si bien hasta ahora el número de contagios confirmados es bajo, cabría esperar que hubiera muchos casos más, por lo que si no se toman las medidas necesarias pronto (distanciamiento social y aislamiento), el contagio se expandirá rápidamente. 

Existen momentos de la verdad, cruciales para el destino de los países. El destino no tiene que ser inevitable, pero un momento de la verdad como el actual significa que es un momento importante en el que se deben tomar decisiones rápidamente, y en el que lo que se decida tendrá importantes consecuencias para el futuro”. 

BBVA resalta que una profunda recesión es inevitable, pero la incontrolable expansión del contagio no lo es.

“El momento de tomar decisiones llegó, y éstas determinarán si la caída en la actividad económica tiene corta o larga duración, y mucho más importante aún, significarán que el contagio logra eventualmente contenerse o se traducirán en un innecesario crecimiento exponencial”, expone. 

Menciona que el principal responsable en este momento de la verdad es el gobierno federal, pero los gobiernos locales, las empresas y las personas, también deben actuar y tomar esta crisis con altura de miras y con la responsabilidad y urgencia que el reto amerita. 

Considera que no tomar medidas de distanciamiento social y aislamiento por temor a los impactos económicos, no solamente resultará en un problema de salud pública sino que también puede resultar en afectaciones todavía mayores a la economía: “a mayor tasa de contagio, mayor el impacto económico total”.

Extensión y duración del brote determinarán su efecto

BBVA argumenta que las disrupciones en las cadenas globales de valor tienen ya efectos sobre la producción manufacturera nacional, en especial en los sectores intensivos en el uso de capital como el automotriz y el de artículos electrónicos

En cuanto al sector terciario, dice, los servicios relacionados con el turismo, especialmente el transporte aéreo, preparación de alimentos, y alojamiento temporal se están viendo afectados de manera significativa, mientras que la demanda por otros servicios se reducirá drásticamente en los siguientes días como resultado de las medidas de prevención que deben ser implementadas por el gobierno federal, los gobiernos locales, las empresas y las personas. 

“En los siguientes meses el consumo privado se verá deteriorado por el menor ingreso disponible de empresas y hogares como resultado del choque negativo sobre la producción y el empleo, mientras que la inversión profundizará su caída”.

En este sentido, subraya que la extensión y duración del brote en el mundo, Estados Unidos y en México, determinarán su efecto final sobre la oferta y demanda internas. 

“El aislamiento total es el peor escenario para la actividad económica en el corto plazo, pero el mejor para frenar el contagio, y por tanto, el mejor aliado para que la caída en la actividad económica tenga la menor duración posible y para que el rebote llegue lo antes posible y con la mayor fuerza posible”. 

Choques de oferta y demanda

Para BBVA el aislamiento es cada vez más probable, por lo que anticipa que los choques de oferta y demanda afectarán la actividad económica con mayor profundidad en el segundo trimestre del 2020, previendo que dicho lapso registre una contracción de 5.6% .

El efecto negativo de la pandemia, apunta, se extendería al tercer trimestre, con una caída trimestral del PIB de 0.6 por ciento. Durante el cuarto trimestre del 2020 la economía iniciaría su senda de recuperación sin ganar un impulso significativo hasta el primer trimestre del 2021.

“Nuestro escenario asume que se toman decisiones pronto. De lo contrario, la caída será más fuerte y tendrá una mayor duración”.

Hacia adelante México estaría bien posicionado

Hacia delante, refiere BBVA, México está bien posicionado para una fuerte recuperación con la ratificación del T-MEC y con los beneficios para las cadenas de valor instaladas en México de un posible traslado de producción de China a México que aumentaría la Inversión Extranjera Directa en los próximos años. 

“Entre más pronto salgamos de esta crisis de salud pública, más pronto México podrá aprovechar esta nueva ventaja comparativa que es previsible que se potencie una vez que todo esto pase a nivel global”.

Objetivos fiscales deben pasar a segundo plano

BBVA considera que es altamente probable que se requieran destinar cuantiosos recursos públicos para contrarrestar los efectos económicos negativos derivados del brote del Covid-19, por lo que habría que renunciar a la meta de 0.7% del PIB para el balance primario de 2020.

“En coyunturas como la actual, los objetivos fiscales deben pasar a segundo plano; lo importante y urgente debe ser, en nuestra opinión, apuntalar los sistemas de salud y otorgar apoyos, en especial a los trabajadores del sector servicios y de la economía informal, que verán una drástica reducción en sus ingresos. Ahora bien, para que los mercados digieran mejor un mayor déficit, se deberían hacer también anuncios de una reforma fiscal que vaya a incrementar los ingresos públicos y la cancelación de proyectos de infraestructura que no son rentables y menos en este contexto de bajos precios de petróleo, como lo es la refinería de Dos Bocas”.

 

rrg

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