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Evite justificar las malas decisiones
El hombre prefiere creer lo que preferiría que fuera realidad .
Francis Bacon.
Es frecuente que seamos capaces de detectar en otras personas conductas de autoengaño. Podemos identificar y señalar, casi siempre, cuando alguien está asumiendo una actitud que busca justificar una conducta o una decisión que a todas luces es equivocada.
Sin embargo, esta capacidad de crítica hacia los demás es muy limitada cuando se trata de analizar las conductas o decisiones propias. De acuerdo con diversos estudios, eso es resultado de la tendencia que generalmente tenemos de buscar estar satisfechos con nuestros actos y conductas, lo cual afecta de manera relevante toda nuestra toma de decisiones, por ejemplo, las financieras.
Zoë Chance y Michael I. Norton, investigadores de la Universidad de Harvard, afirman que las personas hemos dominado el arte de mentirnos y autoengañarnos. Lo hacemos porque está profundamente arraigado en nuestra conducta el deseo de que los demás nos encuentren buenos, justos, responsables y lógicos, y es también una necesidad el que nosotros mismos nos veamos de esta manera.
Chance y Norton identificaron formas en que actuamos para crear explicaciones racionales y justificarnos ante conductas o decisiones que, tratándose de otra persona, encontraríamos irracionales.
Tipos de justificación
Una forma es la llamada justificación preventiva: se refiere a cuando utilizamos una conducta adecuada del pasado para justificar la percepción negativa de una nueva conducta. Así, por ejemplo, personas que previamente habían hecho declaraciones en favor de la igualdad de género eran más proclives, en caso de que se presentara la situación, a tener conductas de discriminación, como si lo que hizo en el pasado lavara la nueva culpa.
En términos de ahorro, una persona que ha tenido antes una conducta de previsión puede autojustificar una nueva de despilfarro: Yo siempre ahorro, así que este gasto suntuario no significa que yo sea una persona desordenada con mi presupuesto .
Una segunda conducta inconsciente es la justificación concurrente, se refiere al esfuerzo que realizamos por encontrar excusas presentes que sean favorables para una decisión que consideraríamos inadecuada. Si yo realizo, por ejemplo, una compra que no es necesaria o que está fuera de mi presupuesto la justifico porque la adquirí en oferta y me digo que eso me generó un ahorro (cuando el verdadero ahorro habría sido no comprarlo).
En ocasiones, somos parcialmente conscientes de que estamos justificando falsamente una decisión o conducta errónea. Sobre todo lo hacemos cuando creemos que nuestro comportamiento es observado y queremos guardar la apariencia de que tiene una motivación correcta. Pero en otros casos, el engaño es más profundo y tiene que ver con la imagen que tenemos y queremos tener de nosotros mismos.
¿Cómo saber cuándo nos estamos autoengañando?
Le detección del autoengaño es difícil pero no imposible. Tanto si se trata de nuestras propias decisiones, como si se trata de ayudar a alguien más a que vea la realidad de su decisión o conducta; es posible tratar primero de eliminar los factores de ambigüedad con que revestimos la decisión a través de visualizar sus implicaciones finales prácticas.
Si estoy decidiendo qué coche comprar y en la agencia empiezo a autojustificar por qué necesito la camioneta todo terreno más grande y equipada, con pantallas de plasma para los pasajeros, puedo apoyarme realizando desde antes una lista que me ayude a determinar cuáles deben ser los criterios básicos racionales de la decisión. ¿Tengo hijos? ¿Salgo de viaje frecuentemente por carretera? ¿Viajo por caminos de terracería? Otro mecanismo consiste en poner imaginar qué le diríamos a otra persona que estuviera en nuestra situación.
Particularmente en decisiones financieras que atañen a la familia, es recomendable hacer partícipe de las mismas al esposo, a la esposa o al resto de la familia. Eso permite neutralizar nuestros esfuerzos por autojustificarnos. Ninguno de estos elementos asegura que no tomemos decisiones incorrectas, pero por lo menos ayudarán a que no nos salgamos fácilmente con la nuestra.
*El autor es politólogo, mercadólogo y especialista en Economía Conductual. Es Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.